La cuna de la corrupción no parasitará al MERCOSUR

   Las aduanas son la cuna de la corrupción. Esta es la sórdida experiencia en Venezuela, país en el que la burguesía parasitaria y sus plutócratas lloriquean, desde sus trincheras, como Fedecámaras, Venamcham y Cavecol, entre otros, porque estos sectores se han nutrido de divisas, es decir, de los dólares de EEUU (que no tienen respaldo en Oro, ni en papeles, solo en la propaganda hollywoodense), para importar.

    Pero, esas importaciones, en la mayoría de los casos, no se corresponden con la cantidad de dólares solicitados al Estado y parte de eso que se importa, son bienes y productos no declarados, lo que hace que empiece el tráfico con las llamadas empresas aduanales.

     Estas empresas hacen jugosas ganancias en un mercado negro de divisas e importaciones, sobornando a funcionarios del Estado y, cuando estas acusaciones salen a flote formalmente (porque esto lo saben hasta las piedras), su excusa es que los corruptos son los que cobran por dejar pasar de todo, carros de lujo, drogas, bisuterías innecesarias no declaradas de las y los amantes y cuanta mercadería sirva para ser revendida en el mercado nacional.

     Y, si a un pendejo o institución del Estado, se le ocurre importar honestamente y sin pago de vacuna en las aduanas, es decir, por la intermediación de estas empresas aduanales (otros les dicen "aduaneras"), la mercancía o producto duerme el sueño de los olvidados en containners o contenedores, que con el paso del tiempo, hacen que el producto se deteriore o perezca (leche, medicinas, carnes, etc.), como también, la mercancía termina valiendo menos que la nacionalización o pago del flete, lo que obliga a que los propietarios prefieran perder el producto importado y las hienas de estas mafia de corruptos, las revendan en ese submundo, llamado mercado negro o paralelo.

    El caso es que estos hipócritas de la burguesía parasitaria, son los mismos que pegan berrinches porque Venezuela es fundamentalmente, monoproductora, como si fuese un pecado producir fundamentalmente derivados del petróleo (gasolina, gas, aceites y todos los polímeros posibles), pero ellos (los parásitos, autodenominados "Sector Productivo"), no producen absolutamente nada, excepto lo que derive de lo que se comen.

     Por tales motivos y de cara a la ampliación del mercado, gracias al MERCOSUR, ALBA-TCP y PETROCARIBE, el golpe de timón en Venezuela habría de ser la desprivatización de estas empresas aduaneras o aduanales, con la ayuda de sus propios trabajadores, que organizados desde los Consejos de los Trabajadores (LOTTT), inmediatamente, desde ya, avancen en la conversión de esas empresas de lucro malhabido, vicios, fraudes, tráfico y sobreprecios, en nuevas Empresas de Producción Social (EPS), de carácter socialista, es decir, con equilibro en las plusvalía de acuerdo con el reparto social del trabajo, en asociación, en unos casos, con el Estado venezolano, en otros, con capitales nacionales y extranjeros privados, efectívamente productivos.

      De estas manera, todo el esfuerzo de integración de nuestros pueblos latinoamericanos y caribeños, al igual que el gran trabajo emprendido por el Comandante Hugo Chávez y profundizado por el Presidente Nicolás Maduro, no se perdería, ni caería en manos de estos sectores parasitarios, que ya se aprestan a chuparse al MERCOSUR, sin beneficios para el Pueblo, como es su costumbre y como han aprendido del gobierno de Barak Obama y de sus predecesores, quienes irresponsablemente han llevado al pueblo de EEUU a un default, de que pretenden salir, a cosa nuestra. He allí su apuro en liquidar las revoluciones latinoamericana y caribeña.



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Luis Alexander Pino Araque


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