Maduro, objetivo n° 1 del imperialismo

Dios Todopoderoso designó a Maduro líder actual de la Revolución Bolivariana, frente a un imperio al que le urge restablecer su dominio sobre Venezuela; Chávez lo ungió, el pueblo lo eligió. El conocimiento humano no es suficiente para su tarea, se le opone el imperio más poderoso que haya existido, pero la cualidad de Maduro no es precisamente erudición, sino su fe, su coraje para vencer a ese adversario, en este trascendental momento para la humanidad. Su tarea se ve disminuida cuando delega en hombres sin fe decisiones fundamentales en economía y finanzas, producción agrícola,  abastecimiento de alimentos y medicamentos, ciencia y tecnología, que constituyen vulnerabilidades fomentadas durante un siglo de la dominación imperial estadounidense. Un reciente informe, publicado en Aporrea.org, titulado: Octubre: Cancelar “Deuda” Hasta Raspar La Olla, elaborado por Marea Socialista, debe ser objeto de análisis por el Presidente Maduro, No es posible que la corta visión y falta de fe en su estatura como nuestro líder sea motivo para facilitar propósitos imperiales sobre nuestras vulnerabilidades. Presidente no subestime usted la sabiduría de su fe, ni sobreestime la erudición y conocimientos de quienes nos conducen ciegos al abismo donde el imperio se propone; confíe en Dios, defina el rumbo por sí mismo. No permita satisfacción de demandas de organismos financieros multinacionales y engolosinamiento de sus colaboradores en elogios de funcionarios de esos organismos al servicio de los intereses imperiales.

También he leído en Aporrea.org el amenazador anuncio hecho por el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, quien dijo esta semana que el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro no representa la gestión que, según el general John Kelly, se merecen los venezolanos. Afirmó Kelly: "Cualquier país, cualquier pueblo en el siglo XXI se merece algo mejor que lo que ellos tienen". La verdad detrás de la velada amenaza, mejor aún, del vil propósito imperial, es que Maduro es el más importante obstáculo para USA, que no tiene oportunidad de triunfo en la guerra por el petróleo que inició en el Medio Oriente, tras la derrota de Europa frente a Rusia y sin control del petróleo venezolano, del que sí dispuso durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Venezuela contribuyó al triunfo aliado contra la Alemania nazi. A pesar de esa contribución venezolana, USA y sus aliados nos sometieron al atraso y la pobreza, sin ninguna consideración por aquel aporte. De allí proceden esas vulnerabilidades que hoy nos afectan, sobre las cuales desató el imperio la presente guerra de desgaste contra nuestra economía y abastecimiento.

El propósito imperial exteriorizado por Kelly tiene otras connotaciones, que nos hace comprender la gravedad de la amenaza y exhortar a un venezolano de probada lealtad, Miguel Rodríguez Torres, y a los órganos de inteligencia a su cargo, al análisis de la relación y simultaneidad que, en mi opinión, guarda esa declaración de Kelly con acontecimientos internacionales que trazan el derrotero del derrumbe del imperialismo y obligan a USA a una agresión definitiva y precipitada, en lugar de la actual guerra de degaste contra Venezuela. El objetivo fundamental y urgente es nuestro líder. Consideremos la opinión publicada el 25 de marzo de 2014 por el Diario alemán Der Spiegel: Pekín y Moscú pueden cambiar por completo el equilibrio de poder mundial. Semanas más tarde, el 25 de junio de 2014, leímos en Actualidad RT declaraciones de Leonid Savin, escritor y redactor jefe de Geopolítica, quien dedicó dos libros al análisis de métodos que practica Estados Unidos para alcanzar sus objetivos estratégicos y quien afirmó a la emisora La Voz de Rusia lo siguiente: “USA reforzó sus posiciones en Mongolia”. Y agregó:   “Creo que a través de ese país intentarán hacer manipulaciones contra China y Rusia. El desencadenamiento de un conflicto y su posterior arreglo siempre ha sido una herramienta clave de la política exterior de Washington”. La nota de Actualidad RT agrega a las declaraciones del experto ruso lo siguiente: “autoridades en la región china de Xinjiang, que combaten al terrorismo y al extremismo islámico, lograron desarticular a 32 grupos terroristas y capturar a 380 sospechosos, que ingresaron desde el extranjero con literatura extremista, incluidos manuales de actividad subversiva”

Esta noticia nos sugiere el fracaso del propósito de USA, para provocar un conflicto entre Rusia y China. Acontecimientos posteriores ahondan por el contrario en el fortalecimiento aún mayor de las relaciones de estos dos gigantes, que se traduciría luego en la derrota de la Unión Europea frente a Rusia. En efecto, el 5 de octubre leo el escrito del periodista  británico de The Economist, Edward Lucas, publicado en The Ukrainian Week, en el que afirma: "la ambiciosa iniciativa de la Unión Europea de intentar establecer sus propias reglas en el mercado energético del continente ha fallado". “Rusia resultó ser demasiado fuerte. Empieza una nueva era”. "Los países de la UE no piensan en intereses comunes, adoptan medidas obsoletas intentando encontrar métodos más eficaces para mejorar las relaciones con Rusia". Casi de manera simultánea, Joe Biden, Vicepresidente de USA, asume la mea culpa por la derrota de Europa frente a Rusia. A su vez, el nuevo Secretario de la OTAN exhorta a los países europeos a destruir a la Federación Rusa, tema al que se refiere el Comandante Fidel Castro en un artículo titulado El Porvenir Incierto, cuyo dramático sentido es un prefacio de lo que se cierne sobre la humanidad. Estos acontecimientos son razones que deben alertar a la Revolución Bolivariana; en conjunto constituyen serios indicios de que se avecina una agresión imperialista contra Venezuela, no para un futuro lejano, para este año 2014, por la urgencia que USA tiene de nuestro petróleo.



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Rafael Flores

Capitán de altura y productor agrícola

 eveliseyrafael@hotmail.com

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