Ruralidades

500 casas para Anzoátegui

Claro que no son suficientes. Si estamos conscientes acá, lo estará con más precisión y cálculo el Gobierno de Chávez y su Gabinete. Sabemos esperar. Pero ya los envalentonados oposicionistas comenzaron la campaña de negación como con el salario mínimo. Prepotentes por el resultado electoral (7 a uno a su favor) se dedicaron a la intriga de “calentarle” los oídos a los compatriotas que ellos mismos arrinconaron a mal vivir encima de los arroyos; de los acueductos; de los ductos eléctricos subterráneos y del trazado ferroviario. Parecen olvidadizos, pero no pierden la mala costumbre de la demagogia. Todavía son capaces de prometer el puente sin hacer el río. No es importante. Siempre habrá un borrón y cuenta nueva para ellos, mientras nosotros decimos prohibido olvidar.  

Sería interesante que los mismos vecinos de los barrios pobres, que fueron amedrentados por los sicarios para que no votaran en septiembre pasado, les enrostraran la burla que significó ponerle los nombres de los mandones de turno de la cuarta república a los barrios, donde los confinaron a vivir con penurias y sobresaltos, como fue el caso de “Otto Padrón” y “Álvarez Bajares”, entre otros. Como si fuera una herradura eterna, pues. 

Pero en fin, no hay mal que dure cien años. Chávez llegó. Además parece que el Gobernador de Anzoátegui tiene un diligente secretario en la persona de Rafael Vegas. Lo hemos visto reunido con los Consejos Comunales en los sectores populares y en la pantalla chica viendo hacia nosotros. No es lirismo el nuestro. Somos tajantes en estos casos. A Rafael Vegas, nombre de un prestigioso Rector Universitario, lo vemos como el hombre que debe tomar las riendas en Anzoátegui del gran Proyecto “Misión Vivienda Venezuela”.  

Lo vimos en Mallorquín, Doctor Vegas. Conocedores como somos de esa zona (fue nuestro camino en burro carguero), estamos enterados del problema cenagoso de los terrenos de Mallorquín-Puente Ayala. Además, por el bajo nivel de esa extensa faja, siempre esta propensa a las inundaciones cuando se desbordan El Neverí y El Aragua. Entonces es esa zona donde jamás se ha debido permitir la construcción de viviendas. Pero como los fanfarrones de hoy no les importó la vida de los desposeídos, allí los condenaron a mal vivir, mientras el adeco Petricca, con sus maquinarias, nivelaba grandes parcelas en la parte este de la carretera “Ojo de Agua”-Naricual, hoy ociosas. Donde aún, llegado el momento, se pueden construir todas las viviendas  necesarias para desalojar la parte cenagosa de Mallorquín-Puente Ayala. Y no se olvide que toda la piedra para la construcción, está más allaíta de Tabera, al sur de Barcelona.  

Patria, Socialismo o barbarie. 

pedromendez_bna@yahoo.es



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Pedro Méndez


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