Generosos lectores y camaradas del PSUV han reclamado nuestro distanciamiento con la pluma; Lo cierto es que habíamos estado hastiados de la miseria humana que reina -dentro y fuera del gobierno- en la intensión de enlodar lo que pensamos es una buena gestión de Stella. El maltrecho estado en que ha quedado el parque de servicios públicos luego de las inclementes lluvias y el nuevo desprecio a la vida humana en la fallida Cumbre del Cambio Climático de Cancún por la misma ultraderecha de EU que quiere desatar guerras para apoderarse del petróleo del planeta nos impiden enmudecer, más temprano de lo esperado los desastres por el efecto invernadero nos continuarán aquejando exponencialmente.
EXAMINEMOS NUESTRA INGENIERÍA.- Por lo tanto, el parque físico de la infraestructura falconiana en emergencia debe llevar a reflexionar nuestra ingeniería. Stella con la autoridad de haberse conducido brillantemente ante la calamidad, puede procurar recursos extraordinarios que repotencien los servicios básicos del estado para prevención de la vida de nuestros descendientes; porque serán ellos –si aún no tiene nietos los tendrá- en el mediano plazo los que sufrirán los embates que ya provoca el recalentamiento global. Para ello su gobierno también debe reconciliarse con los ingenieros, que somos clase media desempleada, capacitada por ley para responder de la calidad de las obras que ahora ejecutan las Comunas, nueva receptora de los recursos, pero peligrosamente carentes de conocimientos técnicos. Examinar proyectos en el CIEF evitarán errores pasados, por ejemplo, los nuevos edificios de Las Velitas deben guardar las recomendaciones técnicas con las arcillas expansivas que hace 32 años respetamos en los bloques de Cruz Verde y no imitar el mal ejemplo de hace 9 años de la Juan Crisóstomo Falcón, de esmerada arquitectura pero sin pararle a “las fulanas arcillas” como las llama el camarada Neri La Cruz, que parece ignorar nuestra buena y aún innovadora ingeniería.
INFRAESTRUCTURA TURISTICA BENEFICIA A TODOS.- En la IV República la hidrológica (INOS) fue una exitosa empresa socialista que proyectaba, ejecutaba e inspeccionaba las obras hidráulicas, pero por una aberración -a corregir- en nuestro gobierno Hidrofalcón es una empresa capitalista, que se mantiene a duras penas con su facturación, cuando debería ser la autoridad única para regir las inversiones que permitan superar la crisis del servicio con las aguas a nivel regional. La feroz coyuntura ha suavizado las pasiones y la gobernadora tiene abonado el terreno para iniciar con éxito una reflexión en torno al tema, convocando la participación de todos. Le sugerimos aprovechar la experiencia de CORFALTUR, que brilló en su consulta pública del Plan Estratégico de Desarrollo Turístico Falcón 2011-2020. ¿Por qué? Dotar de infraestructura a nuestros hoy caóticos municipios con vocación turística, beneficia al visitante pero también al bienestar de su comunidad, promoviendo el urbanismo habitacional y recreacional.
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