Neoliberalismo: Imperio Vs Nación

Examinando el origen del neoliberalismo nos encontramos con ciertos anomalías que son de una importancia fundamental para comprender su metabolismo. El capital se origina cuando se “consigue” una mercancía que produzca más de lo que ha costado. Que su estructura de costo, el valor del trabajo y los materiales que se utilizan en su producción sea mucho menor a su valor de cambio, incluso independientemente de su valor de uso. Así la acumulación de riqueza se producirá como resultado de la menor durabilidad de las mercancías y una constante renovación tecnológica que permitiese la reposición en un tiempo relativamente corto en un mercado en constante crecimiento, expansivo. Así nace la “sociedad de consumo” basada en la contradictoria “economía del despilfarro”. El neoliberalismo se origina en un contexto que las ganancias productivas experimentaban una fase decreciente a finales de los 60 y principios de los 70. Este fenómeno es producto que los altos costos de la innovación tecnológica que iba mucho más deprisa que la productividad del trabajo, con ello la tasa de ganancia tienden a la baja. Esta es la contradicción básica que da origen al neoliberalismo y como toda contradicción en el capitalismo, esta no fue resuelta simplemente el sistema capital “migro” de la esfera de la productividad a la esfera financiera y monetaria, es decir hacia la dimensión especulativa. Y como el sistema tiende a la expansión neo-colonial sus consecuencias se comienzan a sentir a escala planetaria. Todo esto se resume a que en la actualidad no hay una relación real entre la productividad y la especulación.

Como primera contradicción podemos observar que la economía neoliberal se basa en la exclusión. El desempleo es una consecuencia inevitable y en muchos casos deseada. Esto se desprende de la maximización de la acumulación de riqueza especulativa a escala mundial a costa del desarrollo de los países periféricos. Apuntalado por un desarrollo sin precedentes de la informática y la comunicación, se sientan las bases de lo que se ha denominado la “nueva economía”. Los grandes expertos del neoliberalismo se gastan gran parte de su tiempo en “análisis” que niegan la importancia de la ideología en las llamadas “sociedades del futuro”, no hacen más, que apuntalar la visión ideológica de la inexistencia de alternativas u otras vías posibles de desarrollo. La globalización como baluarte acabado de esta ideología solo subraya el sentido de irrevocabilidad del paradigma explotador. Así las contradicciones no resueltas en la sociedad, como las desigualdades de género, la pobreza o la explotación desaparecerían como por “arte de magia” al materializar la liberación de los mercados. Es así como se niega la importancia de las instituciones sociales como el Estado-nación y se entroniza al mercado como el único y verdadero regulador de las relaciones sociales.

En América Latina, la conformación de las estructuras económicas ha estado ligada indudablemente a la conformación de las instituciones políticas. Las contradicciones en las sociedades latinoamericanas hunden sus raíces en las estructuras históricas de producción socio-económica que sustentan su estructura sociocultural. La primera determina el grado de inserción de una economía con el sistema capitalista mundial y la segunda determina los distintos grados de aceptación o rechazo hacia los constructos ideológicos que sustentan esta relación económica. La Revolución Bolivariana como proceso democrático, nacionalista y popular rompe con la contradicción política del neoliberalismo la cual colocaba en el eje socio-económico la contradicción Estado/Mercado basado en una falsa polaridad Autoritarismo/Democracia y le coloca en la real contradicción Imperialismo/Nación que responde a la relaciones económicas que se expresan en la antítesis Burguesía/Clase Obrera. A la luz de los acontecimientos actual y específicamente a partir del año 2001 vemos como se ha recrudecido un imperialismo económico transformándose en político-militar que busca la apropiación de regiones productoras de materias primas y como este proceso ha sido apuntalado y acompañado por las burguesías (y algunas oligarquías) nacionales que buscan la maximización de sus capitales. La reivindicación histórica del Estado venezolano y el control independiente y autónomo de sus riquezas y recursos es parte del legado para las futuras generaciones de venezolanos. Este proceso histórico iniciado en 1998 es un faro de libertad y autodeterminación político-económica en el mundo en contraposición a la dictadura financiera y especulativa que la lógica imperial pretende instaurar a nivel mundial.



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Hugbel Roa

Ministro para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología

 @hugbelpsuv

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