No es el tradicional estrafalario de circo, el compañero de la mujer barbuda, del maromero en la cuerda, como en la que hemos estado, desde ha tiempos; maromeando para no caer; tampoco es, ese loco que se llena la jeta con gasolina, esparciéndola con fuertes soplidos sobre un hachón encendido y, se nos exorbitaban los ojos, cuando el fuego, o llama, brasa, llamarada, candelero, lumbre, quema, pavesa, chispa, hoguera, fogata, incendio; o, también: ardor, pasión, vehemencia, ímpetu, que es la sección de la candela que nos rige el alma, para sentir el amor, la lucha, el construir, crear, resolver, unir con ese brillo necesario que pueda contribuir, de alguna manera, al engrandecimiento de nuestra Venezuela. Como dije, nuestras cuencas desoladas, se asombran al ver una inmensa bola encendida, casi etérea, volátil, impalpable, claro: abrazadora, pero no de aquellos bonitos; llena de rojos, amarillos y azules, que despiden un gris de oscuro humo, que el oxígeno del aire, lo estimula, como iniciador, que es; y, al mismo tiempo lo diluye, desvaneciéndolo ante nuestras desprevenidas ventanas atisbadoras.
El fuego, que por ser la menos consistente de todas las sustancias, es la que más fácilmente cambia de aspecto, además de transformar a todo lo que arrasa; aseguraba Heráclito que: el alma seca, la que se esparce al fuego, es la mejor de todas y la que más conoce: el alma del sabio. Para el francés Bachelard, el fuego, es uno de los cuatro elementos fundamentales –tierra, agua, fuego y aire-; de allí, aplica una interpretación psicológico-literaria en sus obras: "Sicoanálisis del Fuego y La Llama de un Candil". Es así, como los incendiarios, se han convertido en elementos útiles a la política, del "quítate tú, pa’ poneme yo", avalado por las universidades imperiales de USA y jerUSAlem, que se mudarán pronto de Tel Aviv-Jaffa, por la gracia de dios, pues nos ayudará a destruir desde Palestina hasta el Yemen y Omán, además, saldremos de toda esa gentuza árabe-semita, que por desgracia, en "mis tierras" de petróleo, habitan; repite a diario el caucásico y nuevo sionista. Bueno, creo que me fui sin pasaporte; es mejor quedarnos aquí, donde, repito, nos quieren batir el cobre en nuestras narices. El come candela nuestro, bendito por los curas pervertidos, depravados, descaecidos y otras menudencias, que han tenido las orejas de bañar con agua piche, desde sus hisopos a esta caterva de h. p., para ir a asesinar al pueblo "hediondo", como ellos lo sienten. Eso sí, polifacéticos: además de quemar gente viva, ¡hummm! Qué chévere ardían esos bichos malandrosos, negros-mulatos-indígenas chavistas; ¡qué asco! lo que me entusiasmaba, era ese olor, casi aromático a carne asada, pero, con lo escasa y cara que está, pero la verdad, provocaba, no jile, lo único malo, era esa hediondez a ropa poliesterosa, sudada y de segunda, que usa esa chusma… ¡osssea! Pero, ¡qué broma! Malas noticias: suspendidos por el momento, los incendios; hay que dar la impresión de no violencia y destrucción; debemos ser más sutiles y utilizar esa fuerza implacable, hasta llegar a quemar a Maduro en una pira que haga roncha al más pusilánime, para que respeten y se sometan a muds caprichos, digo, mis caprichos. Por eso, cuando se mud-an del candelero al sabotaje y cortan cables de electricidad y explotan en pavorosos incendios en las estaciones, tanquillas, conexiones, con el resultado de apagones en vastos sectores del país, acciones ya cobradas y bien cobradas, enviados por el tío Sam; otras veces con dinero del mismo Estado venezolano, a través de ciertos personajes que se birlan los Situados Constitucionales; acciones ordenadas por el imperioso yanqui y obrado por el obediente, genuflexo y su sumiso vasallo, retrasado súbdito, asqueroso lacayo, atorrante pelele, ridículo títere, apátrida ignorante, servil de quien lo desprecia y que lo compra con mendrugos, vago de oficio, pedigüeño sin vergüenza, vulgar raterillo, queriendo ser ladrón, homicida insufrible, delincuente sin importarle el significado… Bueno, compatriota, ayúdeme por favor, a agregarle más epítetos, a estas piltrafas humanas; ¡por favor! Aquí, me voy de malo, pues, sinceramente, sostengo que, cuando una persona de esas, no sé, pero para mí, son ratas de cloaca, comete esos actos de barbarie, y terminan asados, chamuscados, achicharrados, me contenta y me alivia saber, que lo mismo sienten ellos cuando un pobre viejo, un niño que operan en un hospital en el momento de su travesura, queda muerto y no de la risa, o se desprende un ascensor lleno de trabajadores o residentes de algún edificio, ellos los criminales que, cuando los detienen enseguida invocan "sus derechos humanos", y van a una cárcel donde viven como reyes, con las tres papas diarias, educación, divertimiento y ¡zuas! El día menos pensado, salen en libertad, amparados por los hampones de la derecha: léase: Primero Injusticia-copeyana, Voluntad impopular-adeca; bandera rosa-teodorista; causa-erre-corrompida; veinte-pendezuela, de empresarios aguantadores; y, otros bolsas ocurrentes con rabo de paja, la verdad, co… esos pretendientes, cortesanos, casquivanas y cabrones, consentidores del adulterio patrio, que por mampuesto, asedian a la riqueza venezolana, para negársela al pueblo, que es el copropietario de la Nación, de la República: ¡o no! Pues, asquea y desgasta, el pensar y ocuparse, dizque, de seres humanos; que pretenden recordarnos que tienen derechos humanos y que no puede el Estado venezolano, violárselos; pretenden que se les llame: luchadores sociales y, conductores determinantes, contra: esta dictadura del hambre, miseria y atraso imperantes. Hermano; solo son bazofia humana, inmoral, asesinos, sicarios a sueldo. Y, pensar que tenemos personas de buena fe, que le dan crédito y apoyan a semejantes bestias, llamándoles libertadores; de qué vaina, no sé; imposible creerlo o pensar que sucede en un país, en la que todos sus ciudadanos, como dicen en la jerga popular: todo el mundo pilas. No, no. ¡"Vaya como pingo y guarde pa’l domingo"!
El raciocinio, en términos generales, es toda actividad mental, propia del ser humano, mediante la cual, puede llegar a conclusiones lógicas y a afirmaciones que puedan engrandecerlo y desarrollarlo. Esa actividad, toma como base una o varias proposiciones, que llaman premisas; y, que actúan entre sí mediante el uso de operadores, para llegar a una afirmación o una conclusión lógica. La verdad o falsedad de los raciocinios dependen de, repito, la verdad o falsedad de sus premisas y de la utilización de sus operadores. Esto es más o menos, el carácter de cuanto posee facultad de la razón o facultad pensante, o de lo que es acorde con ella: la razón o lo racional. En el primer sentido, define al hombre como animal racional; animal que posee la facultad de la razón. Los estoicos afirmaban, que la vida que postula el hombre en su ética, es racional y una parcela de la razón universal y su virtud consiste en la conformidad racional con el orden de las cosas, como vía del conocimiento y también como un carácter de la realidad. Lo contrario: el animal irracional, que utiliza sus instintos para sobrevivir; sin prebendas; el racional, se prende de la razón lógica para vivir y compartir. Pero, estos tipejos, como los brillantes escuálidos (aquellos que apoyan a los criminales que contratan, para que actúen por ellos), no aúpan a sus secuaces pagados, para ir directo a Miraflores a colgar a Maduro y su combo, que es lo que deberían hacer, si quieren salir del rrrréééegimen comunista: no, ellos disfrutan su sensible y amorosa criminalidad, su acentuada piromanía, para destruir a las Instituciones del Estado, que son el medio de desarrollo de la República; de paso, no tiene qué ver con procesos o no son medios políticos que demuestren la filosofía del desacuerdo con un sistema que no comparten; o, simplemente con el descontento social, que puedan esgrimir, con derecho, cualquier ciudadano; pero no; recurren al asesinato, a inducir y prodigar el hambre al pueblo, para que éste se moleste y desvíe la culpa, "al gobierno"; y, entonces, mañana, estos demagogos degenerados, saldrán a extorsionar con engaños, a los que hirieron y asesinaron sin miramientos, para que voten por esa derecha podrida, ignorante, fanática, vendida, arrastrada a intereses antinacionales y anti pueblo; ellos, generalmente herederos de bienes mal habidos por sus ancestros, de dudosa honradez, descarados, desfachatados, llenos de mitos, pruritos y resabios aprendidos de los manuales del dinero, sin importar de dónde salieron y cómo llegaron hasta ellos, apegados a tener cosas y más cosas; todas, de fatua y falsa bisutería, que los hace sentir orgullosos de tener por tener, para ostentar ante el lumpen. "Puro detritus de albañal y sucia política".
La derecha "maltrecha", como escucho por ahí, es el extremo de la inconsciencia, del egoísmo, interés; usted ve en la calle o en los sitios de aglomeración de personas, a señoras cacatúas, despotricando del país; nada sirve, todo es malo, con ínfulas de burguesas, solo eso: ínfulas; quejándose de la "porquería" de los salarios mínimos, de las ayudas "miserables" del Estado, tratando de contener la agresión contras ellas y ellos, que le propinan, a todos, por parejo, para todo el mundo; no hay distinción alguna; y, terminan, después de una pausa, dándose un tiempo para respirar, y agregan: "no fui pendeja; agarré y mandé a escanear el maldito carnet de la patria, ése, y me llegó el bono de reyes y ahora me llegó el de carnaval; para nada, porque eso no sirve; pero, que va mijita: donde las dan las tomo… Basirruque no monta en coche". Todo es lastimosamente contradictorio; no hay congruencia, coherencia en el chisme; y la interlocutora, con los párpados llenos de carbón y entrecerrados, apunta: "sí, sí, sí; je je…" solo aspaviento simulado de auto suficiencia. Que desinformación. ¡Qué pobreza de espíritu!
No seguiré atormentándoles con esta perorata y guardaré mi frustración diaria, para otra ocurrencia; aunque real, de todos los aconteceres que espinan el buen camino y que a su paso, nos hincan con molestas posturas, que afectan a esta parte; sin dejar de ser honestos y lógicos, el que no piense como uno, sentirá lo mismo, pues, se sabe, que está "del otro lado del mostrador", como: "el bodeguero que tan contento está…".
¡Chávez vive! ¡La patria venezolana, espera más de nosotros! ¡Maduro dále duro!