Comprender las motivaciones de quienes han hecho del ataque al Presidente su razón de vivir resulta, para mi, algo sumamente intrigante por las muy particulares características de estas personas: son muy agresivas, irracionales, tercas y extremadamente sectarias, uno puede intentar por todos los medios entablar un diiálogo o una discusión y no hay forma de lograrlo porque en vez de argumentos u opiniones diferentes emiten descalificaciones, burlas,suposiciones y afirmaciones groseras y procaces sin ninguna sustentación.
La situación descrita conduce a un estado de cosas que no beneficia a nadie y debe ser revertido, debemos preocuparnos por la falta de debate crítico y conciente de los asuntos que afectan la vida de los venezolanos y en este sentido creo que es importante conocer la raiz de este exacervado odio para empezar a humanizarlo, controlarlo y reorientarlo a un sentimiento de cuestionamiento pero constructivo.
Despues de muchos e infructuosos desencuentros con personas que sufren de este mal de antichavizmo visceral, yo creo que el problema está en que estas personas no rechazan al Presidente por lo que hace o lo que piensa ni siquiera por lo que es, sino por lo que representa, lo que encarna, y es que el Presidente proyecta el éxito de el Venezolano puro, genuino,de el criollo mestizo, irreverente, sincero,soñador, parejero (como decía mi padre), hablador, contador de chistes, trabajador impenitente y desordenado y en fin todo lo que somos, con defectos y virtudes y esto constituye un balazo para la verdad irrebatible sembrada y aceptada despues de 500 años de coloniaje de que los europeos ( y los norteamericanos) son la perfección y esa masa policromica de negros, indios,mulatos, cuarterones, bachacos, etc. sólo sirve para mandadero y si es muy obediente y servil lo podemos aceptar de caporal, más nada.Por supuesto que esto es una estupidez y una autolaceración en extremo cruel pero existe y no hemos podido quitarnosla. Ya es tiempo.
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