Diálogo, Primarias y Revocatorio

El mundo opositor hoy tiene varias aristas. Por un lado, está el cada vez más difuso G4. Por el otro, toda la plataforma ultra radical que lidera María Corina Machado y Antonio Ledezma. Por último, y quizás el más vapuleado por estos dos sectores, lo que ahora se hacen llamar Alianza Democrática y que despectivamente califican de "Alacranes".

La derrota en política es la madre de todas las divisiones; y muy bien que, vayamos pensando en la posibilidad de evitar más fracturas y pedirle perdón a este pueblo, por nuestras conductas erráticas; donde, por cierto, nadie puede lanzar la primera piedra, achacándole las culpas al otro.

Es probable que la oportunidad más cercana de cambiar al gobierno, será en un posible revocatorio presidencial, a partir de que Nicolas Maduro, cumpla la mitad de su segundo periodo presidencial. Ante ese futuro acontecimiento, no puede haber sospecha de la necesidad de mantenernos unidos.

De ahora en adelante no será cualquier concha de ajo lograr la unidad, y propinarle una certera derrota a Nicolas el 21N. A no ser que asumamos, no sólo en el discurso, la necesidad de agotar todos los mecanismos para llegar unidos a es fecha; incluso, la engorrosa elección primarias, donde no sea posible el consenso.

La unidad de la oposición venezolana siempre ser una meta a cumplir, pero en esta ocasión la misma va más allá de los acuerdos parciales, que se cocinan bajo la órbita del G4 y la Alianza Democrática. Incluso necesario será convencer a los intransigentes Antonio Ledesma y María Corina Machado, predicadores del abstencionismo perpetuo.

Los esfuerzos unitarios para presentar candidaturas únicas para las elecciones de gobernadores, alcaldes, legisladores y concejales, deben materializarse a través de una Gran Alianza Nacional Electoral. Dudar en cumplir ese objetivo es no entender que el mismo es una invitación a luchar sin darle paz ni cuartel, a quienes han usurpado el poder para imponer un régimen corrupto y anti democrático.

Si no hay unidad consensuada habrá que insistir en primarias, y tendrá que abrírseles las puertas al ciudadano, para que libremente escoja a sus legítimos candidatos a gobernador, alcaldes, legisladores y concejales, no importando a cuál factor político represente en la contienda comicial.

Aquí nadie puede negarse a dialogar, ya que, ante todo, la gran diferencia que tenemos con los demás seres vivientes es la palabra. Debemos reconocernos mutuamente. Saber que existe y existirán por mucho tiempo, quienes hoy tienen el control del aparato político del estado. También existe quienes siendo de la oposición han montado tienda aparte por no abandonar el camino electoral.

Diálogo sí, para ir unidos en las elecciones del 21N. Diálogo con el gobierno. Y aunque los altos dirigentes del G4 no lo hayan dicho, hay que acordarse con el gobierno, para ratificarles que el Referéndum Revocatorio Presidencial, es una conquista establecida en la carta magna y ella ni se discute.

Incluso, se debe dialogar, con la firme decisión de hacerle ver al gran responsable de nuestra tragedia, que una vez obtenida como se espera una clamorosa victoria en las regionales, avanzaremos hacia el Referéndum en el 2022, para lograr definitivamente la paz social y política ansiada por nuestro pueblo.



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Douglas Zabala


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