Pero el pueblo se sacudió esa sarna que la infectó durante 50 años y no hay vuelta atrás, como dijo el poeta, “se hace camino al andar”. Evidenciando la traición, característica patentada por los adecos, ya le dio varias zancadillas a los efebos de Primero Justicia. Hablando de UNIDAD les zampó los dedos en los ojos a los muchachos que fundaron el partido con el dinero de PDVSA, dejándolos como burro a orilla de precipicio. Es algo normal en los adecos de Manuel Rosales.
Los creadores de la inmoralidad política en Venezuela, los asesinos de pueblo, los crápulas, los torturadores de la DIGEPOL, los masacradores de Yumare, Cantaura, los que hicieron de Miraflores un prostíbulo, donde se revolcaban BARRAGANAS Y ADÚLTEROS, bajo la cortina de Un Nuevo Tiempo, intenta engañar a parte de ese pueblo que aún permanece en las catacumbas de un fanatismo soez y medieval.
Manuel Rosales el vampiro del Zulia, el hombre que haciéndole honor a su condición de adeco limpió las arcas de la Alcaldía de Maracaibo y de la Gobernación de ese estado, anda moviendo sus tentáculos. El dinero que hurtó, como adeco que es, lo gasta en promociones políticas, aupando traiciones, defenestrando a quienes le acompañaban en esa cosa llamada oposición. Manuel Rosales el empresario de la política, sacó su abultada billetera y se llevó a su terreno a ese golpista llamado Gerardo Blyde, quien fue CANCILLER EN EL FUGAZ GOBIERNO DE CARMONA. Ahora Gerardo Blyde con las agallas de Rico Mc Pato, sueña con el dinero que hallará en la alcaldía de Baruta, si es que el JUDÍO Radonski dejó algo, para satisfacer su ego de OLIGARCA PLATUDO. (Le han visto el perverso rostro de Judío a Radonski)
Los judíos, los mismos que le han sacado el juguito a la fulana “epopeya” de ser las únicas víctimas de la segunda guerra mundial, cuando todos sabemos que en esa estúpida guerra murieron 80 millones de personas y ellos sólo fueron cerca de 900 mil, y que hoy en día asesinas niños, ancianos y adolescentes que son sus vecinos, tienen en Radonski a un genuino representante en Venezuela. Los venezolanos no somos malos, ni criminales, ni egoístas, creemos en la paz y en el amor, por eso nos da reserva ese rostro macabro de RADONSKI.
Volviendo a Manuel Rosales el platudo que está a punto de aparecer en el libro de los millonarios de América, se burla del pueblo. Se la da de maracucho y reniega de su condición de gocho, como que si eso fuera algo malo. Fíjense ustedes, ese cobarde ADECO que se involucró en el golpe de Estado, que estaba seducido por los susurros de quienes pretendían separar al Zulia del resto del país venezolano, actúa con cinismo. Tiene el tupé de hacerle creer al pueblo que es un demócrata, empero no tuvo grima al imponer a la camaleona Lilina Hernández y al golpista Gerardo Blyde en Baruta y en Chacao respectivamente. Se jacta de haber dado un golpe certero. Les hacemos un llamado a los habitantes de esos sectores, que igualmente son venezolanos. Si los adecos se hacen de esas alcaldías,¡adiós a sus contribuciones, amigos!
Acción Democrática es un concepto diabólico. En todos los lugares donde la socialdemocracia ha llegado mediante el ultraje y la demagogia, ha limpiado literalmente a los pueblos. Ha impuesto la INMORALIDAD, ¿recuerdan ustedes que Rómulo dejó a su verdadera esposa, Carmen Valverde por René Hartman, que Carlos Andrés se burlaba de Blanca de Pérez al lado de Cecilia y que Jaime Lusinchi abandonó a la señora Gladis en la CASONA MIENTRAS SE BABEABA POR LA IBAÑEZ en Miraflores?
En un país al que le han inculcado el irrespeto de machista como Venezuela, eso quizá no tenga mucha consecuencia. Empero, ¿a usted señora, señor, jóvenes, ¿les parece que una sociedad puede tener coherencia mientras no se respete a la familia como base principal? Es cosa de moral. No se trata de mojigatería. Los adecos son artífices en el acto de la pillería y de las bajas pasiones. Manuel Rosales es uno de ellos. El pueblo no le tiene miedo a su condición de político; le teme a que el país tenga que someterse a la falta de dignidad de unos señores que andan por ahí buscando mando, cuando no supieron por INMORALES, mantenerlo cuando la historia se lo pedía.
MANUEL ROSALES EL ADECO, no tiene dignidad; es una especie demodé en una época cuando los seres humanos andan en busca de los sueños perdidos, de la moral ultrajada, de la nación amada. Manuel Rosales encontrará en el pueblo inteligente, una piedra de tranca que no podrá mover con su gorda billetera de INMORALIDAD.
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