Obama en la picota

A quien no le va bien en sus ajetreos presidenciales es al señor Barack Obama en la mira de la derecha norteamericana que le quiere cobrar lo que ha hecho y lo que ha dejado de hacer. Por fin los catiritos ojos azules partidarios del Tea Party, del senador McCain, nostálgicos del Ku Klux Klan, de Reagan, Bush y Mc Carthy y de todo el basurero troglodita, encontraron su pagapeo en el moreno que alcanzó la Casa Blanca hace año y medio.

Convocaron 200 mil personas en el simbólico espacio donde los afrodescendientes reclamaron hace algunas décadas sus derechos civiles, pero esta vez lo que se oyó fueron vítores a la xenofobia, al racismo, acompañados de odio al Islam, y expresado en la frase: “Obama es un musulmán disfrazado de falso cristiano”, que repitieron hasta el cansancio los extremistas de lo que llaman modosamente la América Profunda, es decir, la ultrareaccionaria. Si a esta virtual declaración de guerra sumamos la situación económica que no da visos de recuperación y le añadimos la petición de grupos islámicos solicitando permiso para construir una mezquita en los aledaños de las dos torres destruidas, así como el llamado del pastor Jones de Florida a quemar El Corán no estamos ante actos ni aislados, ni espontáneos, como tampoco lo son las declaraciones de la señora Clinton otorgándole a México el calificativo de narcoestado a la colombiana que fueron desmentidas por el propio Obama.

Para quienes habitamos en el patio trasero del imperio y somos defensores del proceso revolucionario no nos queda sino asumir un alerta ante el giro que toma la política de Estados Unidos. No es gratuita la sentencia que dice así: cuando estornudan en el Norte surgen los huracanes en el Caribe.

Sin ánimos de exagerar podemos afirmar que nos encontramos entonces ante un peligroso tsunami que puede llegar a nuestras costas en cualquier momento disfrazado de saboteos, escasez de alimentos, rumores de golpe de Estado y magnicidio, redoble de la violencia, asesinatos selectivos, como muestras que las cajas de resonancia que se hacen llamar opositores son capaces de emprender siempre que el amo norteño les ordene.

Si empezamos a notar que los apátridas se envalentonan, insisten en descalificar al CNE y en consecuencia poner en duda las parlamentarias del 27 de septiembre, monten ollas de inseguridad más derechos humanos más estudiante puros y espontáneos en las calles, ojo camaradas, que lo que viene no es joropo. Es la caricatura de la derecha gringa enloquecida y atarantada que más bien pueden parecer una manada de cochinos de monte: no saben a donde ir. Y así son.

A redoblar nuestros esfuerzos para lograr mayoría en la Asamblea Nacional Revolucionaria, con diputadas y diputados que constituyan la vanguardia del movimiento popular, que logren profundizar la construcción del socialismo. Reunamos nuestros esfuerzos bajo una bandera y una voz, la del Comandante Presidente Hugo Chávez Frías, líder indiscutible de este proceso.

Y alerta ante cualquier amenaza de desestabilización que el enemigo quiera emprender. Los militantes del PSUV, simpatizantes y pueblo estamos dispuestos y convencidos que podemos contener y aplastar la contrarrevolución. El Pueblo unido jamás será vencido. Los resultados electorales del 27 de septiembre harán honor a la vigencia de esta sabia frase.

Enfrentemos unidos las amenazas y embestidas que la ultraderecha norteamericana prepara contra los pueblos amantes de la libertad. Irónicamente Obama es el blanco de los reaccionarios.


lucartjesus@yahoo.es


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Héctor Agüero


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