Obama pasará sin pena ni gloria: Gadaffi será un héroe inmortal

La heroica historia la firman quienes por re o por fa marcan un camino en pro de la humanidad, por su patriotismo, por sus conceptos de lo que significa ser un hombre en la vida. Los cobardes quedan siempre anotados con un marcador cuya tinta es fecal. Quienes luchan siempre esos son los imprescindibles, según Bertold Brecht.

La confabulación del imperio yanqui contra países africanos aunado a sus padres europeos, lo que le ha demostrado al mundo que no es estúpido, es la bajeza, la inmoralidad, la injusticias y las pequeñeces de esos mediocres presidentes que en mala hora han llegado a gobernar naciones , sobre todo en esos núcleos del egocentrismo enfermizo, “países desarrollados”, ¿en qué? ¿En matar? ¿En crear monstruosos armamentos para diezmar a los más débiles? ¡Vaya inteligencia! Quizás, lamentablemente, en Japón veamos que “no todo lo que brilla es oro”.

Gadaffi ha gritado hasta la saciedad que de Libia lo sacarán muerto y recordamos que de La Moneda hicieron lo mismo con otro hombre ejemplar llamado Salvador Allende, porque la valentía no la hombría, la valentía es la lucha por un ideal, por un formato espiritual, por un amor a los demás, ¿tendrá Obama amor por alguien que no sea su familia? Y esta pregunta no las hacemos quienes vemos con horror, como esos gobiernos imperiales, décadas, tras décadas, no les importa enviar a sus jóvenes soldados a morir a cualquier parte del mundo, envenenándolos con un supuesto patriotismo que no lo es, porque ser patriota es amar la vida y la tierra ajena. Por eso admiramos a Muhamad Alí. En los años sesenta se negó a ir a Vietnam aduciendo que…”esos chinitos a mi no me han hecho nada, ¿por qué voy a matarlos?”

Obama estará en las páginas de atrás de la historia: Gadaffi lo hará en las páginas frontales, esas que al chocar con los ojos del lector anuncian buenas nuevas. Aborrecibles criminales han existido en la tierra. Los imperialistas ponen como malos ejemplos a seguir, por ejemplo a Atila, Hitler, Stalin, creyendo que los seres humanos que no sean de sus carriles malolientes, son gente descerebrada, ¿quién lanzó dos bombas atómicas sobre una nación asiática rendida en la guerra? ¿Quién ha viajado tan lejos para atacar a un pueblo pequeño como, Vietnam, quien para gracia de la justicia les dio un revolcón? El imperio del Norte es el más grande criminal de la vida misma y eso no lo puede negar nadie, por más sumiso y sin dignidad que sea.

Por eso cada día que truenan más las bombas contra el pueblo Libio, más razones tendrán los hombres y las mujeres libres, para entender que Obama es uno más de esos gobernantes estadounidenses y hasta en grado superlativo, porque Bush nunca habló como lo hizo Obama en pro de la justicia a la cual terminó engañando. Ha sido una gran lección para los neófitos de la política el haber creído que por tal o cual situación pensante, Obama iba a dejar atrás los macabros conceptos de la destrucción del mundo, que es el comienzo y el fin del imperio yanqui.

La anunciada muerte del presidente Libio se torna inevitable. La presentimos. Ningún cobarde se enfrenta contra un gigante bélico de tu a tu sin entender la desigualdad armamentista. Ningún cobarde es capaz de enfrentar la paz de su alma, la quietud de sus ideales, la conciencia de sus virtudes de hombre, hecho a semejanza de un pueblo, como el presidente de ese pequeño pueblo llamado Libia, hoy pasto del fuego, la muerte de la inocencia y la quema de sus infraestructuras. El presidente Libio morirá inevitablemente, el imperio tienen sed, es un troglodita, no puede vivir sin sangre, sin que eso se puede denominar vida. Obama no alcanzará jamás la rectitud, la nobleza, la sapiencia ni la estatura de Gadaffi, porque habita dentro de un mundo cibernético donde todo se maneja a control remoto y no tiene BOLAS NI ESCROTO, para darle tregua a una guerra dispareja. Que el diablo lo acometa en los más quemantes de sus toneles para siempre amén. Ya todo está dicho: la maldad y el crimen son parte de la desnaturalizada existencia de los malditos imperios. Honor al que vencerá aun estado en el ataúd de la moderna inquisición. La guerra por la libertad de ahora en adelante será en honor a Muhammar Gadaffi. Para Barack Obama, el infierno que sembró en LIBIA, quizás no sea más que el calor que alimente a los pueblos del mundo, para llenarlos del valor que les ha sido tan esquivo ante las prepotencias imperiales.

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Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

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