Unidad Nacional

Para ponderar la orden ejecutiva de Obama que declara “la emergencia nacional respecto de la amenaza extraordinaria e inusual para la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos que supone la situación en Venezuela", hay que concatenarla con el principio de la política exterior imperial reafirmado por el mismo: "Tenemos el Ejército más fuerte del mundo y en ocasiones tenemos que torcer el brazo a los países si no quieren hacer lo que queremos a través de métodos económicos, diplomáticos y a veces militares". En seguidilla, el Jefe del Comando Sur, John Kelly se sumó a la grisapa yankee, al pronosticar el pronto “colapso económico” de Venezuela, luego de que John Kerry alertase que se produciría una “crisis humanitaria” en la región en caso de que PDVSA dejase de suminístrale petróleo a los países caribeños.

Todos esos dardos apuntan a justificar una intervención militar estadounidense en Venezuela, basada en las doctrinas imperiales de la “seguridad humana” y la “seguridad nacional”. Obama anuncia el retorno de la política del “gran garrote” para América Latina y el Caribe, en el intento desesperado de un imperio que se desmorona, buscando reconquistar el terreno perdido en lo que históricamente ha considerado su “patio trasero” hacia el cual busca replegarse.

Ante la agresión imperialista que amenaza nuestra propia existencia como nación independiente y soberana, no tienen cabida posiciones ambiguas escudadas en llamados de atención sobre los problemas internos, los cuales sin duda existen pero deben ser resueltos solo por los venezolanos en el marco de la Constitución. En ningún caso podrían utilizarse como excusa para avalar una intervención extranjera. Por ello, son deplorables las evasivas de Capriles & Co y el comunicado de la MUD, porque tácitamente justifican la sanciones injerencistas y banalizan las amenazas del imperio. Es el momento de que el gobierno convoque a la unidad nacional para defender la Patria y cohesionar a la Nación en torno a un programa que tenga como eje la revolución cultural y productiva, para impulsar el desarrollo endógeno y superar el modelo rentístico petrolero, como única estrategia viable para enfrentar el bloqueo económico imperialista como lo hizo Irán en su momento.

 



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Gustavo Márquez Marín

Carabobeño, nacido en Valencia, ingeniero egresado de la Universidad de Carabobo donde también ejerció la docencia, durante la gestión del Presidente Hugo Chávez se desempeñó como Ministro de Industria y Comercio (1999), Ministro de Estado para la Integración y Comercio Exterior (2005-2007), Embajador en Austria y Representante Permanente ante los Organismos de Naciones Unidas en Viena (2001-2004), Comisario General del Pabellón de Venezuela en la Expo 2000 Hannover (1999-2001) y Miembro de la Comisión de Negociación con Colombia de las Áreas Marinas y Submarinas (1999-2001).

 gamarquez2@yahoo.com

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