DEL «Vivo» al «Bobo»

Aunque según el CNE, la campaña para las elecciones parlamentarias de Venezuela se inició el 03 de noviembre, desde hace mucho la gente puede ver la propaganda de los candidatos en las redes. El CNE lo sabe, pero como con el abuso en el uso de recursos del Estado o el descaro del propio Maduro cuando hace campaña en sus alocuciones por sus candidatos, el CNE se hizo de Shakira: ciego, sordo y mudo. Un sector de la oposición decidió una participación de «closet»: lleva candidatos pero nadie saben quiénes son. La otra vuelve a su ya derrotada estrategia abstencionista. No me queda dudas de que lo que ocurra en esta campaña será ocupado por lo que hagan y deshagan los candidatos del PSUV. En el Zulia, en el circuito 4 de Maracaibo, puede ser diferente. Allí salieron a la carrera dos candidatos que supuestamente pertenecen a la misma ideología chavista: uno del PSUV (Fidel Madroñero) y el otro del PCV (One Soto). Yo no me voy a meter en ese peo de por qué unos chavistas (que dicen creer el proyecto de Chávez) se separaron de otros chavistas (que también siguen a Chávez). Yo quiero hablar de otra vaina. Para esto me tomaré la libertad de llamar a Fidel «El vivo» y a One, «El bobo». Ya les voy a explicar por qué.

El día 22 de octubre circuló por las redes la noticia de que un par de candidatos del PCV (un principal y una suplente del voto lista) renunciaban a su postulación por parte de la APR para apoyar al PSUV. En seguida se produjo una rueda de prensa frente al CNE con más periodistas que candidatos, notas de prensa y videitos por redes. Cuando vi las declaraciones del renunciante me di cuenta de que estaba frente a la auténtica presencia de la estrategia de «el vivo y el bobo». En el «argot» popular llamamos «vivo» a esa persona que cree que se las sabe todas y que su astucia (para lo bueno y, sobre todo, para lo malo) no tiene límites. El «bobo» es aquel inocentón que se cree que en el mundo todos somos buenos y actuamos conforme a esa bondad. Pues, tal cual: Madroñero, «el vivo»; One, «el bobo».

La rueda de prensa que le montaron al postulado renunicante (Augusto Villalobos) fue demasiado montaje. Demasiado. Villalobos iba por el voto lista en el puesto 13. Ni con un milagro tenía la oportunidad de salir electo. Era el propio «peor es nada» de la lista. Su presencia o su ausencia no interfiere, en absoluto, en la dinámica electoral de esta agrupación. Sin embargo, el montaje de la rueda de prensa quiere hacer percibir que tiene alguna importancia real. Primer «vivismo». Por otro lado, toda la información que circula lo relaciona con el PCV, cuando el realidad Villalobos viene de las filas del PPT. Así que su renuncia no fue otra verga que un salto adelante. De allí que su esfuerzo de «ligarlo» al PCV no es otra estrategia que la de desprestigiar la candidatura del «bobo» (One). Esa intención queda plenamente confirmada en sus propias declaraciones: a pesar de que Villalobos no iba postulado por ningún circuito y, entonces, su renuncia solo podía interpretarse como un apoyo al PSUV, en general como partido, este se afinca en dejar claro que apoyará, expresamente, al «vivo». Sí, entre los 12 candidatos que tiene el PSUV, precisamente se refiere (por nombre y apellido) al «vivo». Además, las declaraciones las da en compañía de su jefa de campaña (Egda Vílchez).

¡Demasiado vivismo, pana!

Pero esto no termina aquí. Además el renunciante acusa al «bobo» y amenaza con llevarlo a la Fiscalía porque, según él, está financiado por la CIA. Lo curioso es que a pesar de que, supuestamente, Villalobos se presenta como militante del PCV (que no lo es) ni siguiera conoce el nombre del «bobo»: Villalobos dice que «Enne Soto» y, un periodista le corrige, diciéndole «One» y Villalobos corrige rápido (y corrige mal) diciendo «Onne Soto». ¡Qué pena!. Luego dice que One está siendo financiado por algo así llamado «ORSAI» (tampoco sabe pronunciarlo porque quiso decir «USAID») y (otra vez) salta un periodista (de seguro el mismo) y lo corrige y le dice «USAID». Sin embargo, Villalobos (que de seguro, no se preparó para este papelito) sigue pronunciándolo mal, una y otra vez. Tampoco se entiende esa explicación que da Villalobos de que la CIA financia a One (que es del PCV) para dividir al PSUV, es decir, ¿cómo One, desde el PCV, puede lograr dividir al PSUV, desde el PCV? Todo es evidentemente retorcido y dejan huella de todo este montaje por todos lados. Es que se creen muy «vivos».

En el circuito 4 de Maracaibo estamos ante una campaña electoral donde habrá coñaza. Fidel, «el vivo», quiso hacer una campaña en la que se ocultará y no se hablará de su opulencia, de su ropa de marca, de las bicicletas costosísima y teléfonos que regala, de los miles de dólares que está gastando (¿de dónde los saca?) en comprar almas. Como eso era imposible y olla podrida se huele a lo lejos, intenta arrastrar al One Soto. Yo no voy a dudar que «el bobo» esté recibiendo plata de alguien. Dinero para hacer campaña siempre hace falta. Ahora bien, el cuento del financiamiento de la CIA es el cuento más «bobo» (o peligroso) que se pudo inventar el «vivo». De todos modos, que se cuide One Soto. Cuando se es capaz de inventar tamaña «bobería» creyendo que es ingeniosa, no cabe dudas de que hay más «vivezas» escondidas y guardaítas para los próximos días. Si no se tiene vergüenza alguna en mostrar, mallas deportivas, franelas y zapatos deportivos carísimos en barrios en donde los jóvenes andan en cotizas, se puede creer que se es el «vivo» más vivo de esta tierra. Que se cuide el «bobo», entonces. Tener tantos dólares mal habidos no te hace más inteligente, pero sí te puede hacer más malo. Como todo ahorita en Venezuela: los escrúpulos también se dolarizan.
 



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