Amenaza usual de los cusurros

 En la jerga pelotera venezolana nació la expresión “cusurro” para referirse a un  jugador muy malo. Esta palabra se convirtió en Norma-Uso del venezolano que sabe lo que es jugar pelotica de goma en una calle inclinada o corriendo descalzo sobre el asfalto, dominio lingüístico de nula frecuencia entre lechuguinos y petimetres, según calificó un infeliz diputado a sus rivales y aliados circunstanciales, a los que puso bajo sus pies y los está usando “cual condom” para sus pretensiones presidenciales y la restauración de la hegemonía adeca.

     En este orden de ideas, hemos establecido el calambur del texto relativo al decreto imperial del endorracista, conocido como “Orden Ejecutiva” (Executive Order), en el que señala al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela como una “amenaza inusual para la nación estadounidense”, extravagancia que acaba de ratificar con más saña y la más  firme determinación de derrocar y liquidar al Presidente Nicolás Maduro, como corolario de un  conjunto de acciones hostiles y boicot de todo tipo, entre los que destaca la “guerra económica” que el gobierno no  supo, ni pudo atajar, entre otras cosas, porque ha estado minado de corruptos antichavistas quintacolumnas, más los burócratas y abúlicos que aún ocupan cargos y con  buena voluntad, pero que, de socialismo saben tanto, como de carpintería nuclear.

     Para la aplicación de esta Executive Order, afortunadamente, el gobierno estadounidense y la burguesía criolla concentrada en Fedecámaras-Venamcham cuentan con una  atomizada dirigencia de demagogos oposicionistas, que hoy ocupan la mayoría de las curules de la Asamblea Nacional, cuyos miembros son tan cusurros, que no saben el significado de  “curul” y  mucho menos, podrían tener capacidad de  legislar en favor del Pueblo.

    Estos cusurros son  una amenaza usual, porque se han dedicado a conspirar, asesinar, atacar la economía con desabastecimiento programado, escasez deliberada, bachaqueo, especulación y usura, durante diecisiete años, con dólares de la U.S. Embassy mediante, como los que ha lambuseado Henry Ramos Allup.

     Estos irresponsables de la derecha parlamentaria son tan cusurros, que no han sido capaces de elaborar una sola ley, que no sea con la intención de derrocar al Presidente Nicolás Maduro y desconocer la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, para así, restaurar la IV República, según fantasean, toda vez que el  endorracista presidente estadounidense cumpla su amenaza usual de agredir, invadir, asesinar en masa y robar los recursos energéticos de los venezolanos.

     Los cusurros de la derecha oposicionista que por el voto-castigo llegaron a la  Asamblea Nacional, son tan ellos, es decir, tan cusurros, valga el oximorón, que vuelven a apelar a los reyezuelos de las universidades que se nuclean en la derecha monárquica autodenominada AVERU, quienes bajo la dirección y órdenes del señor del megáfono de la U.S. Embassy en Caracas, ya activaron las guarimbas asesinas, desviando dinero de las partidas recurrentes y de las providencias estudiantiles, para financiar a delincuentes pelabolas y periqueros, en unos casos, mientras en otros, envenenan a la masa estudiantil caotizando la vida universitaria, de manera que los estudiantes salgan a protestar contra el gobierno y en ese ínterin, ellos mismos, los de esa derecha golpista e hipócritas rectores universitarios, producir los muertos necesarios para generar el caos y declarar la “crisis humanitaria” que el genocida firmante de la suspensión de las  garantías constitucionales de 1989, intenta invocar, para generar más muertes, a cambio de la presidencia de la República a la que aspira ser investido.

     Estos cusurros, embriagados como están de  ambiciones, no se han percatado de las lágrimas de muchos venezolanos, como las que he podido presenciar en los últimos dos meses en varias regiones del país, con las que han manifestado su arrepentimiento por el voto-castigo y por haberse autocastigado, votando el  pasado 6-D por quienes fueron los artífices de las largas colas y la guerra económica, los mismos que luego de ofrecerles acabar con ellas, ahora ofrecen e invocan junto con los medios privados como Globovisión, Televén y Venevisión, la intervención de las fuerzas de ocupación genocidas e imperiales, mientras que la mayoría nacional está dispuesta a defender la revolución bolivariana, socialista y chavista, lo que pasa por defender y estar al lado del Presidente Obrero, Nicolás Maduro, pase lo que pase, ante la amenaza usual de los cusurros de la derecha criolla y foránea.

     Mientras tanto, el gobierno y el Pueblo trabajador, están buscando mecanismos para enfrentar la guerra económica, pese a la inminencia de la  intervención genocida estadounidense que invoca la derecha parlamentaria, al tiempo que le decimos a Barack Husseín Obama que se ponga de supositorio rectal su Executive Order contra Venezuela. Los cusurros usuales no pasarán.



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Luis Alexander Pino Araque


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