Claro que el Presidente Chávez, conocedor de estos pueblos petroleros, no tiene porque estar enterado de todo lo que la naturaleza ubicó acá para beneficio del hombre, la mujer y los niños venezolanos si a nuestros compatriotas gobernantes de la región no les queda espacio en la agenda para informarle. Y si lo han hecho que nos disculpen. Nos agradaría desde esta altivejéz en reposo bajo el alero de La Casa del Abuelo, enterarnos que nuestro gobernante Presidente ha sido informado de la existencia de los materiales básicos para la dosificación del concreto del hormigón armado, en la sub-región de Naricual. Es decir, todavía quedan allí una inmensidad de piedra y arena. Aquella en las montañas que forman la gran masa que comprime la hulla, también en reserva para más de cien años. Y en cuanto a la arena lavada, nuestros ríos son minas que adicionan a las vetas a “cielo abierto”. Petrica, el yerno del zar de Guayana, puede dar fe de lo que aquí decimos, porque él construyó toda la pavimentación de Ciudad Guayana y miles de kilómetros de carretera y peajes con este mineral naricualeño.
¿Que olvidamos el carbón de Naricual? No, camaradas. Estamos informados de que al Presidente Chávez se le ha hecho creer que el carbón es un mineral combustible que irradia mayor contaminación. Esta apreciación a veces sesgada y con propósitos ocultos, no tomó en cuenta que la del plástico es la peor por lo gelatinosa. Pero esta comparación no es la que nos justifica. Es mejor enfatizar que el carbón de Naricual con millones de toneladas de las montañas de piedra encima, no es extraíble a “cielo abierto” como si lo es el que produce mayor contaminación. Ejemplo el de Perijá que, con el colombiano, es el que estamos utilizando en el procesamiento de la cabilla que se requiere para el ambicioso programa que contempla los dos millones de viviendas para nuestra población pobre y de clase media. Además, en cuanto al carbón de Naricual, para su explotación están expeditas las topas chinas.
Arriba tocamos someramente el punto de la contaminación. Pocos de nuestros inocentes compatriotas se han dado cuenta que, desde su humilde mesa sale a la interperie parte del torrente del plástico a la misma hoguera de los perros muertos. Nos mintieron (ese es el primer oficio de los avaros) cuando nos indujeron a beber en vasos plásticos hasta el cafecito para “evitar la contaminación”. Lo que no dijeron fue que en esos envases duermen y orinan las chiripas que ponen sus huevos en los pitillos.
Así las cosas y ya administrada por la clase obrera la Owens Illinois, fabricantes de finos cristales para la burguesía, ahora tendrá que expandir la producción hasta la mesa del obrero, del campesino y el pescador.
¿Son los dos párrafos procedentes una digresión? No. Es que el sílice, materia prima para el cristal, también lo tenemos en la serranía de Sabana Larga, El Ático, Municipio Naricual. Luego entonces, Presidente Hugo Chávez, pa’ lante con esos dos millones de casas con ventanas de cristal, hechas con obreros, no con flojos ni sicarios mandados por las bandas adecas y copeyanas y sus derivados.
Patria, Socialismo o barbarie
*pedromendez_bna@yahoo.es