El apátrida es un desarraigado cultural

El apátrida es un ser que vive sólo para resolver sus necesidades, las cuales resuelve a través de conceptos malformados, porque no entendió nunca su cultura, no observó jamás la grandeza de su tierra de su Historia, por tanto no las valora, perdió el sentido de pertenencia a un lugar, a un grupo social de la geografía nacional. Es un ser que vive en el limbo, es dependiente y por tanto cobarde, porque no sabe como vivir, comprueba su existencia bajo los hilos de un titiritero. Su cultura moral y social la orienta su ambición al DINERO. Su cosmovisión es corta, no ve más allá de su nariz, es incapaz de reconocer a sus enemigos y los halaga. Es tránsfuga de su clase social, porque integró a su personalidad conceptos éticos-morales falsos, propios de una clase social a la cual no pertenece ni pertenecerá jamás. Es ideológicamente rico y en la práctica un TRAIDOR.

El apátrida de nuestro tiempo, cree ciegamente en la burguesía imperial, esa la que posee los medios de producción y dueña de las grandes corporaciones comunicacionales y armamentistas. Él es un sonámbulo, en su soñar, no percibe, que la burguesía sabe oler y escoger al traidor, su práctica existencial, la o lo delata: SON MERCANCIAS. Al respecto, nuestro libertador decía: "La existencia es el primer bien y el segundo el modo de existir".

Como podemos ver, la existencia es la base fundamental para formar el concepto de familia, de patria, quien no tenga claro la trascendencia de estos conceptos, no reconoce la importancia de ellos, y por tanto nunca podrá valorar ni sentir en su justa magnitud, el amor por la familia, por su terruño, por sus raíces históricas, por todo aquello que lo identifica como individuo de una parte del universo, es un ser desarraigado de su entorno cultural, familiar, social y ecológico. Ese ser desarraigado, siempre estará dispuesto a abandonar a su familia, a destruir, vender o ceder su suelo patrio al mejor postor. Por esa razón, los gobiernos que precedieron a la Revolución Bolivariana incentivaron el amor por todo lo extranjero y menospreciaron lo autóctono. A ese proceso de deslastre cultural, algunos pensadores progresistas latinoamericanos, a partir de los años 70, como Pablo Freire, entre otros, lo llamaron colonialismo cultural; esto como el proceso mediante el cual costumbres extrañas y exógenas se apropian del pensamiento del individuo, propiciando el olvido y el desprecio por todo lo que le pertenece como pueblo. Ese colonialismo cultural inducido, produce en el ser social desequilibrio en su comportamiento, en relación con su entorno familiar, social y natural, es un ser sin espacio. El objetivo final del colonialismo cultural, es apropiarse de la conciencia del hombre y de la mujer para dominarlos, sin utilizar la fuerza, por eso Bolívar decía "Nos han dominado más por la ignorancia, que por la fuerza".

Todo apátrida es peligroso, porque en ellos vive un mercenario en potencia, son ricos ideológicos y pobres de bolsillo, su conciencia responde al dinero y al consumo, por eso muchos se fueron del país y ahora regresan limpios y enfermos. Ahora, si tienen Patria. ¡CUIDADO!.

Para reflexionar sobre lo que ha pasado en Venezuela durante estas últimas décadas y específicamente el 3 de mayo de 2020, leamos un texto de Nicolás Maquiavelo al referirse a los mercenarios. Maquiavelo, en su libro El príncipe (1970/77-78) dice:

"…si un príncipe apoya su Estado con tropas mercenarias, no estará firme ni seguro nunca, porque ellas carecen de unión, son ambiguas, indisciplinadas, infieles, fanfarronas en presencia de los amigos y cobardes contra los enemigos…en tiempos de paz te pillan ellas, y en el de guerra dejan que te despojen tus enemigos.

La causa de eso, es que ellas ni tienen más amor ni motivo que el del sueldecillo, y este sueldecillo no puede hacer que estén dispuestas a morir por ti. Tienen ellas a bien ser soldados tuyos mientras que no haces la guerra, pero si ésta sobrevive, huyen ellas y quieren retirarse".

Es claro, y de acuerdo a la conceptualización que hace Maquiavelo que toda esa oposición nacional, a la que se ha denominado radical, cuya cabeza visible, en estos momentos, es Juan Guaidó, es apátrida y por tanto mercenaria, contra ella la Ley venezolana no puede tener contemplación, ni atenuante. Esos mercenarios, jamás hubiesen tenido contemplación para asesinar a quienes ellos consideraran estorbo, incluyendo seres sin haber nacido; recordemos lo que hizo el terrorista mercenario Posada Carriles cuando le cayó a patadas en el vientre a una mujer embarazada, porque consideraba que en el futuro ese niño(a) se convertiría en su enemigo. Igual han hecho en el Medio Oriente, en Palestina, en cuyas ciudades han bombardeados escuelas, hospitales, auspicios, bajo el pretexto de que son daños colaterales.

La Independencia y la Patria son nuestros bienes más preciados a los que hay que mantener y cuidar, a toda costa. Por eso nuestro Libertador y el eterno Comandante Hugo Chávez en sus discursos, siempre, resaltaba el amor a la Patria como principio. Quien tiene Patria: tiene suelo, tiene hogar, tiene familia y tiene AMOR.

¡VIVA LA PATRIA!

delvalleserpa@yahoo. es.



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