Albornoz, botaste la bola, Albornoz

No te regocijes, no fue de jonrón. Es que sigues flojo de brazo, como cuando recibiste el consejo de Andrés Velásquez para que fueras al Palacio de Miraflores a saludar a Caldera a nombre del Congreso. Es que además, eres ingenuo, lo que demuestras hasta en los gestos. Se te ve desde lejos, como es en nuestro caso, por ejemplo, y desde esta serranía observamos que, cuando te hacen un cumplido, pagas con una sonrisa nerviosa, de esas que demuestran titubeo, proclive de engañar. En dos platos: no te has superado para representar a Maneiro, como jamás fue logrado por Andrés Velazquez, quien te espera en el banco para darte el abrazo del reencuentro, codo a codo con Ismael García. Si es que caes en ese redil, adiós para siempre.

De todas maneras José, acepta el consejo de este viejo campesino, quien desde tu terruño en adelante conoce toda esa corrida hasta Irapa y Güiria, de paso por Bojordar y te recomienda no caer en el banquillo de los talanqueristas. No importan tus recaídas, tienes remedio. Vete un tiempito a meditar en Tunapuy. O más allaíta: a Tunapujicito, el de los frutales y la tranquilidad. Deja a otros con el jolgorio por creerse exitosos cuando reciben la sonrisa demagógica de unos supuestos 20 mil numerarios prestados para que el verdadero saltarín y polarizo haga la bulla distraccionista.

Te nombro a Ismael García, el gallo muerto (no el de la vecina) por ser el pataruco que, cuando se sintió descubierto en sus peores intenciones, corrió con premura a pedir auxilio a Federico Ravell, entonces el mandamás de Globovisión. ¿Ya lo hiciste tú? No lo creo. De todas maneras, por si no lo sabías, te informamos que Ismael, como Calzadilla en Barquisimeto, batió tambores hasta el jolgorio cuando el adeco margariteño Eligio Hernández se anotó en Podemos para utilizar el prestigio de Chávez, todavía soportando aquel esmirriado decadente grupo. No prosperó el truco y Eligio regresó a la base adeca con Morell y el gallo ronco tuvo que silenciar los tambores.

Las anotadas son pequeñeces si las comparamos con el chasco de un amigo íntimo de Hugo Rafael Chávez Frías. No lo nombramos, su gesto y nobleza posterior al desaguisado nos merece respeto, con todo y la venia, por haber reconocido el pecado, casi de traición al amigo; al compadre, motivado al embeleso ante la “oferta” demagógica de esa misma oligarquía, furibunda antichavista, representada por la Polar. No es un secreto que al amigo, al compañero de cárcel, en fin, al compadre, le ofrecieron millones de votos. No los 20 mil a cambio de los “120” que se van del PPT. (Serán más los hombres y mujeres del pueblo, que dejarán la tolda morada). Aquellos “millones de votos”, como fueron de una oferta engañosa, volvieron a su redil cuando se toparon con la realidad, encabezada por Hugo Chávez y pidieron.

Entonces, paisano oriental, ¿no crees tu que es una traición cambiar la fuerza del PPT, sustentada por esos 200 hombres y mujeres del pueblo, que están protestando esa decisión de la dirigencia de poner al servicio de la burguesía vuestra organización política, para que sirva de puente a una oligarquía rabiosa, de manera que un tránsfuga dé el paso definitivo hacia la disociación?

Si no lo crees así, seguramente otros directivos te emularán, lo que hace de la negativa acción un doble pecado que, por la tozudez de hoy, mañana le harás pagar a tu partido.

Patria, Socialismo o barbarie.




*pedromendez_bna@yahoo.es


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Pedro Méndez


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