El presidente Chávez dice que la discriminación es algo abominable. Y está en los cierto. Nadie tiene la culpa de haber nacido, negro, blanco, amarillo, o dorado. En todo caso la culpable es la naturaleza que le puso un color distinto a los habitantes de los cinco continentes. Quien practique la discriminación es por lo tanto, gran ignorante. Por ejemplo los españoles enfermos que llegaron con Colón, infectaron el continente americano de infinidades de cosas, entre ellas la discriminación. Se creían superiores los muy bellacos, pero con la poca materia gris que tenían en el cerebro, no dejaron de admirar la belleza de la mujer de estos lares y hete pues que sucumbieron cuan María Corina a los dólares de “humanrai”. La supuesta superioridad no pudo hacer nada ante el atractivo de aquellas aborígenes de virginales belleza y comenzó a nacer esta raza de hombres y mujeres que hoy andan de aquí para allá y de allá para acá con la Revolución Bolivariana.

Los mantuanos del Este fueron los que no dieron a torcer su “rolo” y prefirieron
esperan por que Don Paco de la Barbinegra y don Manolo de la Barbilampiña tuvieran hijas, para casarse y crear a los que hoy les sirven de cipayos a los gringos del Norte. Es decir los antepasados de los guarimberos de hoy. Las hijas y los hijos de las aborígenes, a la llegada de las negras y los negros, traídos por los portugueses traficantes, a estancia de Fray Bartolomé, también se adhirieron a ellos y se empataron en una de jamón y sexo. Esta es la raza que no come cuentos ni se deja amedrentar por gringos de allá ni eunucos de aquí. ¡No jueguen con candela fascistas de Primero Justicia! Sin embargo la revolución bolivariana, que no es racista por lo ante escrito, empero no puede dejar de admitir que existen tres negros malucos, malasangre, odiosos, y huele peo,
a los cuales el pueblo quisiera ponerles la mano encima para darle unos buenos coñazos.

Tres negros mala conducta que no soportan que el gigante de la comunicación, Hugo Chávez Frías, sea el líder más nombrado en el mundo. Sobre todo en América Latina. Ellos son, la “negra” Condoleza, el “negro” Cova (Enego Cova) y el “negro”Ponte (Negroponte, para los que llegaron tarde, además de blanco). Dos desde el pueblo robado a los Comanches y uno desde el pueblo patrio. Debemos de reconocer que “Enego Cova” es apenas un niche frasquitero, que desde que se mudó de Carapita y lo vistieron de mantel en un hotel de
Sabana Grande, ha vuelto a la vieja costumbre de: “Mande uted mi blanco.Pero la condón esa, o sea la Condolezza, si es verdad que echa más vainas que una mata de le saco, (léase caraota). Se olvidó que esos blancos que la envían por el mundo a planificar invasiones a otros pueblos, son los mismos que les cortaban el pene a sus antepasados esclavos para venderlo como morcillita en los quioscos de Alabama. El otro “negro” o sea Negroponte, es un viejo mercenario, jalabola, que una vez fue embajador gringo en Honduras y desde allá le metía de frente al jíbaro. Se cuenta que su apellido no era Negroponte, sino Negro a secas. Pero sentía asco de ser llamado negro.

Un día fue secuestrado por un blanco de dos metros de estatura, quien lo llevó para un cuarto oscuro y le dijo, “negro ponte” y entonces adoptó ese apellido. Pues bien Negroponte jibareaba, para recolectar dinero y dárselo a aquellos contra que atosigaban a la revolución Sandinista. Es lo que se llama un energúmeno. Una creación de Hollywood, con poderes mágicos para joder y joder pueblos en el mundo. Pero a estos “negros” les llegará su día. Pasarán por la vida sin saber que pasaron. Descasarán bajo las lápidas de cualquier cementerio, tal vez a Condolezza y a Negroponte le aplicarán las mismas
vacías palabras de largometraj:”hoy estamos aquí para despedir”, mientras el “negro” Cova quizá consiga una chambita con María Corina en el infierno sembrando tempestades y cosechando huracanes. Por otra parte Chávez se agigantará con el tiempo (escríbanlo) en los corazones de los pueblos oprimidos del mundo. Así como el blanco Hitler, masacró pueblos enteros, el blanco Pinochet, martirizó, violó y mató, el blanco Roosevelt, lanzó bombas atómicas, los blancos judíos colgaron a Jesucristo en una cruz y ponen niños palestinos de escudos en sus parabrisas, el blanco Torquemada inquisidor, los blancos que
masacraron niños en Vietnam, Grenada, República Dominicana, Irak, Afganistán, Panamá, así mismo estos tres negros deben encomendarse a Dios a ver si les permite al morir, que Satanás no le ponga tanta agua hirviente a las ollas donde va a estar per sécula seculoren, amén que así sea.