¿Quién es el Salvajito?

Caminando por los pasillos del Aeropuerto Internacional “SIMÓN BOLÍVAR” en Maiquetía, encontré a un buen amigo de infancia con toda una pinta estrafalaria. Venía del norte cargado de suvenires de Orlando made in China. Como su esposa venía en otro vuelo – la línea aérea del norte había, al parecer, sobrevendido pasajes, pero como ello sucedió en el Aeropuerto en Miami y una despampanante rubia le pidió las disculpas de rigor y envió a su mujer en otro vuelo, lo terminó considerando como una anécdota más que contar a sus amigos; es decir, no le molestó en absoluto el incidente.

Esta eventualidad sirvió para que dos viejos amigos compartiéramos recuerdos de infancia  y de juventud liceísta de los 60, cuando nos lanzábamos a las calles de Mérida como pequeños quijoticos a pelear por las causas más nobles. En medio de la amena conversación me lanzó sin previo aviso la siguiente pregunta ¿No te parece amigo Rubén que en verdad nosotros somos unos salvajitos? Y a continuación argumenta: “Vengo de visitar Miami y Orlando, aquello es impecable… ni un papelito en el piso; paseamos sus autopistas y Malls maravillosos. Un orden absoluto. Nada de gritos y todo limpiecito”. Nada, me dije, éste amigo mío se lo llevó quien lo trajo, ¡¿Qué se puede hacer?!

Conté hasta 20, bien contados…uno por segundo y tras un profundísimo suspiro me dispuse a darle la respuesta que ahora comparto con ustedes mis queridos lectores. Le dije: Amigo Luis  (nombre ficticio), existe otra lectura a considerar, Nosotros, los habitantes de la patria grande, América del Sur y el Caribe, no hemos inventado y no creo que lo hagamos en el futuro, un arma de esas llamas bombas nucleares ni las llamadas “inteligentes” o “solo matagente”con las que podamos destruir la vida de 90.000 personas en un instante (Sucedió en Hiroshima). Acá no se han inventado armas químicas como las de fósforo con monstruosas consecuencias (Vietnam, Irak, Libia, Centroamérica). Hasta donde sé, ningún país del Sur ha cruzado el Atlántico para invadir a Europa o tiene planes de meterse en Estados Unidos o Canadá a matar gente. Aparte de ello, nuestras constituciones prohíben la pena de muerte. Ahora, te pido querido amigo me respondas: ¿Qué será más salvaje, tirar un papel o tirar u tirar una bomba?, ¡¿Qué será más grave el caos maravilloso multicultural y policromático de mi patria o el orden monocromático de una sociedad que la mueven los miedos?...! Mi amigo me respondió: bueno, y también contó y suspiró…”la pinta que me ve es por mi mujer… tu sabes, yo sigo siendo revolucionario!... Mejor cambiemos el tema de conversación…Así lo hicimos.

Lo que me faltó  explicarle a mi entrañable pana es que la limpieza de esas ciudades no son producto de la conciencia ciudadana sino del terror al rigor de leyes  extremas. Esto, sin recordar que quien se atreva a alejarse de los grandes centros comerciales y de turismo va descubriendo que existe otra Norteamérica, la de los miserables en pobreza extrema, mutilados de la guerra, desempleados, y seres que deambulan sus calles como zombies aplastados por el sueño americano, que se alimentan de drogas y prostitución…familias y comunidades enteras en miseria atroz que los planes turísticos, por supuesto, no muestran. Ellos son las víctimas de un sistema terriblemente opresivo e injusto, los por siempre invisibilizados. Martin Luther King los mostró al mundo pero de inmediato fue silenciado.

Si te comes una luz de semáforo y una patrulla te encandila sus luces de Bengala, más vale que te detengas si quieres salvar tu vida, con mayor razón si eres café con leche o negro en cualquiera de sus variedades. ¡El orden por encima de lo que sea! Me pregunto: ¿Los venezolanos estarían dispuestos a tolerar una semana un sistema de esta naturaleza?

Lo cierto es que lo del papelito es un verdadero problema ecológico no imposible de derrotar si entre todos no proponemos superar, pero en cambio, lo otro, las bombas, la destrucción, el terrorismo y las invasiones, no tienen vuelta atrás, ya el mal se hizo…amenaza y muerte se transformaron en una sola entidad:  Fin de la Vida! Así de simple. Perdónenme si repregunto ¿Quiénes serán los salvajitos?

Nota: “Según datos del censo 2010 en Estados Unidos hay 43 millones 600 mil personas viviendo en la pobreza, lo que significa según el Buró del censo que uno de cada 7 personas están en el nivel de pobreza, el más alto en la mitad del siglo o sea desde 1950”.

Fuente: http://www.avizora.com/atajo/colaboradores/jose_antonio_luna/0017_Estados_Unidos_endeudado_con_14_billones_de_dolares.htm

alcidesrivas@gmail.com



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Rubén Rivas

Merideño, Profesor de Música, con estudios en la Escuela de Música de la ULA. Egresado de la U. de Chile. Magister de la U. de Cincinnati. Autor de los proyectos de Carrera de Licenciatura en Música de la Universidad del Zulia y Universidad del Táchira.

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