Escribía no hace mucho, que el Servicio de Neurología del Hospital Central de San Cristóbal, como subespecialidad o superespecialidad de la Medicina Interna, era de los más antiguos del Hospital, datando de los crepusculares años sesenta, centuria pasada. Inició con la presencia y desempeño entusiasta, de nuestra siempre recordada Dra. Alba Marina Romero de Villamizar, adscrita al IVSS y al MinSAS de aquél entonces, ambos al simultáneo, en el seno de nuestro Hospital.
En paralelo se desarrollaba la Unidad o Laboratorio de Electroencefalografía con un viejo polígrafo Siemens de papel, posteriormente reemplazado por otro más moderno, igualmente de papel, y finalmente en estos últimos años, desde inicios del Siglo XXI por los modernos equipos digitales Neuronica, provenientes del convenio Cuba Venezuela, de altísimo desempeño. Consta hoy el Laboratorio o Unidad de Neurofisiología básicamente de un equipo de gabinete de EEG, con video EEG; un equipo portátil para realizar estudios en las salas de hospitalización, de ser necesario; y un equipo de Potenciales evocados cerebrales.
Todos estos equipos estuvieron funcionales y activos hasta los años prepandémicos (2018-2019), pero luego del inicio de la misma, se vinieron a menos por la falta del excelente mantenimiento preventivo y correctivo que ofertaba la compañía al requerimiento necesario, de manera rápida y programada. Al momento actual hay un colapso absoluto de la Unidad por el daño a los equipos, propiciado por un factor ambiental deletéreo, con el deterioro progresivo y feroz del ambiente físico, hoy en total abandono, y la falta de mantenimiento por parte de la compañía proveedora de los equipos.
Y hago un alto, quebrando una lanza por tal compañía. Como enantes mencioné el mantenimiento fue adecuado, brillante, hasta 2017; luego de ello se confabuló una doble causal para entrar en la debacle: por una parte la pandemia que obstaculizó los traslados del personal de mantenimiento y por otra parte la centralización, mediante un escalón burocrático adicional, a través de una Dirección General de Tecnología y Regulación en Salud, del Ministerio del Poder Popular para la Salud.
Esta nueva dirección debe coordinar los traslados de los técnicos y debería encargarse de viáticos, traslados, pasajes, etc. concernientes a ello, cuestión de lo que anteriormente no nos ocupábamos; bastaba llamar y los técnicos e ingenieros cubanos acudían prestamente al llamado.
Actualmente luego de año y medio de insistencia al parecer van a trasladarse pero la Dirección del Hospital a través de la Corporación de Salud debe contribuir con el traslado y los viáticos…Amanecerá y veremos.
Por otra parte apuntaba al deterioro total del espacio físico, hoy derruído por filtraciones, deterioro de instalaciones eléctricas, y falta de mantenimiento general que ha sido imposible corregir a pesar de las múltiples solicitudes y denuncias.
Aspiramos un rescate total de este Laboratorio de alto funcionamiento con la reconstrucción del espacio físico, el mantenimiento y recuperación total de los equipos, la renovación del contrato de los Neurólogos (2) y Técnicos recordistas (2), para reinaugurarlo próximamente bajo el epónimo de la Dra. Alba Marina Romero de Villamizar.
Coincidencialmente o mejor bajo el amparo de la Sincronicidad a la cual me apego desde hace muchos años, en la firme creencia de éste epifenómeno, hoy día, la Presidencia de la Corporación de Salud y de la Dirección General del Hospital está bajo la égida de sendos Neurocirujanos.
Confiamos, para este urgente rescate, en los ahora llamados Bricomiles…
Finalmente palabra aparte y tema de próximo artículo recordaremos todo lo concerniente a la imagenología a nivel público en el Estado…desde los equipos simples de Rx, pasando por los tomógrafos, hasta el equipo de Resonancia Magnética hoy totalmente abandonados.
Neurólogo MTSVN
Hospital Central de San Cristóbal
Diciembre 2022