Los niveles de contaminación ambiental que padece la tierra hoy en día son el reflejo de la agresión de las actividades humanas sobre el ambiente. La necesidad de producir más alimentos, bienes y servicios, son características del sistema mundo actual pero a la vez es inversamente proporcional a la preservación de los recursos naturales renovables y no renovables. Reducir los efectos del impacto negativo del hombre en su hábitat, es cuestión de voluntad y simple decisión.
Comencemos por el aire que nos rodea, contaminado por los efectos de los gases de nuestro sistema de movilidad urbanístico (el automóvil), así como de los que son emitidos por las industrias y la quema de basura, entre otros. Un aire contaminado es nocivo para los seres vivos que osen respirarlo y las consecuencias para la salud del propio ser humano, pueden ser fulminantes, generando enfermedades respiratorias y hasta la muerte de las personas.
Ahora bien, la pregunta es fácil ¿cuántos están dispuestos a usar menos sus vehículos, utilizar el transporte público en vez de su carro particular, para ayudar en la disminución de la emisión de gases dañinos a la atmósfera? ¿Cuántos ahorrarán sus salidas de paseo y quedarse más tiempo en sus casas o caminar más? Definitivamente las respuestas a estas preguntas no son fáciles y tienen que suceder eventos de choque, como el Covid 19, para que entremos en razón, aunque luego que pase, la mayoría olvidará y volverá a su rutina contaminante normal sin pensar que destruye su propia casa y la de las generaciones futuras. Estamos obligados a la solidaridad intergeneracional, a estar conscientes de que si no ajustamos nuestros modos de vida, estamos destinados a desaparecer como "cicvilización".
Mientras sigamos dejando las discusiones sobre el planeta, a los políticos y burócratas, sin la consciencia de que todos tenemos responsabilidad en el asunto para corregir el rastro de errores que van quedando a nuestro paso, no habrá acción real en el tema del saneamiento ambiental. Los objetivos del desarrollo sostenible, surgen como consecuencia de esa necesidad de evitar los efectos avasallantes del cambio climático, porque el futuro que se cierne impedirá la continuidad humana sobre la tierra y ésta encontrará una forma de depurarse a expensas de la civilización.
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