IVIC 63 años aportando al país. Desde lo individual a la resiliencia colectiva

El Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) arriba este 9 de febrero a su 63 aniversario. Institución creada a partir de los cimientos creados desde la óptica visionaria de un joven científico de la época el Dr. Humberto Fernández Morán que a larga se convertiría en uno de los Investigadores Venezolanos más influyentes del siglo pasado en el ámbito de las ciencias naturales a escala mundial

A partir de ese proyecto originario conocido como el Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC), se fue edificando una de las instituciones Científicas de referencia más importante del país impulsada por el liderazgo del Dr. Marcel Roche en el año 1959, con la idea de propulsar una institución multidisciplinaria para fomentar e institucionalizar la práctica científica a nivel nacional. Desde entonces dicha Institución se ha convertido en un semillero para la creación de nuevos conocimientos y aportes fundamentales para el país y el planeta, así como en la formación y entrenamiento de nuevas generaciones de personal científico con capacidades especializadas en diversas áreas del conocimiento, las cuales se han ido adaptando en el tiempo a las disciplinas emergentes y a su impacto en la comunidad.

Este transitar durante más de seis décadas siempre ha sido un camino complejo, un tanto tortuoso siempre acompañado de la incertidumbre de las crisis cíclicas que ha sufrido nuestro país, producto de la naturaleza de nuestra economía dependiente basado en un ¨comodity¨ sujeto a las fluctuaciones inciertas del precio del petróleo inducido por la volatilidad de la geopolítica internacional. Crisis vividas por algunos protagonistas de la época que tienden a olvidar de manera deliberada las dificultades transitadas o quizá por el efecto del paso del tiempo sobre sus memorias.

Independientemente de ello, la Institucionalidad con aciertos y desaciertos se ha mantenido durante este camino, permitiendo consolidar una serie de capacidades en infraestructura, técnicas y científicas, convirtiendo al IVIC en un importante patrimonio para el país en el tema científico. Esto a pesar de la crítica visceral constante de algunos sectores contrarios a la institución, es común escuchar de manera frecuente: ¿que hace el IVIC?, ¿cual ha sido la contribución para el país?, ¿cuál ha sido su impacto en la población Venezolana?. Asimismo, el señalamiento muchas veces sin fundamentos sobre la no vinculación de sus investigaciones con la realidad social del país. Esto genera una paradoja, en la cual históricamente en todas las convocatorias realizadas desde el o los entes decisores de la Ciencia y la tecnología (CyT) han establecido y financiado temas o agendas priorizadas de interés para la nación.

Escapando de la tentación de ahondar estos temas, por lo limitado del espacio, es importante señalar algunos hitos históricos desarrollados en el IVIC durante este período, sin ánimo de hacer un inventario estricto de algunos de esos logros obtenidos desde la institución que hecha por tierra algunos de esos prejuicios y muy probablemente dejando algunos por fuera igualmente importantes, se devela una pequeña muestra de esa estrecha vinculación entre sus investigaciones y la sociedad: el IVIC en sus inicios exhibe una fuerte actividad en el área de salud, siendo unos de centros de investigación primogénitos el Centro de Medicina Experimental, el cual ha hecho excelentes contribuciones, una de ellas la creación y consolidación del área de Genética Humana que ha venido estudiando y caracterizando algunas mutaciones genéticas que afectan a la población Venezolana y conducen a una serie de enfermedades llamadas enfermedades huérfanas, debido al bajo porcentaje de afectación en las poblaciones en general, como por ejemplo el mal de Huntington conocido como el mal de sambito, la enfermedad de Wilson (acumulación de iones Cobre en el cuerpo), porfiría aguda entre otras enfermedades genéticas. Además de ellos se han desarrollado tratamientos para los pacientes afectados, lo cual marca la diferencia entre vivir o morir. En el área de la nutrición fue posible erradicar algunos problemas de anemia que afectaba a los venezolanos a través de la aplicación de formulaciones nutricionales para alimentos con hierro, otros minerales o vitaminas como fue la fortificación de uno de los alimentos más consumidos por el Venezolano como es la harina de maíz precocida. Estudios de la distribución de los grupos sanguíneos, anemias, factor VIII (8), estudios que dieron a plantear la creación de la planta de producción de hemoderivados QUIMBIOTEC. Desarrollo de kits de detección de metabolitos secundarios en orina debido al consumo de sustancias prohibidas, hasta llegar al estudio de células madres como una de las aplicaciones de vanguardia en el tema de medicina regenerativa en diferentes tipos de tejidos: óseo, cartílago, piel y córnea.

Estudios a nivel celular que brindaron luces en el entendimiento de los mecanismos fisiológicos y celulares, desde la identificación de las mitocondrias, las bombas de sodio y potasio, sistema nervioso central, terapias del dolor, estudio de sustancias medicinales de origen natural o sintético. Caracterización de los componentes de la leche materna y el estudio de sus beneficios en los lactantes, aspectos de la reproducción humana, estudios sobre agentes con actividad cancerígena, epidemiología y control de diarreas virales en humanos producidos por rotavirus. Caracterización y estudios de enfermedades tropicales: Malaria, dengue, chinkungunya, mal de chagas, paludismo. Enfermedades infecto contagiosas: HIV, hepatitis, tuberculosis, encefalitis equina.

La construcción del primer reactor nuclear de América Latina RV-1, en sus instalaciones en la década de los sesenta, permitió desarrollar el tema de la energía nuclear en Venezuela generando especialistas calificados en el uso pacífico de la energía nuclear en aplicaciones de uso industrial o de salud.

Desde la química se han hecho importantes desarrollos desde la catálisis, estudio de adsorbentes, investigaciones en petróleo, petroquímica y gas que en su momento generaron las capacidades técnicas para la creación de un Instituto especializado para dar respuesta a la principal industria del país, creándose el INTEVEP como un instituto de desarrollo e innovación en materia Petrolera y del gas.

Desde las ciencias sociales, como la antropología, sociología, política y arqueología, se han hecho aportes importantes en el estudio de nuestros pueblos ancestrales, su cultura, sus formas de vida etc.

Un rol sustantivo en el IVIC ha sido la formación y capacitación de alto nivel a través de la creación del Centro de Estudios Avanzados en las diferentes ramas de las ciencias biológicas, médicas, físicas, matemáticas, química y en ciencias sociales, lo cual al día de hoy ha permitido la formación de alrededor de 1390 post graduados con estudios de Maestría y doctorados contribuyendo así a la formación de varias generaciones de relevo en estas áreas del conocimiento, lo que ha fortalecido a las universidades y centros de investigación del país. En importante señalar que en el trascurrir del tiempo la participación y la visibilización de la mujer en todo este proceso se ha incrementado de manera constante a lo largo de las décadas hasta llegar en estos momentos a superar la paridad de genero y alcanzar cerca de un 55% de participación en las diferentes áreas, siendo su rol fundamental en la consolidación de la Institución y en la formación de las nuevas generaciones de mujeres científicas.

EL IVIC llega a este nuevo aniversario sumergido junto al país en medio de una fuerte crisis provocada, por factores políticos y un fuerte asedio económico inducido por la aplicación de medidas coercitivas unilaterales por parte del gobierno de los Estados Unidos y sus aliados. Factores que han afectado fuertemente la operatividad del Instituto, reduciendo la capacidad de generar respuestas oportunas. Esto debido a que en muchos casos es imposible la compra expedita de insumos necesarios para el desarrollo de experimentos, mantenimiento, reparación y adquisición de equipos especializados necesarios en este tipo de actividades.

Adicionalmente, en paralelo coincide con la crisis sanitaria provocada por la aparición del virus SARS CoV2 o COVID-19 a escala planetaria desde el 2019, siendo el principal problema que ha enfrentado la humanidad en los últimos años, convirtiéndose en una pandemia por su alta tasa de contagio trastocando la aparente "normalidad" a la que nos han acostumbrado en las últimas décadas en base a supuestas bondades que ofrece la modernidad y la sensación de bienestar impuesto por las grandes economías del mundo.

A pesar de este conjunto de limitaciones antes mencionadas, la Institución se mantiene activa al día de hoy. En particular en estos momentos de crisis sanitaria y económica ha comenzado un proceso de visibilización y valorización de la CyT, así como su impacto en la toma de decisiones en cuanto a la aplicación de políticas públicas en materia de salud en aras de atender eficientemente la pandemia. Así como el reconocimiento del rol transformador en el sector productivo del país

Una vez decretada la pandemia el estado Venezolano asumió el tema de manera responsable y decide crear una comisión asesora multidisciplinaria para evaluar los posibles escenarios para el abordaje de la llegada del virus al país. Uno de ellos fue la convocatoria temprana de los centros de investigación a sumar esfuerzos para minimizar el impacto de la potencial llegada del virus a la geografía nacional. En particular, el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas dada su tradición en investigación junto a la experiencia acumulada en el área de la Salud por más de 60 años de actividad, generó la convocatoria interna del personal científico especializado en temas relacionados al estudio y manejo de agentes virales y patógenos de alta peligrosidad, Activándose algunas alertas tempranas para abordar el nuevo reto.

La aparición de los primeros registros de contagiados por COVID-19 y el decreto de cuarentena nacional generó un cambio radical en las actividades que comúnmente se desarrollan en la institución, produciéndose la incubación de una serie de experiencias de construcción colectiva abandonando la individualidad característica en el sector de ciencia, que son en esta oportunidad resaltadas como interesantes contribuciones para la discusión compartida que pueden ser tomadas como experiencias pilotos para su análisis y replicación para el periodo post-pandemia como un potencial modelo que viene aterrizar parte de los análisis y precisiones hechos durante la construcción de un nuevo modelo de CyT.

La crisis generada por la emergencia sanitaria definitivamente ha impulsado e impuesto un amplio abanico de posibilidades para la innovación, desarrollo y surgimiento de nuevas líneas de investigación, nuevos productos junto con la aparición de nuevas soluciones.

Unos de los primeros logros es la participación espontánea de especialistas en abordar una serie de temáticas más allá de las especialidades de trabajo habituales de sus líneas de investigación, consolidando grupos de trabajo multidisciplinarios, transdisciplinarios, interinstitucionales, generando proyectos estructurantes de alto impacto en diferentes áreas, lo cual en tiempos de normalidad amalgamar esta diversidad en equipos de trabajo resulta una tarea ardua y compleja que pasa por el retraso de la burocracia que imponen la firma de convenios interinstitucionales.

A continuación, se describen algunas de las experiencias y oportunidades que se han consolidando durante el periodo de cuarentena:

Conformación de grupos de trabajos formados por investigadores del Centro de Microbiología y otro grupo ubicado en el IVIC-Zulia dedicados al modelaje molecular para el estudio de interacciones de potenciales fármacos para la inhibición del COVID, lo cual ha permitido la publicación de una serie de artículos científicos en revistas especializadas, incluyendo algunos medicamentos usados en los protocolos de tratamiento médicos aplicados a los pacientes en las diferentes etapas de la enfermedad.

El Centro de Microbiología se ha abocado a la vigilancia genómica de las variantes del virus circulante en el país, logrando la identificación de las variantes dominantes en las distintas olas de contagio, informando de manera asertiva al ejecutivo el impacto de las mismas en la de decisiones en el tema de la pandemia. Asimismo, el personal del centro junto con algunos profesionales egresados de dicho Centro junto con el personal del INH asistió a la implementación de un laboratorio de diagnóstico móvil en el estado Táchira para atender los connacionales que estaban regresando de manera masiva desde algunos países del sur a través del paso fronterizo por Cúcuta. Así como la puesta en marcha de un laboratorio de diagnóstico en nuestras instalaciones para incrementar la capacidad de análisis del estado, aprovechando las facilidades de los espacios de bioseguridad P2 y P3 que dispone el centro de Microbiología, laboratorios potenciados por el Ministerio de Ciencia y tecnología. Laboratorio que labora los 7 días de la semana desde su certificación hasta el momento, donde participan activamente personal científico de otras instituciones como el IDEA, la UCV y el INH.

Otra área activada en este Centro de Microbiología está orientada a la replicación del COVID-19 para realizar ensayos de actividad antiviral de algunas moléculas o productos naturales aislados con propiedades probadas en la inhibición de otros virus. Estos ensayos permitirán identificar algunos blancos terapéuticos con potencial actividad anti-COVID-19, donde se han evaluado más de 40 nuevos productos de origen natural o sintético. Incluyendo algunos productos presentados por el ejecutivo como fue la molécula del DR10 y el Carvativir que mostraron una capacidad de inhibición del virus de un 100% en estudios in vitro.

Aprovechando algunas facilidades del IVIC en articulación del Consejo Científico del Estado Bolivariano de Miranda junto con la empresa privada FAB-LAB y el centro de Física se logro activar tecnologías digitales emergentes para el diseño y fabricación de escudos faciales utilizando inicialmente métodos de impresión 3D y luego el uso de una cortadora laser para incrementar la capacidad de producción diaria de los escudos entre 100 a 150 unidades por día, los cuales fueron donados oportunamente a algunas instituciones del sector Salud y de las fuerzas armadas que están prestando su colaboración en los diferentes operativos de control de movilización de la población. En paralelo, el IVIC coloco a disposición del Ministerio del Poder Popular de las Comunas las facilidades de la planta de irradiación Pegamma para la esterilización de tapabocas descartables fabricados por diferentes unidades de producción social. Permitiendo la esterilización en su momento de más de 1.500.000 de unidades que fueron distribuidas a nivel nacional. Asegurando así la distribución gratuita de tapabocas estériles libres de la contaminación de cualquier microorganismo patógeno.

Todos estos esfuerzos muestran el potencial y las fortalezas que disponen nuestra institución junto a otras instituciones de CyT y sectores privados en aras de impulsar y apoyar nuevas iniciativas productivas no tradicionales a partir de la convocatoria y sinergia necesaria de distintos actores como paso indispensable a la generación de algún grado de independencia y soberanía en el país apalancando por la CyT. En el caso del IVIC el grupo de trabajo se ha consolidado sumando nuevos retos en el área de diseño y fabricación de equipos médicos tales como nebulizadores, respiradores mecánicos no invasivos, equipos de producción de ozono para la desinfección de espacios contaminados, todo esto usando capacidades internas de las unidades de apoyo a la investigación del IVIC; Laboratorios de Electrónica, Mecatrónica, talleres mecánicos del centro de Física y Diseño y Mantenimieto de equipos Científicos (DIMEC). Todas estas iniciativas forman parte de un proyecto de innovación financiado en el marco de la convocatoria realizada por nuestro Ministerio relacionados con las líneas de investigación del COVID-19.

Durante este tiempo de cuarentena se ha mantenido el carácter asesor en CyT de nuestra institución en sinergia con otros grupos multidisciplinarios e interdisciplinarios conformado por matemáticos, bioestadísticos, epidemiólogos, inmunólogos, físicos y químicos provenientes de diferentes instituciones (IVIC, USB, UCV, secretaria de Salud y Educación del estado Miranda, Quimbiotec, entre otros) para abordar el modelaje de la pandemia en aras de evaluar el impacto de las decisiones tomadas por el ejecutivo y las diferentes dinámicas que afectan la tasa de contagio del virus, de tal forma que ayude a fortalecer el manejo exitoso que se viene dando al tratamiento del virus en el país.

Parte del personal técnico de mantenimiento ha estado constantemente apoyando labores de mantenimiento, reparación de equipos de algunos centros de salud para mejorar las condiciones de algunos centros asistenciales de salud orientados a la atención de pacientes contagiados con el COVID-19, incluyendo refracciones y apoyo al INH. Reactivación de una planta de producción de oxígeno en los Valles del Tuy, para garantizar el acceso oportuno a los pacientes con insuficiencia respiratoria. Algunas actividades se han ejecutado como parte del programa cayapa heroica liderizado por el CENDIT ente adscrito también del MinCyt.

Finalmente, las diferentes áreas siguen generando conocimiento producto de la inercia que venían experimentando antes de las medidas de confinamiento decretadas por el ejecutivo nacional. Contradictoriamente, a pesar de la crisis generada por el virus y otros problemas serios generados por el bloqueo económico, es muy probable que este año tengamos un repunte de la producción científica de la institución, así como el reimpulso de la CyT del país, junto a el fortalecimiento y aparición de nuevas líneas de investigación que marcarán las actividades post-pandemia en los próximos años. Muestra de ello fue la premiación de un grupo de investigadores e investigadoras reconocidos por sus aportes en las diferentes categorías de los premios nacionales de ciencia, tecnología e Innovación: Investigador nobel, larga trayectoria, grupo consolidado, mejor trabajo científico en ciencias naturales, ciencias de la salud, aportes en tiempos de pandemia, sin dejar de mencionar que el instituto y su personal han sido reconocidos en muchas oportunidades nacional e internacionalmente.

En los últimos tiempos el IVIC ha establecido nexos con el sector productivo nacional proponiendo esquemas de cooperación para la elaboración y escalamiento de productos desarrollados en sus laboratorios. Podemos citar la aliaza con la empresa Phoenix Ozono, con la que se está produciendo el aceite ozonizado de amplio rango antibacterial, antimicótico y antiviral. De igual manera la cantidad de servicios que ofrece a la comunidad entre los que destacan la planta de irradiación Pegamma, la planta de nitrógeno líquido, los servivios de radiofísica, los análisis fisico-químicos y microbiológicos de agua y sustancias orgánicas e inorgánicas, análisis de materiales, diagnósticos de virus, bacterias y parásitos en humanos, producción biofertilizantes, bio-insumos, semillas, biomateriales, proteción ambiental, biodiversidad etc.

Todo esto ha sido posible por la participación voluntaria de un grupo de trabajadores y trabajadoras de la institución con la mística y dedicación que los ha caracterizado durante estos 63 años, sobre todo en las últimas dos décadas durante las cuales el Ejecutivo Nacional a través de Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología ha brindado un apoyo esencial. Felicitaciones y agradecimientos al personal jubilado y activo del IVIC, y el sentido recuerdo a los trabajadores y trabajadoras fallecidos en estos 63 años de vida.

 

enocsigal@gmail.com



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