Vamos Muammar, vamos, antes muerto que de rodillas

Quizás muera, quizás el ramalazo de una bala te lleve al inexorable abandono de la vida, pero ¿quién quiere vivir viendo que el suelo patrio es bañado de sangre por el enemigo y no dar el último aliento a favor de él?  Es mentira que un traidor puede crear la paz, porque la paz no existe en su corazón. En Venezuela los traidores del 11 de abril de 2002 son DESECHOS,inhumanos que no poseen nada bajo el tórax: así son los cobardes Muammar.

Las mujeres y los hombres de amplia libertad mental te acompañan. “Serás lo que  serás o no serás nada” dijo un líder de esta parte del mundo. Para los sumisos, los lacayos, los ambiciosos, los traidores, eso no va: ellos son cofres vacíos buscando el dinero que les llene el fondo, porque sus pieles  no pertenecen a la humanidad, aquella que se ha visto involucrada en efectos sociales en pro de los más débiles.

Vamos Muammar alienta a tu gente, levanta tu espada que el brillo de ella ilumine la lucha y se funda con el sol para aclarar las ideas, vamos Muammar que por esta parte del orbe existen cobardes, pusilánimes que hablan de ti sin conocerte, sin adentrarse en las galerías de tu cuerpo, por acá también tenemos ejemplos de HOMBRES, como aquel que después de dilapidar el dinero en pro de la libertad de cinco naciones, murió pobre y olvidado en San Pedro Alejandrino, “ Sí mi muerte…

Vamos Muammar que tu lugar en la historia ha de estar entre el grupo de LIBERTADORES populares, internacionales de la talla de aquel que  fue fusilado en la quebrada Del Yuro, de aquel que fue bombardeado en La Moneda, de aquel que se enfrentó al imperio en Centroamérica dando ejemplo de que las armas no se disparan solas. Vamos Muammar recuerda a Vietnam, núcleo de hombres rebeldes en contra de las injusticias…ellos derrotaron el imperio hace años y levantaron su bandera visual para que  ondeara eternamente en el cielo de la patria, porque una patria que no haga ondear su propia bandera no es una patria, es una oficina de los imperios.

No existen ni David ni Goliaht; existen hombre que sobreviven a los peores desastres. Si tienes que morir por tu patria igual moriremos millones en el mundo. Los hombres que luchan por la justicia ni son héroes ni son nada de esas metáforas inventadas por los promiscuos para darse valor. Los hombres que defienden su patria, que luchan por  sus pueblos, que cabalgan incesantemente para dar su mano el débil, son hojas de agua que dan de beber al sediento

Desde Venezuela no son los inmorales que viven pensando en someter al pueblo los que te elevarán decente. Para ellos quienes luchan contra la injusticia y la esclavitud no son humanos, pero Muammar en nuestro país la mayoría no es así. Aquí habita tu amigo, el que cree en la libertad de los pueblos, el que llegó para desquiciar la desigual sociedad, donde los del Este se comían la carne y les dejaban los huesos al pueblo. ¡Vamos Muammar la muerte es ausencia, la lucha es presente. Si es que bajo el inclemente fuego de la Otan tu piel se hace invisible, no temas, tú seguirás en el cerebro de un MUNDO que sabe distinguir lo bueno de lo malo… ¡vamos Muammar danos aliento, recuérdanos para que nacimos los hombres JUSTICIEROS…


hdiderot@gmail.conm



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Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

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