Para entender a los gringos

Pasó la Cumbre de las Américas en Panamá y, a pesar del poco tiempo transcurrido, ya han corrido ríos de tinta y trillones de bits comentando, analizando, haciendo conjeturas, ejercicios de futurología y otras muchas cosas sobre ella. No entraré en ese tema directamente. Se lo dejo a los expertos y a quienes se las echan.
 
A veces me parece gracioso leer u oír a sesudos "analistas" hablar tanta paja para explicar las cosas como sucedieron o como creyeron ellos. Me limitaré a darles algunos datos sobre la conducta gringa en lo que algunos llaman tips. Ustedes, espero, sacaran sus propias conclusiones porque, de hecho, por cuanto las diferentes pequeñeces que les cuente no tienen relación alguna entre sí.
 
Remontémonos bien lejos en el pasado. Digo pasado porque se pondrá de moda entre muchos no querer saber de historia, imitando a Barack. Desde el llamado Renacimiento en Europa, muchos pretendieron borrar el aporte de otras civilizaciones (china, hindú, árabe, egipcia, africana, etc.) a la especie humana. Esa arrogancia los llevó inclusive a propagar la idea que muchas etnias no pertenecían a la especie Homo Sapiens y que, inclusive no tenían alma y ser como animales. Esa idea la trajeron a este continente los invasores europeos y, luego, cuando trajeron los africanos encadenados como animales, también les negaron la posibilidad de tener alma; ergo, aborígenes y africanos eran animales.
 
Debemos, no obstante, admitir que los españoles se mezclaron con aborígenes y africanos en mucho mayor grado que los ingleses y otros europeos.
 
Cuando era niño me llevaron a los Estados Unidos. Al llegar nos hicieron llenar una planilla que, en justicia digo, eliminaron hace tiempo, en la que había un renglón a llenar: Race (Raza). Inocentemente escribí Human (humano) El funcionario armó un berrinche, mi inglés de la época era casi nulo y solo imaginé que el tipo preguntaba la razón para haber escrito humano. En mi elemental macarrónico inglés le respondí que no creía ser caballo. El tipo despotricó lleno de mal humor, tachó lo que había escrito y no sé que escribiría.
 
En ese mismo viaje vi un letrero a la entrada de un establecimiento que todavía no he podido olvidar. Decía: Indians, Niggers, Dogs and Portoricans not allowed. Es decir; No se permite entrar a Indios, Negros, Perros ni Portorriqueños. Existen dos palabras para referirse a los africanos, Negro (Negroes) y Nigger (Niggers). La primera les cuesta decirla, la segunda es peyorativa y ofensiva. Portorriqueños eran para ellos todos los latinoamericanos (ahora dicen hispanics) y, en el orden jerárquico, estaban detrás de los perros; es decir, detrás de los animales.
 
Ellos siempre se han comido el cuento, que no inventó Hitler por cierto, de la llamada superioridad racial. El Presidente Teodoro Roosevelt dijo que ellos extenderían su dominio desde el polo norte al polo sur, y lo justificó afirmando que ellos tenían "la superioridad racial". Es justicia decir que el tal cuento tampoco lo inventaron los gringos y no se sorprendan cuando les diga que fueron los judíos. Los remito a una larga serie de escritos (12) en este blog: "La Historia no tan sagrada".
 
No me gusta mucho hablar de mi mismo porque me parece algo petulante; así que, tomen el siguiente cuento solo por su conclusión:
 
Tuve un compañero de estudios que era un auténtico WASP; o sea, White, Anglo Saxon, Protestant (Blanco, Anglosajón, Protestante) supuestamente miembro de una rancia familia de New England (Nueva Inglaterra). Al principio me miraba con deconfianza o simplemente no me miraba. Un día saqué mejor nota que él en un exámen, vino a mí y tajantemente declaró que quería ser mi amigo porque yo era un genio. ¿Yo genio? ¿De donde sacas esa tontería? Soy un tipo normal, común y corriente. Su argumentación me dejó casi mudo. Entre otras cosas dijo y recuerdo aún sus palabras textuales: Latin Americans are not smart but you get good grades, even better grades than me; therefore you are a genious. Traduzco: los Latinoamericanos son idiotas pero tú sacas buenas notas, aún mejores que yo; por lo tanto, tu eres un genio. Lo peor fue que una vez le gané un partido de ajedrez y eso "lo terminó de convencer". Pero, los invito a concentrarnos en su principal razón; los latinoamericanos son idiotas.
 
En cierta manera lo justifico. Ese es el estereotipo que los medios de alienación (observen que no digo de comunicación) han introducido en sus mentes, especialmente a través de Hollywood y sus películas, donde presentan a los mejjicanos como flojos siempre durmiento bajo un sombrerote, en un pobre poblado polvoriento por cuyas calles el viento arrastra chamizas y, modernamente, a todos como traficantes de drogas, terroristas, malvados pero siempre todos idiotas que son inmediatamente neutralizados por algún musculoso súper heroe gringo.
 

Esa visión generalizada respecto a nosotros la tienen también los funcionarios del gobierno gringo. Le envié un Twitter, o mejor dicho dos, a Roberta Jacobson, la triste Sub-Secretaria de Estado para asuntos latinoamericanos, a raíz de una declaración suya después de concluida la Cumbre de las Américas.



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Juan Pedro Torres


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