Bolívar y Chávez

A continuación las palabras que dirigí como coordinador de organización del Equipo Político de San Cristóbal, Parroquia Pedro María Morante el domingo 25 de agosto en el Liceo Simón Bolívar:

Estimados camaradas milicianos. Estimados miembros de la Gloriosa Fuerzas Armadas Bolivarianas venezolana. Estimados hijos e hijas de Bolívar y de Chávez. Agradezco el haberme permitido compartir con el glorioso y bravío mundo de la milicia esta corta y sentida reflexión.

Todo encuentro con los hombres y mujeres que tienen bajo su responsabilidad la honrosa, compleja, heroica y titánica tarea de garantizar la Seguridad y la Defensa Integral de la Nación en todos los escenarios de la vida, inevitablemente aparece en la mente de los presentes el pensamiento y el actuar de figuras emblemáticas, como Bolívar y Chávez. Seres humanos que dejaron huellas y recuerdos imborrables, que el tiempo es incapaz, y se haya impotente, de desaparecer o de ignorar, más por el contrario empuja y multiplica como si viento fuesen esas ideas para que las generaciones del futuro, nutran sus conciencias, templen de acero su valor, espiritualicen sus corazones, hagan de la justicia una profesión de fe y de lealtad, construyan más temprano que tarde, como lo dijo el poeta, la gran patria de la especie humana y la conviertan en un inmenso recinto donde reine hasta siempre la independencia, la autodeterminación, el ejercicio pleno de la soberanía, la seguridad, el bien común, la justicia y la dignidad.

Bolívar y Chávez son la unidad en la diversidad. Son humanos que los distingue asombrosos elementos comunes. Seres poseedores de inusual inteligencia, de amor a la vida, de desprendimiento por lo material, con don de gente, humilde, sencilla, amena, graciosa, sensible, enemiga de la injusticia y la explotación, ambos apasionados justicieros, generosos, talento infatigable y soñadores, sólo por citar algunas de las cualidades. Seres humanos con grandes capacidades para entender y enfrentar con atino los fenómenos políticos, sociales, económicos, culturales, ambientales en el mundo de lo local y lo internacional.

Bolívar y Chávez son frutos de esta inmensa madre que tiene como nombre: VENEZUELA. Esta tierra de gracia, bendecida por la naturaleza por mandato del Ser Supremo. Una tierra que entre más la asedian y la acosan bota de sus entrañas los más extraños y codiciadas riquezas que enloquecen a los codiciosos, los enferma y los empuja por los caminos del "vivir muriendo", frase esta que socializó el comandante eterno Hugo Chávez por los pueblos que van del Norte al Sur, del Este al Oeste, desde los ríos hasta costa y de la costa a la montaña.

Venezuela es más que riqueza material eso lo sabía Bolívar y Chávez. Los hombres y mujeres de esta patria nacieron para triunfar. A esta patria nadie la amilana. Las dificultades le multiplican su fortaleza y sabiduría. En esta tierra enigmática todos piensan. Hasta nuestras selvas piensan. Selvas que cuidan lo que quieren y destruyen a los adversarios. Con Bolívar y Chávez se observó de manera prístina de que estamos hechos, pero antes de ellos, lo supimos con el Negro Miguel en Buría, Andrés López en 1.730, Juan Francisco de León en 1749, José Leonardo Chirinos en Coro en 1795, conspiraciones libertarias como la de Pedro Gual y José maría España en 1797, incursiones navales independentistas como la del Precursor de la Independencia Francisco de Miranda por Coro en 1806, como lo dijere Brito García en su trabajo "Para Comprender y Querer a Venezuela". Nacimos para enfrentar a los imperios, toda forma de colonialismo.

Los venezolanos vencieron el colonialismo propiamente que impuso el imperio español, un coloso que llenó de sangre y miseria a nuestro pueblo, pero que este lo venció y lo humilló. Los venezolanos y venezolanas vencieron al neocolonialismo que impusieron los británicos que se vieron obligados a abandonar el país, no pudiendo lograr sus perversos objetivos. El indomable pueblo venezolano los venció con su sapiencia y su tolerancia de saber esperar. Los venezolanos y venezolanas vencieron al tardo colonialismo impuesto por los Estado Unidos. Lucha que aún está en pleno desarrollo con un proceso de consolidación del liderazgo venezolano a escala mundial que se expresa de múltiples maneras. Hace poco en la reunión del Movimiento de los Países no Alineados, que lo conforman 120 países; luego el Foro de Sao Paulo, y ahora los pueblos del mundo firmando NO más TRUMP. Son pruebas irrefutables, públicas y notorias que demuestran como nuestra nación se ha crecido en las dificultades, y ha alcanzado un liderazgo mundial que brilla con luz propia, como lo hizo Bolívar en su momento y Hugo Chávez Fría.

La guerra contra el imperio español le costó sólo a Venezuela más de 300.000 muertos, miles de heridos y discapacitados. Ese saldo de muertos y heridos no lo tuvo otro país. El pueblo de venezolano es indómito. Llevamos dos luchas contra los imperios ganadas y la otra está en transito. Los pueblos del mundo están asombrados de tanta resistencia y rebeldía. Ese espíritu de enfrentar a los colosos imperiales es muy venezolano. El estado de conciencia desarrollado desde Chávez es asombroso. Chávez lo acrecentó, lo multiplicó como los vientos. No estamos solos. Los pueblos que luchan contra el imperialismo que dirige los Estados Unidos saben lo que les llegará sino se unifica fuerzas y si el combate no se mundializa. Los países que han alcanzado musculatura en la ciencia, la tecnología, las finanzas, en la economía en el uso de los servicios públicos saben que los EEUU si agarra más fuerza irán por ellos, Hasta Europa y Japón aliados lo reconocen

Hay otro elemento común en estos extraordinarios seres humanos, su inquebrantable y solida postura Anti imperialista. Bolívar y Chávez recorrieron sus ideas al mundo como fantasmas. Sus ideas y sus acciones apabullaron a las fuerzas imperiales de su momento. Las ideas de estos dos hombres convulsionaron y transformaron su tiempo con sus audaces y luminosos pensamientos y sus actuaciones colmadas de emancipación y libertad.

Bolívar y Chaves fueron forjadores de conciencia patria. Patria hibrida, multiétnica, multicultural, pequeño genero humano como lo dijese el Libertador en la Carta de Jamaica.

El 9 de enero de 1817 en el Cuartel General del Tuy, Bolívar dice a los caraqueños.

"Caraqueños: el periodo de la tiranía ha terminado. Nuestros soldados son invencibles y debéis recibirlos como a vuestros protectores. No los temáis.

Yo vuelo a la cabeza de mis compañeros de armas a romper vuestras cadenas. Ya no habrá más esclavos en Venezuela. Todos los ciudadanos serán igual ante la ley. La cruel España no reinará más tiempo en nuestras comarcas. Seremos para siempre libres, iguales e independientes"

Ese fue Bolívar, un enamorado a carta cabal de la libertad, la igualdad y la independencia. Por esos ideales consumó su vida por los venezolanos, los colombianos, los peruanos, bolivianos y ecuatorianos, pudiendo ir más allá, pero los efectos de la guerra debilitan los cuerpos, y más donde la lucha no solo fue contra los españoles y las oligarquías criollas a favor de la causa imperial, sino también contra la Iglesia y los latigazos del ambiente donde se libraban las luchas, el paso por la Cordillera de los Andes, cada vez que era necesario ida y vuelta.

Este evento es oportuno para recordar parte de la carta que Bolívar le envió a Simón Rodríguez, el 19 de enero de 1824 desde Pativilca, que bien pudiera ser la misma, con palabras más, o palabras menos, que uno de nosotros, o el pueblo venezolano, como un todo único, le envía a Bolívar y a Chávez:

"…Vd., maestro mío, cuanto debe haberme contemplado de cerca aunque colocado a tanta remota distancia. Con qué avidez habrá seguido Vd mis pasos; estos pasos dirigidos muy anticipadamente por Vd. mismo. Vd. formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que Vd. me señaló. Vd. fue mi piloto aunque sentado sobre una de las Playas de Europa. No puede Vd. figurarse cuan hondamente se han grabado en mi corazón las lecciones que Vd. me ha dado: no he podido jamás borrar siquiera una coma de las grandes sentencias que Vd. me ha regalado. Siempre presentes a mis ojos intelectuales las he seguido como guías infalibles. En fin, Vd. ha visto mi conducta; Vd. ha visto mis pensamientos escritos, mi alma pintada en el papel, y Vd. no habrá dejado de decirse: todo esto es mío, yo sembré esta planta, yo la regué, yo la enderecé tierna, ahora robusta, fuerte y fructífera, he aquí sus frutos; ello son míos, yo voy a saborearlos en el jardín que planté; voy a gozar de la sombra de sus brazos amigos, porque mi derecho es imprescriptible, privativo a todo…"

Así como Bolívar reconoció con la humildad, y la verdad que lo caracterizó en sus escritos sobre la influencia de su gran maestro en su lucha por la independencia definitiva de nuestra América, nos corresponde a nosotros reconocer con humildad el legado recibido por Chávez que lleva consigo el legado de Bolívar. ¡Cuánto legado nos dejó estos seres humanos de bien! ¡Cuánto ideales hechos de acero indestructible quedó en nuestras conciencias! He allí la importancia de estos eventos.

¿Qué razones hay para sentirnos con beneplácito orgullo Chavista? Hay abundantes motivos para serlo. Su carácter y naturaleza revolucionaria. Nos dice Farruco sexto, opinión que se comparte, en obra de su autoría ¿por qué soy chavista? "Una sociedad revolucionaria es una sociedad despierta, activa, dotada de una inconformidad que no le permite, en el caso de sus éxitos, dormirse sobre los laureles, pero a la que tampoco le afectan tanto los fracasos ni la derrotas, sobre las cuales puede siempre redimensionar el camino"

Su innata visión estratégica. Su capacidad por percibir lo que está más allá del presente, determinar las dificultades y las oportunidades al igual que las amenazas y las fortalezas para construir lo que se quiere construir y enfrentar lo que es necesario enfrentar.

Su respeto a la diversidad, la aceptación de las diferencia, la comprensión de que cada uno de quienes conforman la sociedad son únicos e irrepetibles, el relacionamiento mediante la complementariedad, que cada quien tiene su propia identidad y esa suma de identidades le otorgan identidad a la nación.

Su pasión por la justicia. De la dignidad que la justicia lleva consigo. De su empeño de que las actuaciones, decisiones y normas estén en correspondencia con los principios y valores de la Suprema Carta Política del país, nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. La justicia que asegure el trato desigual a los desiguales para lograr la equidad, el respeto y la concreción que todos somos iguales ante la Ley. Y no la justicia concebida como relato y contradictoria en lo hechos con lo que se predica.

Su carácter estético de la vida. Lo estético concebido como sensibilidad hacia los valores individuales y colectivos. De reconocer el pedazo de cielo que cada quien lleva consigo. Su deseo innato, pero enlodado por la sociedad del capital, de encontrarnos con el equilibrio, la simetría, unas relaciones comunitarias con sentido y destino hacia el bien común, la justicia social, la dignidad colectiva, donde priven los intereses generales sobre la vanidad y los intereses egoístas.

La predilección de Chávez por la verdad. La verdad que debe caracterizar al respeto, que debe privar en las relaciones con nosotros mismos y con los demás. La mentira como su antónimo es contaminación, desequilibrio, manipulación e irrespeto. La sociedad del irrespeto es el caos, es la sociedad del bochinche como lo dijese con asombroso tino Francisco de Miranda.

Su amor por la memoria colectiva. La memoria colectiva significa encontrarnos y valorar nuestras raíces, de donde vinimos, ese largo pasado que está mucho más allá de la fecha de nuestro nacimiento y la de nuestro padre y madre. La memoria colectiva representa la memoria de miles de años, una cadena que no se rompe a pesar de los intentos constante de las fuerzas destructivas imperiales de romperlas. "Una sociedad que le de valor a su memoria colectiva, no incurrirá en errores pasados, no recorrerá caminos ya andados y, sobre todo no se despersonalizará"

Su profunda sensibilidad social. Nunca habrá felicidad cabal mientras haya la desdicha y la infelicidad de los sectores socialmente mayoritarios. La felicidad individual es una ficción, porque es insegura, está asechada por la infelicidad de los demás. La vida humana no es una relación de yo con yo, son relaciones que se tejen con nuestros pares, con la sociedad y la especie humana. La sensibilidad es la capacidad de reconocer sin egoísmo lo bello, lo extraordinario, la indignación por todo aquello que sea injusto, la construcción de lo útil y lo necesario, reconocer la poesía de la flora y la fauna, de los ríos y los océanos, del viento y la lluvia.

Su desprendimiento. El desinterés personal, la voluntad de entrega, la generosidad son valores básicos para el logro de una sociedad donde prive la sencillez, lo esencial y no la apariencia.

La conciencia de la productividad, el saber trabajar, el Bien vivir y no del vivir mejor sustentado sólo en las riquezas materiales; en la primacía de la agricultura y la industria, la ciencia y la técnica para el servicio de todas y todos y no de grupos reducidos; el buen aprovechamiento del agua y de los recursos naturales.

Su convicción integracionista, la misma de Bolívar. Sabia que la integración más que económica tenía que ser social. La integración de la justicia, de los valores superiores y de los principios, del amor por la humanidad, de la dignidad y de la paz. La integración de los pueblos, del mandar obedeciendo, del vivir viviendo y no del vivir muriendo. La integración de la solidaridad de la responsabilidad social y de la cooperación.

Su convicción por el socialismo donde la dignidad sea su fase superior, la vida sea una prioridad, se procure llegar los acuerdos por consenso, el equilibrio con la naturaleza esté garantizado. Un sistema que tenga como costumbre a escuchar a los mayores, enseñe a todas y todos a danzar, beber, comer a comunicarse, a trabajar en reciprocidad, a no robar ni mentir, proteja a las semillas, respete a las mujeres, priorice los derechos cósmicos, entre otros. El socialismo como comuna, sociedad que garantiza el bienestar y la prosperidad de todos y no la de siempre que representa a penas el 1%.

Su indoblegable carácter anti imperialista. Chávez inició desde su posición de Jefe de Estado su lucha anti imperialista cuando impulso la Asamblea Constituyente Originaria y esta concluyó uno de sus principales objetivos como fue la creación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Su férrea convicción de construir una república independiente, soberana, capaz de auto determinarse para contrariar en combatir tenazmente los intereses y deseos de dependencia y subordinación de cualquier fuerza imperial. Ningún Imperio permite que los países que están sometidos a sus designios y mandatos se auto determine y se independice. Ningún imperio permite que los demás piensen con cabeza propia, y gobiernen sus propios destinos. Chávez fue en ese sentido un hombre leal con sus sueños, él entendió que la unidad cívico militar es la columna vertebral para enfrentar los desafíos y los ataques oprobiosos del sistema imperial.

Chávez entendió que ningún país por si solo puede salir librado en las batallas contra el imperio. Entendió la necesidad de articular políticas de encuentro, de articulación, de integración y de cohesión con todos los países del sur. Entendió que sólo mediante el multicentrismo y el mundo pluripolar se puede llegar a hacer realidad los anhelos de justicia, de igualdad y de libertad plena. Comprendió que el trabajo liberador es la principal herramienta para la liberación de los trabajadores y la eliminación de todo régimen de explotación. Entendió que los trabajadores son el principal sujeto social de la revolución. Entendió que la comprensión y el uso de la historia era un medio fundamental para que los pueblos conocieran de mejor manera su pasado, ese largo ayer oculto por los sistemas dominantes, donde se esconde la explotación de las generaciones pasadas, las que conforman nuestro árbol genealógico y la de los demás, de quienes están presentes en este acto y no lo están. Entendió que la creación de instancias de integración internacional era vital para los procesos de concienciación, de implementación de políticas de inclusión, de complementariedad entre los pueblos, como maneras de enfrentar las acciones de lesa humanidad del imperio y sus lacayos. De allí el Alba, Petrocaribe, el impulso de una moneda única, del Banco del Sur, el Bolívar Petro y el Bolívar Oro, de otros tantos mecanismos de integración impulsados por Chávez, como en época pasada lo hizo Bolívar para enfrentar al imperio español y lo hizo Cipriano Castro para darle un parao a los Británicos. Entendió que solo mediante la democracia participativa y protagónica podemos salvar al planeta y podemos hacer un mundo de dicha y felicidad plena con un ser individual y colectivo regocijado.

Chávez se convirtió en un líder mundial, porque develó toda la estructura oprobiosa de explotación, dominación y control social impuesto por los países occidentales, que resultaron vencedores de la II Guerra Mundial crearon la más horripilante arquitectura mundial de dominación. Que son las mismas las que actúan en todos los continentes. Las que actúan en Asia, África, Europa, Oceanía, América.

Chávez fue enfático, como enfático fue Carlos Marx en su época, de dejar descubierto el cinismo del sistema capitalista, de pretender apropiarse y de monopolizar conceptos que le pertenecen al pueblo y no a un sistema discriminatorio, injusto anti igualitario, no solidario e indigno como lo ha sido y es el sistema capitalista. El sistema capitalista se apropió, como es su costumbre de lo ajeno. Se apoderó de la democracia, la libertad, la solidaridad, el bien común, la seguridad y la igualdad, la paz y los derechos humanos, el pluralismo político y la dignidad. No hay un sistema más enemigo de los valores y derechos enunciados que el capitalismo. En ese sistema no es posible la democracia entendida como el gobierno del pueblo, con el pueblo y para el pueblo. No es posible la paz, porque su esencia y naturaleza es la guerra, la expoliación de las riquezas de los demás. Cómo es posible que el sistema capitalista que construyó 76 bases militares en las costas y el mar de América latina y el Caribe y 1116 en todo el planeta tenga el cinismo de decir ser el padre de la paz y la libertad. Cómo es posible que un sistema que ha sido el propulsor y responsable, desde el fin de la II Guerra Mundial hasta 1992 o sea hasta 17 años atrás, de 149 guerras en todo el mundo con un resultado de 23 millones de muertos se publicite como el amigo y amante de la paz. Cómo es posible que el sistema capitalista el responsable del bloqueo económico y financiero contra Venezuela, el que amenaza de hacernos un bloqueo naval, el que impide a la corporaciones y gobiernos del mundo vendernos alimentos y comida tenga la desvergüenza y la desfachatez de decirse democrático, pacifico, seguro, amigo, solidario y estar sentado a la derecha de nuestro padre celestial. Eso se llama Mentira y cinismo puro y llano.

Chávez ha sido el único Político del mundo, Político con P mayúscula, que llamó a George Busch ex presidente de EEUU Pendejo, Asesino, Terrorista, Cuatrero del Oeste, Mister Danger, Pavoso, Canalla el Beodo de la Casa Blanca. Y eso el Imperialismo no se lo perdona a Chávez ni al pueblo venezolano, el que puso los puntos sobre las íes y dijo sin tapujos lo que éticamente era necesario decir.

Venezuela procura el Estado democrático y social de derecho y de justicia y eso es un aporte de Chávez. Una democracia que no sólo se circunscriba en el derecho a votar, de elegir y ser elegido, sino en el respeto. El respeto a oír, el respeto al derecho de la defensa y el debido proceso, el respeto aun ambiente limpio y sin contaminación, el respeto a la vida, al género, a la equidad a la justicia, a la dignidad, a la paz. El respeto en todos sus sentidos y manifestaciones. Un Estado social que protege a los débiles económicos a los marginados y los vulnerables. Un Estado que garantiza con sus actuaciones de hacer los derechos a la salud, el trabajo, la seguridad social, los derechos de la familia, la educación. Un Estado de derechos más que de derecho donde gobiernen los principios y los valores, y cuando halla una confrontación entre principios y el derecho gane los principios y pierda el derecho. Un Estado de justicia donde gobierne la dignidad. La dignidad de tener vivienda digna, trabajo digno, alimentación digna, salud digna y hasta un morir digno.

Camaradas milicianos y milicianas. La patria hoy está asechada injustamente. Nuestro pecado es luchar por hacer realidad nuestros sueños por una vida mejor, construir la sociedad que decidimos construir cuyas líneas maestras están en nuestra Constitución, el Plan de la Patria, las leyes del Poder Popular, el libro azul y el libro rojo. Porque luchamos para que el Planeta Tierra no sea convertido en un campo de concentración. Nos acosan porque queremos ser nosotros y no otros, porque tenemos unas fuerzas armadas bolivarianas y chavistas profundamente socialistas, anti imperialistas y revolucionaria, porque creemos en los poderes creadores del pueblo. Se nos ataca porque combatimos al narcotráfico y a los paramilitares. Se nos ofende porque señalamos a los responsables de tantas tropelías y hechos macabros. Se nos señala como enemigos de la vida porque aspiramos a construir el cielo en la tierra.

Camaradas milicianos y señalamos tenemos un legado de hombres y mujeres que no sólo fueron ejemplo por sus pensamientos y actuaciones para el pueblo venezolano, sino para todos los pueblos del mundo. Bolívar fue considerado por la BBC de Londres como el guerrero, el combatiente, el pensador Político, el militar, el Estadista más importante del siglo XIX. Y Chávez es reconocido entre los Políticos e intelectuales más brillante y con luz propia del Planeta. Está en la lista donde se encuentra Joao Pedro Stedile, Laurent Gbagbo, Maidanda Amadou, Emir Sader, Ahmed Ben Bella, Halidoud Ouédraogo, entre otros.

Como colofón, necesario recordar que somos el país que posee una lista de hombres y mujeres que regaron las semillas de su ímpetu, valentía, amor por la vida y la patria como pocos han hecho en este transitar rápido por este mundo además de Bolívar y Chávez tenemos a Miranda, Sucre, Germán Rocío, Piar, Ribas, El Negro Primero, Luisa Cáceres y más de un centenar invisivilizados por las fuerzas oscurantistas y visibilizados en revolución. Tenemos el legado del Cacique Chiparapa quien comandó una rebelión de caribes y otomacos en Guárico.

Aprovecho esta oportunidad para recordar la vida y obra de Yaa Asantewa, precursora de la Independencia Africana, a Nkwame Nkrumah, el panafricanista fundador de Ghana, a Ngola Nzinga, profeta de la libertad, a José Martí y a Artiga, a Sandino y a Ernesto Che Guevara, a Fidel eterno amigo de Chávez. Tenemos con que inspirarnos para tener la moral en alto. Chávez y Bolívar son fuentes de inspiración junto a miles de héroes y heroínas venezolanos que están aun en el anonimato y otros miles esparcidos en todas las latitudes, coordenadas y paralelos del Planeta Tierra. Venceremos. Unidad, lucha, batalla y victoria. Leales siempre traidores nunca.

Ratifico mi agradecimiento por haberme permitido compartir estas reflexiones.



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