El Avión despegó rumbo a “uniteestate”. James Bond Popy, perdón, López, encendió su radio pusinga, modelo xxlyypupú. Antes miró por la ventana. Sonrió. En su ojo derechista de cataco con problemas estomacales, apareció el brillo que caía del sol. Pronto estaría en “unitestate”. El placer de poder estar cerca de Obama le acariciaba el esqueleto. Un ruido de maripositas multicolores le salía por la abertura en mi menor de su boca.

“Aquí, habla merecumbé, allá ¿Quién? James Bond Popy contestó: “Yes, soy yo, cataco 8, te copio”. Su interlocutor de crono radar dijo: “El candidato Obama va a ir esta tarde por la calle flower, tú te acercas a él y le sonríes. Debes poner el brazo en forma que parezca que le estás tratando con mucha confianza y que él te oye. Buscaremos el mejor ángulo para que tu sonrisa de arpío casandro se vea como una vaina del carajo y la prensa la recoja en todo su esplendor, cambio y fuera””

Cuando llegó al país que le fue robado a sus verdaderos dueños por los gringos británicos, James Bond López suspiró. Estaba en el “drin americano”! Miró a todos lados a ver si las mujeres de ese lugar se parecían a las venezolanas, pero que va. Eran chatas como unas tablas. En su maletín llevaba la honda con la cual le lanzó perdigones y balines, metras y tuercas a mucha gente en los días de sus guarimbas. La sacó y la acarició. Sabía que Obama se la iba a firmar. Ese fue uno de sus grandes proyectos al aceptar que el grupo de oligarca de su comarca, lo enviara a “unitiestate”

James Bond López no es ningún muchacho. Se la quiere dar de adolescente para que la gente diga: “locura de muchacho”, pero es un Vivian. En sus largas noches de insomnios no puede quitarse de la cabeza que actúo malandramente al aceptar los 500 millones de bolívares que alguien muy cercana a él, le dio para que formara con el “Cejas” un partido de locos, perdón, político. Fue un caso de malandraje terrible por lo cual la gente no lo quiere. Pero él dice que “el que porfía vence” y se la pasa gastando el dinero de donde trabaja. Cuando pasó Obama, de vaina no le limpió los zapatos de cuero de indio mejicano.

Obama lo miró como lo hizo con todos los que ahí estaban, pero él abrió la bocota para decirle que, “en Venezuela no podemos mentarle la madre al Presidente, ni darle golpe de Estado, ni burlarnos de los pobres, porque no hay libertad de expresión, Oby"

Obama ni peo le tiró, ni le firmó la honda, pero él retornó a Venezuela más contento con su macabro plan, que adeco cuando algo fracasa en el gobierno. Llegó al aeropuerto. Por el radio le llegó el recuerdo del plan: “Tratas de que algún funcionario te saque la lengua, te pise el callo o el juanete, y luego te le vas encima. Aquí ya te tenemos la camisa rota y el colirio para echarte en los ojos. Trata de que alguien te ofenda y luego te le vas encima, buscas que te golpee para justificar que el gobierno te quiere INHABILITAR A LA FUERZA”

James Bond siguió el guión, pero se excedió. Atacó con fuerza, mas no se dio cuenta que estaba siendo filmado para “nationalgeografic” y para todos aquellos que saben que James Bond López es más falso que una moneda de 4 bolívares y lanzó algunos empujones a los funcionarios del aeropuerto. Luego fingió que estaba bravo y se largó. Afuera lo esperaba una camioneta de Glbosimplón con la camisa rota y la cámara lista para filmar

Con sus ojos de cataco en mal estado y sus pómulos de efebo israelí, se hizo la víctima. Dijo que en Venezuela no se respetan la fauna marina, perdón a los catacos, coye, a la gente y que eso lo iba a denunciar hasta en el PEO (Políticos Errados Organizados) para que el Presidente de este país sea enjuiciado por los jueces que huelen a repollo, ajo y cebolla de su madre patria.
The End

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