Gran cantidad de nacionales chilenos y venezolanos se concentraron este domingo en Ciudad Guayana los 49 años del golpe de Estado que derrocó al presidente chileno Salvador Allende y abrió las puertas a una de las más sangrientas dictaduras de América Latina.

Esta fecha fue recordada en un acto organizado por la Fundación Salvador Allende que se llevó a cabo en la Redoma "Salvador Allende", ubicada en la avenida Guayana en la parroquia Dalla Costa, al oeste de Ciudad Guayana.

El coordinador de esta fundación, Roberto Martínez, señaló que durante la jornada se rememoraron los hechos ocurridos antes, durante y después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, en la que el general Augusto Pinochet tomó por la fuerza el poder de manos del presidente legítimamente electo Salvador Allende.

Tras este golpe, Chile se vio sumida por 17 años en una atroz dictadura que violó todos los derechos humanos en nombre de la "libertad económica" promovida por grupos neoliberales radicados en Estados Unidos y la clase pudiente chiliena.

Recordó que en ese momento la derecha norteamericana y sus corporaciones veían en los gobiernos latinoamericanos de izquierda una "amenaza" a su hemegomonía sobre lo que consideraban su "patio trasero".

"Hoy estamos reunidos en este lugar para rendir homenaje a las víctimas que dejó el golpe de Estado y la dictadura que se estableció ese 11 de septiembre de 1973", explicó.

Recordó que el dictador Pinochet ordenó el encarcelamiento y muerte de miles de jóvenes estudiantes, líderes sindicales, trabajadores, amas de casa, políticos, periodistas y muchos otros chilenos que defendían los ideales de justicia social.

Martínez detalló que la Fundación Salvador Allende fue fundada originalmente por nacionales chilenos que fueron acogidos por el pueblo venezolano tras huir de la dictadura de Augusto Pinochet.

Con el tiempo, se sumaron a este movimiento miles de venezolanos, así como hijos de chilenos nacidos en nuestro país. A la fecha la fundación tiene tres sedes en Caracas, Valencia y Ciudad Guayana.

Entre sus objetivos destacan divulgar la situación política y social vivida por los chilenos a partir del derrocamiento de Salvador Allende, así como difundir los valores humanistas y democráticos de Salvador Allende y orientar a las nuevas generaciones sobre el peligro que representan las dictaduras militares para los pueblos.

Al respecto, recordó que el golpe de 1973 fue resultado de un conjunto de acciones emprendidas por empresarios y la clase alta y media, que en rechazo a la elección de Allende como presidente fomentaron la inflación y el estacamiento de la economía.

Esto llevó a una situación de desabastecimiento y encarecimiento de la vida que generó gran descontento social, lo que fue aprovechado por los militares encabezados por Augusto Pinochet para justificar el derrocamiento de Allende.

Durante los años posteriores surgieron numerosos documentos que avalaron el apoyo que el Departamento de Estado de Estados Unidos dio a este golpe, pues para ellos era importante contar con un aliado de derecha que contrarrestara la influencia de la ideología de izquierda en Suramérica.

"Vemos cómo Estados Unidos ha tratado de aplicar aquí el mismo libreto que dio paso al golpe de 1973 en nuestro país. Pero esto ha fracasado porque el pueblo venezolano tiene una gran conciencia política", consideró Claudio Gómez, quien tras huir de Chile se estableció en Ciudad Guayana y hoy tiene 3 hijos y 7 nietos nacidos en Venezuela.

Por su parte Patricio Ramírez, quien también formó familia en Venezuela tras llegar en 1974 a nuestro país, agradeció la bondad del pueblo venezolano que ha recibido a hermanos de otros pueblos en momentos de máxima necesidad.

"Venezuela tiene un pueblo noble y por eso este país está destinado a seguir iluminando el rumbo de América Latina. Vemos en el legado de Simón Bolívar mucho de los ideales que en su momento defendió Allende", manifestó.