La activación y articulación de la necesaria Planificación Urbana hoy en Venezuela, tiene ahora un conjunto de nuevos elementos y variables que no estaban presentes para 1998. El proceso de transformación y cambio social revolucionario llevado a cabo desde 1999, y que aún se mantiene a pesar de las dificultades, ha generado nuevos actores, nuevas variables y nuevos elementos que han de ser enlazados y aplicados en la conformación de la nueva estructura urbana que tiene que direccionarse hacia la organización de la ciudad comunal, como expresión concreta de la nueva geometría del poder. Y de allí a la territorialización en la construcción del socialismo en los espacios urbanos, hacia la ciudad socialista, retomando los conceptos que en algún momento dejó planteado Manuel Castell 1978) integrados con las nuevas concepciones de los saberes sobre la sustentabilidad urbana.
Aún la no resuelta definición de base legal, que le corresponde definir a la Ley Orgánica para la Planificación del Territorio, se constituye en un requerimiento de primer orden, el cual deben solicitar y exigir desde ya, los nuevos Alcaldes y Gobernadores a la Asamblea Nacional Constituyente.
El avance significativo en la conformación de Consejos Comunales y Comunas en las áreas urbanas del país, determinan de manera clara los primeros actores que por la vía de su participación y protagonismo, han de estar en la primera fila de todo proceso de planificación urbana y/o regional. Voceros, Voceras, Comuneros y Comuneras se han convertido hoy, por vía de la dialéctica social, en los nuevos y más importantes actores de un proceso de planificación urbana y diseño urbano de la ciudad, y aún de la ordenación territorial de las zonas rurales. Participación y protagonismo que supera en creces aquel reglamento Parcial Nº 1 de La Ley Orgánica del Poder Municipal, que se quedaba en la consulta verbal y/o escrita, pero que hoy es el derecho constitucional para actuar y decidir cómo Poder Popular, sobre la ocupación, apropiación, conformación y gestión del espacio urbano.
La estructura urbana, de lo que en el marco de las ideas dejó planteado un hombre como Hugo Chávez, con su nueva Geometría del Poder, no puede reducirse a una sumatoria inorgánica de ámbitos territoriales de consejos comunales y comunas, o se correría el riesgo de volvernos a la anarquía urbana propia de la desplanificación urbana o la gestión urbana clientelar y populista, que prevaleció en los 40 años de la "democracia" puntofijista. Tiempo aquel, durante el cual, la ocupación del espacio urbano se dio como una impronta de exclusión y desprecio que se materializaba en los cordones de miseria y barrios periféricos, propios de la segregación urbana generada, desde el poder, por las élites del negocio inmobiliario. Cuidado, hay muchos caminos para volver al mismo sitio…
La planificación urbana y el diseño urbano hoy, en la Venezuela que se abre paso hacia la construcción del socialismo, requieren de un encausamiento sistemático, organizado, inter y multidisciplinario, orientado desde la articulación, enlace e integración del Poder Popular y el Poder Municipal, para concertar en primer lugar sobre la ciudad que se quiere y desea, avanzar hacia la ciudad posible y así concluir en la planificación y diseño de la ciudad comunal, como antesala de la ciudad socialista. Los Consejos Comunales son hoy los nuevos ámbitos urbanos, y las Comunas son ahora los nuevos escenarios de estructura urbana para la definición de nodos de articulación y expresar de manera dialéctica, tangible y cotidiana, la territorialización del cambio social, un nuevo sistema de espacios públicos, la internalización de la inclusión urbana, la eficacia y efectividad de los servicios públicos y la ruptura con la mercantilización terrófaga, en el marco del eco-socialismo. Todos nos merecemos ya, una ciudad para el Buen Vivir, una ciudad para la vivencia cotidiana del socialismo que vamos construyendo.
Se trata entonces de una tarea pendiente para los nuevos Alcaldes y Alcaldesas revolucionarios y bolivarianos, cuya primera línea pasa por asumir con coraje y valentía, la propia subversión de la estructura interna de las alcaldías a fin de poder alinearla con la participación y protagonismo del poder popular organizado. La estructura jerárquica que prevalece en muchos gobiernos municipales solo responde a los intereses de la democracia representativa, que la originó. Y se mantiene como una camisa burocrática y de fuerza, que distancia y mediatiza la relación orgánica y revolucionaria que ya debe orientarse a la construcción de la ciudad comunal.
Alcaldes y Alcaldesas tienen el reto de asumirse a sí mismos, como los nuevos actores revolucionarios que desde un órgano del poder constituido, abren la puerta al poder constituyente originario del pueblo, para gobernar desde el y con él. Comuna o Nada…
Arquitecto - Ecologista
@jjamarc
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