25-08-18.-"Gracias a mi familia y amigos pude hacerme los tratamientos oncológicos, porque una quimioterapia cuesta más o menos 200 dólares. Aquí en Venezuela no se encuentran los medicamentos y tampoco realizan las operaciones en los hospitales públicos por falta de insumos. La operación que necesito sale en 700 dólares, yo no tengo cómo pagar eso", dijo Víctor Martínez, paciente con cáncer de colon.

Esta declaración la realizó en conjunto con representantes de ONG y fundaciones de pacientes con enfermedades crónicas en el estado Lara, quienes afirmaron que la reconversión y el aumento del salario mínimo les traerá más dificultades económicas, porque consideran que la hiperinflación avanzará más rápido.

"Vivimos dos grandes problemas: la grave crisis humanitaria donde a los pacientes se nos termina de condenar a la muerte por las medidas económicas que se han dado. El Gobierno se esfuerza por decir y asumir, pero no resuelve. Incluso no hay medicinas para patologías menos graves", afirmó Víctor Martínez.

Explicó que no hay servicios activos de radiología en los centros de salud públicos y los costos en las instituciones privadas son elevados.

"No tenemos recursos para pagar los tratamientos en clínicas y mucho menos para comprar medicamentos fuera del país. Desde diciembre ando con todos mis documentos en una carpeta para solicitar la operación que amerito en el Hospital Pastor Oropeza (Ivss), pero no los han querido recibir", detalló Martínez.

En su caso, debe realizarse una intervención quirúrgica para colocarle una colostomía que usará de por vida.

"Se están muriendo los pacientes oncológicos de mengua, en sus casas", dijo.

El padre Alfonzo Maldonado, de la Vicaría de Derechos Humanos, pidió a los gobernantes que apelen a su conciencia cristiana para hacer lo necesario en beneficio de los más vulnerables, en este caso, los enfermos sin atención.

Sobreviven gracias a donaciones

Raiza Farnataro, de la Fundación Conciencia por la vida, explicó que gracias al donativo de Aid for Aids, han recibido medicamentos a través de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

"Teníamos seis meses sin Viraday, pero ya llegó un donativo. Hemos atendido a los pacientes registrados en el Hospital Pastor Oropeza, del Seguro Social; sin embargo, aunque pedimos la lista, no nos entregaron la data a tiempo para la requisición de medicamentos", denunció Farnataro.

Con las nuevas medidas económicas, se preguntan ahora cómo harán y si podrán viajar a Colombia para adquirir los tratamientos antirretrovirales que mantienen su salud estable.

En ocho meses, dijo que han muerto 85 pacientes con VIH.

"La semana pasada murió una bebé de tres meses… no se le pudo realizar la prueba de PCR para saber si tenía VIH", agregó.

Rogó al Estado y al ministro de salud para que compren los medicamentos que necesitan los pacientes con enfermedades crónicas para vivir.

"Están violando los artículos 83 y 84 de la Constitución de la República", acotó.

Recordó que la sede de Pronasida fue mudada desde el Hospital Central Universitario Antonio María Pineda a la sede del programa regional de salud de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), ubicado en la carrera 15, entre calles 31 y 32 de Barquisimeto.

Anulados por excesos de temblores

Los pacientes con Parkinson también padecen la escasez de medicamentos. Isaías Anzola explicó que durante el año 2018 han fallecido cinco pacientes con esta enfermedad, pero lo más grave es la disminución en la calidad de vida de quienes llevaban una vida normal, gracias al tratamiento médico y ahora no pueden.

"El 70 % de los integrantes de FundaParkinson están anulados porque sufren excesos de temblores", informó Anzola.

Gretna El Halabi, de la ONG Mapani, hizo un llamado al Estado para que cumpla con su responsabilidad, porque las fundaciones no pueden atender a todos los pacientes crónicos del país.

"Es urgente la ayuda humanitaria, estamos colapsados y eso nos preocupa", concluyó El Halabi.