Guaidó en el The New York Times: Se administrará la salida de Maduro “con el mínimo derramamiento de sangre”

Como esta nota de Guaidó quizás no sea replicada por ninguno de los medios del país, nos pareció de relevante importancia divulgarla, con el ruego de que quienes la lean, hagan lo propio, pues más allá de que este payaso se haya autonombrado Presidente Interino de Venezuela el pasado 23 de enero, sin duda alguna su contenido hace parte de la historia del país como uno de sus episodios más sórdidos, estúpidos y repudiables que hayan podido ocurrirle, como lo es el escenificado por este señor al dar ese paso, en flagrante violación de su ordenamiento Constitucional y Legal, en comandita con potencias extranjeras…

Efectivamente, este personaje para llegar al punto en que se encuentra, elaboró y ejecutó un plan bajo el amparo y la directa cooperación abierta y descarada del imperio estadounidense y de sus adláteres del llamado "mundo occidental y cristiano", integrado por no más de 50 países del mundo que apenas representan, por favor tomen nota de este dato, el 28,4% de la totalidad de la comunidad internacional, la cual está integrada por 193 países

(http://www.un.org/es/sections/member-states/growth-united-nations-membership-1945-present/index.html).

Por las declaraciones del jefe de la cayapa contra el país y en respaldo total y absoluto de Guaidó, Donald Trump, ha dicho y reiterado que su gobierno está dispuesto hasta enviar sus ejércitos y su poderosa fuerza bélica a Venezuela, si el régimen de Maduro se resiste a entregarle el mando al recién autoelegido Presidente Interino.

Como es bien importante recordarlo, porque la mediática internacional y hasta la criolla, intenta ocultarlo y en eso sus anclas analistas de la "política" son especialistas, Nicolás Maduro Moros fue electo Presidente de la República Bolivariana de Venezuela mediante elecciones libres, transparentes y universales el 20 de mayo de 2018, en las cuales participaron expertos electorales del Continente y del mundo y en donde compitieron cuatro candidatos, Henri Falcón, que obtuvo 1.917.036 votos, Javier Bertucci 925.042, Reinaldo Quijada 34.614 y el propio Nicolás Maduro, quien logró la mayoría con 6.190.612 votos.

A título ilustrativo y como irrebatible argumento para dar al traste con el cuento de que esas elecciones que ganó Maduro no fueron tales porque muy pocos venezolanos acudieron a las urnas ese día 20 de mayo, veamos este cuadro comparativo de resultados entre ese proceso y el que llevó a Sebastián Piñera a la presidencia de Chile en diciembre de 2017, cinco meses y días antes de las elecciones venezolanas, incluyendo allí las cifras correspondientes a quienes, en ambos casos, ocuparon el segundo lugar:

ELECCIÓN PIÑERA Y MADURO - CIFRAS COMPARATIVAS

Chile: 14.308.131 votantes

Votos escrutados:

6.650.000 (46,50)

Venezuela: 20.527.571 votantes

Votos escrutados: 9.261.839 (44,60)

RESULTADOS

CHILE

Participación en relación a votos escrutados:

SEBASTIAN PIÑERA:

3.796.579 (57,09%)

ALEJANDRO GUILLIER:

3.159.902 (47,50%)

Participación en relación al padrón electoral:

SEBASTIAN PIÑERA: 3.796.579 (26,53%)

ALEJANDRO GUILLIER: 3.159.902 (22,08%)

VENEZUELA

Participación en relación a votos escrutados:

NICOLAS MADURO VOTOS:

6.190.612 (66,85%)

Participación en relación al padrón electoral:

NICOLAS MADURO VOTOS:

6.190.612 (30,15%)

HENRI FALCON VOTOS:

1.917.032 (9,39%)

Ante esas cifras que hemos resaltado en negrita, no tenemos duda alguna que es un farsante y de la peor calaña todo aquél que se haya atrevido y se atreva a cuestionar la legitimidad de Nicolás Maduro como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela.

Leamos en lo que sigue el artículo de marras de Guaidó en el diario del norte:

"El 23 de enero, 61 años después de la expulsión del dictador Marcos Pérez Jiménez, los venezolanos se reunieron una vez más para celebrar un día de celebración democrática.

Pérez Jiménez fue elegido fraudulentamente por una Asamblea Constituyente en 1953. Su mandato debía expirar en 1958. Pero, en lugar de convocar elecciones presidenciales libres y transparentes, fue reelegido de manera no democrática después de celebrar un plebiscito sobre su administración a fines de 1957. Después de protestas generalizadas y una ruptura dentro del establecimiento militar, el dictador abandonó el país y Venezuela recuperó su libertad el 23 de enero de 1958.

Una vez más enfrentamos el desafío de restaurar nuestra democracia y reconstruir el país, esta vez en medio de una crisis humanitaria y la retención ilegal de la presidencia por parte de Nicolás Maduro. Hay una grave escasez de medicamentos y alimentos, la infraestructura esencial y los sistemas de salud se han colapsado, un número creciente de niños padecen malnutrición y han vuelto a aparecer enfermedades previamente erradicadas.

Tenemos una de las tasas de homicidios más altas del mundo, que se ve agravada por la brutal represión del gobierno contra los manifestantes. Esta tragedia ha provocado el mayor éxodo en la historia de América Latina, con tres millones de venezolanos que ahora viven en el extranjero.

Quisiera aclarar la situación en Venezuela: la reelección del Sr. Maduro el 20 de mayo de 2018 fue ilegítima, como lo ha reconocido una gran parte de la comunidad internacional. Su mandato original de seis años debía terminar el 10 de enero. Al continuar en el cargo, Nicolás Maduro está usurpando la presidencia.

Mi ascenso como presidente interino se basa en el artículo 233 de la Constitución venezolana, según el cual, si al comienzo de un nuevo mandato no hay un jefe de estado electo, el poder recae en el presidente de la Asamblea Nacional hasta elecciones libres y transparentes. tener lugar. Esta es la razón por la que el juramento que hice el 23 de enero no puede considerarse una "autoproclamación". No fue por mi propia cuenta que asumí la función de presidente ese día, sino en cumplimiento de la Constitución.

Tenía 15 años cuando Hugo Chávez llegó al poder en 1998. En ese momento vivía en el estado de Vargas, que limita con el Caribe. En 1999, las lluvias torrenciales causaron inundaciones repentinas que causaron la muerte de miles de personas. Perdí a varios amigos, y mi escuela estaba enterrada en el lodo.

La importancia de la resistencia ha sido grabada en mi alma desde entonces. Mis dos abuelos sirvieron en las fuerzas armadas e inculcaron una fuerte ética de trabajo en sus hijos que ayudó a mi familia a recuperarse de esas devastadoras inundaciones. Vi que si quería un futuro mejor para mi país, tenía que arremangarme y entregar mi vida al servicio público.

Cuando quedó claro que bajo Chávez el país se estaba desviando hacia el totalitarismo, me uní al movimiento estudiantil, que jugó un papel crucial en la entrega de una pérdida decisiva en un referéndum en 2007 que le habría otorgado amplios poderes. Me involucré en la política local y fui elegido para servir como diputado que representa al estado de Vargas en la Asamblea Nacional en 2015.

La misma generación de hermanos y hermanas de mis días de movimiento estudiantil me acompaña hoy, cuando los venezolanos de todo el espectro político se unen en un esfuerzo por restablecer la democracia. Nos corresponde a nosotros restablecer la normalidad para construir el país avanzado y próspero con el que todos soñamos.

Pero primero debemos recuperar nuestra libertad.

La lucha por la libertad ha sido parte de nuestro ADN desde que se logró la independencia en América Latina hace 200 años. En este siglo hemos tomado las calles repetidamente, sabiendo que no solo está en juego la supervivencia de nuestra democracia, sino también el destino de nuestra nación.

Un patrón se ha desarrollado bajo el régimen de Maduro. Cuando la presión aumenta, el primer recurso es reprimir y perseguir. Lo sé porque los disparos de perdigones disparados por miembros de las fuerzas armadas, contra manifestantes pacíficos en 2017, permanecen alojados en mi propio cuerpo. Un precio menor a pagar comparado con los sacrificios hechos por algunos de mis compatriotas.

Bajo el señor Maduro, al menos 240 venezolanos han sido asesinados en las marchas, y hay 600 presos políticos, incluido el fundador de mi partido, Leopoldo López, quien ha estado preso durante cinco años. Cuando las tácticas represivas resultan inútiles, el Sr. Maduro y sus secuaces proponen el "diálogo" de manera falsa. Pero nos hemos vuelto inmunes a tal manipulación. No hay más trucos para que tiren. La usurpación del poder era su única opción restante.

Dado que el régimen de Maduro no puede retener legítimamente el poder, nuestra respuesta es triple: primero, apuntalar a la Asamblea Nacional como el último bastión de la democracia; segundo, consolidar el apoyo de la comunidad internacional, especialmente del Grupo de Lima, la Organización de los Estados Americanos, los Estados Unidos y la Unión Europea; y tercero, dirigirse a las personas, sobre la base de que tienen derecho a la libre determinación.

Más de 50 países me han reconocido como presidente interino o la Asamblea Nacional como autoridad legítima en Venezuela. He apelado a António Guterres, el Secretario General de las Naciones Unidas, así como a varias agencias humanitarias, para que me ayuden a aliviar la crisis humanitaria. He comenzado el proceso de designación de embajadores y de localización y recuperación de activos nacionales amarrados en el extranjero.

Existe un amplio consenso entre los venezolanos a favor del cambio: el 84 por ciento de nuestra gente rechaza el gobierno de Maduro. Por lo tanto, hemos estado organizando ayuntamientos en todo el país para que las personas puedan hablar abiertamente sobre el momento en que nos encontramos y sobre nuestro futuro.

Entre los políticos de la oposición, hemos logrado tres puntos estratégicos de acuerdo como parte de nuestra hoja de ruta hacia la democracia: el fin de la usurpación; un gobierno de transición; y elecciones libres.

La transición requerirá el apoyo de contingentes militares clave. Hemos tenido reuniones clandestinas con miembros de las fuerzas armadas y las fuerzas de seguridad. Hemos ofrecido amnistía a todos los que no son culpables de crímenes de lesa humanidad. El retiro de apoyo por parte de los militares del Sr. Maduro es crucial para permitir un cambio en el gobierno, y la mayoría de los que están en servicio están de acuerdo en que los últimos problemas del país son insostenibles.

El señor Maduro ya no tiene el apoyo del pueblo. La semana pasada, en Caracas, los ciudadanos de los barrios más pobres que habían sido bastiones chavistas en el pasado salieron a las calles en protestas sin precedentes. Salieron nuevamente el 23 de enero con el pleno conocimiento de que podrían ser reprimidos brutalmente, y continúan asistiendo a las reuniones del ayuntamiento.

El tiempo del Sr. Maduro se está agotando, pero para administrar su salida con el mínimo de derramamiento de sangre, toda Venezuela debe unirse para presionar por un final definitivo de su régimen. Para eso, necesitamos el apoyo de gobiernos, instituciones y personas pro democráticos en todo el mundo. Es imperativo que encontremos soluciones efectivas para la grave crisis humanitaria que estamos sufriendo, al igual que para continuar construyendo un camino hacia la comprensión y la reconciliación.

Nuestra fuerza, y la salvación de toda Venezuela, está en la unidad-"

A la vista queda la evidencia de que solo se trata de un panfleto ahíto de falsedades para intentar confundir, lo que para nada importa para sus objetivos, el asalto del poder a falta de respaldo popular, planeados como es público y notorio por su libretista y director, el Imperio yanqui, súper experto en el tema (los Fake News de Bahía de Tonkin, de las armas de destrucción masiva de Sadam Hussein, los Bin Laden, la masacre de las Torres Gemelas, etcétera, etcétera), que es mostrarse ante el mundo como un sujeto "con habilidades políticas" y tantas que hasta un medio como el New York Times le difunde sus escritos.

Dice en su nota Guaidó que el 84% del pueblo rechaza el gobierno de Maduro, lo cual es una es una de sus mayores mentiras y tanto lo es que en estos casi 20 años de Revolución Bolivariana no han dejado de utilizar esa misma cifra para vocearle al mundo que esa representa la inmensa cantidad de venezolanos que siempre respaldan a la oposición, cuando en ese largo lapso se han realizado 24 elecciones y la Revolución Bolivariana ha ganado 22 y esa oposición solamente dos, eventos electorales esos que vale recordarlo, han sido realizados bajo un sistema que ha sido calificado como el mejor del mundo por muchos observadores internacionales y en especial por el expresidente, precisamente estadounidense, Jimmy Carter (https://www.youtube.com/watch?v=rI4z_N2L3nI)

Afirma irresponsablemente este señor que el régimen de Maduro ha asesinado a 240 venezolanos en las marchas, cuando el país todo sabe que esas muertes en más del 90% fueron ocasionadas por sus propios manifestantes, los que, -en su inmensa mayoría- no eran otra cosa que delincuentes contratados y bien pagados para provocar la mayor violencia en las manifestaciones del 2014, 2017 y que este año intentaron hacer lo mismo el 23 de enero pasado, pero las autoridades lograron evitarlo. Un muy bajo porcentaje de esas muertes fueron ocasionadas por efectivos policiales, quienes de inmediato fueron llevados a la justicia y hoy pagan sus delitos en la cárcel. Los expedientes hablan por sí solos y allí están a la vista del que quiera revisarlos y quizás la Alta Comisionada de los Derechos Humanos, Michael Bachelet, quien anunció visita al país, pudiera verificar lo que decimos…

Hay mucha tela que cortar en ese panfleto y lo dejaremos para más adelante. Para cerrar, solo queremos recordarle a Guaidó que él olvida el terrible y espantoso desastre que provocaron sus huestes esos años del 2014 y 2017: A 30 personas les prendieron candela, de las cuales nueve fallecieron literalmente calcinadas (https://www.aporrea.org/ddhh/n308797.html), destruyeron escuelas, centros de salud, universidades, edificaciones del Estado y también privadas por miles, parques públicos, vehículos del transporte público igualmente por miles y todo ello ocurrió solamente en 25 de los 335 municipios que tiene el país…!!!

Y, finalmente, dejamos a los lectores estos enlaces en donde podrán ver al detalle y dentro de la mayor objetividad, los efectos de los violentos actos de calle escenificados por la oposición, llamados "guarimbas", durante los años 2014 y 2017:

2014:

http://albaciudad.org/2014/04/conozca-los-26-fallecidos-a-un-mes-del-inicio-de-las-protestas-opositoras-la-gran-mayoria-son-victimas-de-las-barricadas/

2017:

http://albaciudad.org/2017/07/lista-fallecidos-protestas-venezuela-abril-2017/



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Iván Oliver Rugeles


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