Producir una Alternativa Popular Revolucionaria a la actual crisis constituye la principal consigna de la izquierda para la coyuntura del proceso político/electoral hacia las elecciones legislativas 2020 en Venezuela. De plano, la misma aspiración deja ver que ante el cuadro situacional actual (crisis de la economía y sanciones) existen otras medidas a tomar y que éstas serán favorables para la clase trabajadora, para la soberanía, la democracia y el restablecimiento de los derechos conquistados en el período de Hugo Chávez.
Los partidos Patria Para Todos (PPT) y Partido Comunista de Venezuela (PCV) lucen como los claros exponentes para dar los primeros y más importantes pasos para la construcción de esta alternativa política que coloque de forma visible ante las masas las nuevas ideas, narrativas y acciones a las que se puedan sumar.
La pregunta que queremos hacernos es ¿cómo entedemos esa alternativa revolucionaria Y qué condiciones necesita para lograrla?
En principio, la alternativa revolucionaria la entendemos como la capacidad de las fuerzas revolucionarias por conducir y dotar de centralidad nacional a las expresiones y luchas del movimiento popular participativo que yace disperso en toda la geografía nacional, este será el primer reto, superar la fragmentación y poner a rodar un Programa Nacional que recoja las aspiraciones y demandas de amplios sectores sociales y políticos.
Creemos que para ello hay que librar dos grandes batallas en el pensamiento político predominante en los sectores revolucionarios, la primera es contra la idea del centralismo rígido o vanguardismo que se apresure a autoproclamarse la vanguardia y reclame obediencia en nombre de la alternativa revolucionaria, por el contrario, la centralidad a la que nos referimos es la de un centro político visible que gana ascendencia sobre todas las partes (en los sectores sociales y regiones) por su capacidad de dialogar, interactuar, de consultar permanentemente, de orientar, de recibir las críticas y corregir.
La segunda batalla de igual nivel de importancia, es contra el Proudhonismo en la izquierda, las ideas de que las autogestiones locales/comunales constituyen la tarea del momento, que primero el movimiento popular debe "mostrar" gestión, que hay que llevarle algún "beneficio" a la comunidad, que no se debe pelear por mejores salarios porque estos "aumentarían los precios", que "el conuquismo puede derrotar al bloqueo", que "el pueblo no debe aspirar los cargos de la democracia representativa sino los de la participativa", expresiones éstas que de manera oculta o visible NIEGAN no solo la lucha por el Poder y con ella la Revolución, sino que niegan cualquier otra lucha reivindicativa y de protesta.
Los revolucionarios debemos salir de estos entrampamientos, no son conucos, ni migajas; la idea de Chávez sobre las Comunas "lo local reducido a lo local es contrarrevolucionario" nos decía. Por el contrario, hoy es fundamental que todos los revolucionarios nos unamos a esa alternativa nacional para luchar contra las sanciones imperialistas y las contrarreformas que se imponen desde el Gobierno Nacional, la lucha por hacer prevalecer en cualquier escenario nuestros intereses de clase, la lucha por nuestras reivindicaciones en la calle, la lucha por poder para profundizarlas y hacerlas perdurables.
Es imprescindible para motorizar esta alternativa hacer un amplio llamado a todas las organizaciones sociales y políticas en todos los estados y municipios del país a realizar asambleas de donde se aporte: acerca de cuáles deben ser las prioridades de un plan nacional de luchas por la recuperación y defensa de nuestras reivindicaciones y derechos, por la Soberanía y por la Democracia, organizar nacionalmente estas prioridades y desplegar ese plan de movilizaciones y otras actividades que, tomando en cuenta las precauciones por el Covid19, avance unificando a todo el Movimiento Popular Revolucionario colocando fechas para actividades en todo el país.
@RicardoAdrianD