14 de Agosto - El agua es tan escasa en Mendocino, una sitio de casas victorianas a orillas del Pacífico, que los restaurantes le han cerrado los baños a los huéspedes y han instalado inodoros portátiles en las aceras y cobran 5 dólares por lavarse las manos durante 5 minutos.
El departamento de bomberos ha pedido a los alguaciles, que vigilen los hidrantes, por que hay informes de robos de agua.
"Hemos crecido en este país del primer mundo, pensando que el agua es un hecho", dijo Julián López, propietario del Café Beaujolais, un restaurante en las afueras de la ciudad, lleno de comensales en el apogeo de la temporada turística. “Tenemos miedo de que llegue un momento en el que no tengamos agua en lo absoluto y solo las personas adineradas puedan permitirse el derecho a tenerla".
La escasez de agua en Mendocino es un ejemplo extremo de lo que están experimentando algunos pueblos remotos de California a medida que el estado entra en su segundo año de sequía. Decenas de pozos excavados a mano hace un siglo en la ciudad se han secado, lo que ha obligado a los residentes, posadas y restaurantes a llenar los tanques con agua con transportada con camiones desde pueblos lejanos, a un costo de entre 20 y 45 centavos el galón, mientras el servicio público de agua en California, suele cobrar a sus clientes menos de un centavo por galón de agua.
El Senado aprobó un paquete de infraestructura de $ 1 billón. Los habitantes de Mendocino, se preguntan si algo de esos fondos les llegarán a ellos. Dianne Feinstein, senadora de California, ha señalado que el paquete está dirigido específicamente a los proyectos de mitigación de la sequía.
