Todo el que ingresa a las instalaciones de Industrias Diana debe hablar duro para que el otro lo escuche.
El ruido de las seis calderas prendidas que proporcionan la energía básica para poner en funcionamiento toda la maquinaria de esta industria fabricante de aceite comestible, manteca vegetal y jabones, está presente las 24 horas de todos los días.
“Empresa que tenga las calderas apagadas, está muerta”, dice Ángel Saldeño Armas, el coronel del Ejército que está al frente de un batallón conformado por 1.300 trabajadores distribuidos en Valencia (sede central), Casigua El Cubo (Zul) y Turén (Por).
Saldeño Armas nos hizo pasar a la sala de juntas donde revisan los numeritos de producción.
Destacan entre papeles y celulares, los nuevos productos que lanzarán al mercado en las próximas horas.
“Este aceite de curcuma saldrá antes de diciembre; especial para las hallacas porque ya viene con el color onoteado”, apuntó Saldeño Armas.
