Y después del 13 de Enero

El tiempo gira como un presente en movimiento y todo indica que para la fecha el fraude será consumado y Nicolás Maduro será juramentado por tercera vez presidente de la república. Los gritos por que se respete la constitución y la soberanía popular no tendrán ningún efecto y los actuales gobernantes que han destruido esta república seguirán en sus puestos. Decenas de países reclamaran este hecho sin mayores afectos inmediatos. Lo lamento por la voluntad y la legitimidad del pueblo constituyente pero todos los factores indican que una salida distinta y soberana días tras días se hace cada vez más imposible. Los que imploran negociaciones se les hace arena la boca, y la sospecha de que son parte de la misma estrategia de gobierno de una negociación sin negociación cada vez mas evidente.

Digamos que antes del 13 de Enero, salvo un quiebre de las FFAA muy improbable no hay alternativa democrática. Por tanto como ya lo han repetido diversos personajes la salida es de fuerza. Ahora de que fuerza se trata; sin lugar a dudas que existe en esa república autoritaria sostenida en lo que hemos llamado la republica militarizada (el resto de los apellidos de lo nefasto que son sobran por repetición interminable de opinión, no insistimos). El estrato popular que aspira aquel sueño originario de una república soberana, autogobernante, no tiene en este caso la fuerza para enfrentar en su conjunto el neofascismo instalado. El problema por tanto está en como generar esa fuerza. No podrá ser la fuerza de un pueblo en armas a menos que nos decidamos a entrar en una guerra civil, algo que nunca será un imposible, pero donde estarán esas armas. El chavismo descontento que hizo posible la formación del liderazgo de MCM por su misma dispersión y falta de credibilidad en el ultraliberalismo de MCM no tiene esa fuerza, eso evita la guerra civil. La autodenominada izquierda es débil históricamente prácticamente no cuenta. En otras palabras esa otra izquierda hay que reinventarla, la fuerza de la polaridad que ha atravesado la historia de la quinta república habrá que acabarla a como de lugar. Sobre ese tercer excluido y la fuerza que logre desde nuestro punto de vista corre la verdadera esperanza.

 Ahora la estrategia para ello es lo que todavía no está, claro, sin embargo a nuestro punto de vista corre sobre dos ángulos. Uno es el personaje líder que rompe los límites y toma los riesgos. Maria Alejandra Díaz esta llamada a jugar ese papel, porque así lo ha probado, habrá otro personaje? Milagros de la historia. Y luego el papel de la movilización general para ese mismo día 18; día en que el gobierno reinstalado llenará las calles con toda la fuerza militarizada con que cuenta y hasta ahora no existe el hecho y el ánimo para evitar su violencia; la esperanza del quiebre interno de policía y fuerza armada para ese momento, es una esperanza que no queremos perder pero que se diluye día a día. Podemos decir entonces que la fuerza es un hecho pero que vendrá a mediano plazo, entre cómplices de la supuesta oposición y liberales radicales que se juntaron a MCM han destrozado las posibilidades inmediatas, pero ellas vendrán y allí esta la incertidumbre. Como todo dictador ya probado tendrá que ser obligado a partir del país o preso, la voluntad para que esto sea un hecho es el acto que nos falta aclarar, los vencidos seremos vencedores si esa voluntad aparece de lo contrario continuará la tragedia en que estamos sumergidos.

Roland Denis

 



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Roland Denis

Luchador popular revolucionario de larga trayectoria en la izquierda venezolana. Graduado en Filosofía en la UCV. Fue viceministro de Planificación y Desarrollo entre 2002 y 2003. En lo 80s militó en el movimiento La Desobediencia y luego en el Proyecto Nuestramerica / Movimiento 13 de Abril. Es autor de los libros Los Fabricantes de la Rebelión (2001) y Las Tres Repúblicas (2012).

 jansamcar@gmail.com

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