12 mayo 2019 - Una de las principales operaciones que tenían los golpistas el pasado 30 de abril era sacar fuera del país al presidente Nicolás Maduro, según investigaciones adelantadas por organismos de seguridad.
El viaje forzoso del Jefe de Estado sería por la Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda (La Carlota) con un destino incierto.
“Era una operación estilo Aristide”, explicó el informante aludiendo al entonces presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide, quien fue derrocado el 29 de febrero de 2004, montado a la fuerza en un avión por militares estadounidenses y llevado primero a la República Centroafricana, luego a Jamaica y finalmente a Sudáfrica.
El escenario para la expulsión del Presidente fue montado en La Carlota, cuyos alrededores fueron ocupados desde la 1:30 de la madrugada por los promotores civiles y militares del golpe de Estado.
El plan era que tras la salida de Maduro, la Asamblea Nacional (AN) sesionaría dentro de La Carlota y designaría una junta de transición conformada por siete personas entre las cuales figuraba Leopoldo López, Juan Guaidó y Edgar Zambrano.
La escaramuza.
Aquella mañana del 30-A transcurrió con escaramuzas entre las fuerzas leales y el grupo de golpistas. Pero el momento más esperado por los golpistas no se dio: ninguna aeronave despegó de La Carlota, porque militares leales a Maduro defendieron la Base Aérea del grupo de uniformados que se apostó en el Distribuidor Altamira con armas largas.
Hubo detonaciones de bombas lacrimógenas que salían, tanto de La Carlota como del Distribuidor. Y hasta una ráfaga de disparos se oyó.