Hablando claro

Las mochilas de Chacumbele

Si a alguien le queda dudas de que este joven emergente de la política venezolana es inocente aquí están las pruebas: el carajo sí es inocente. No inocente porque se crea un niño que aún no distingue el mal, que es un ingenuo, o que crea que está libre de pecado. Es inocente porque cree que estamos en el país de los pendejos y que, por creer que las más de 125 muertes quedarían impunes, fue que le pasó como a Chacumbele, él mismito se mató.

Creo que Chacumbele se envalentonó y se creyó con más bolas que los demás. Que las mochilas le pesaban más que a los demás. Empujado por órdenes “de arriba” el hombrecito dijo que le iba a echar bola y de verdad le echó. Más de 125 muertos fue el resultado del llamado a la calle por este “cuatriboliao” que no le importó el sacrificio de los años de vida de muchos jóvenes que sí fueron inocentes al actuar de forma violenta atendiendo el llamado de este Chacumbele que ahora demuestra que no tiene nada en las mochilas.

Nadie lo está acusando de nada. El mismito se autoacusó, se autosuicidó, se auto sacrificó. Se le da gracias a grandísimo Dios Totopoderoso que fueron pocos los que se sumaron al llamado al sacrificio; que no tenía poder de convocatoria. Lo único que le faltó fue ponerse él mismo las esposas y decir: no me lleven preso que yo mismo me voy a encarcelar.

Tampoco es que se va a creer que actuó así por falta de malicia y que ahora está libre de pecado. Eso fue bien pensadito. Lo gritó a todo pulmón. Hay videos, hay fotos, hay acciones que lo hacen un súper hombre “con las bolas bien puestas” pero sin pensar qué pasaría mañana. No hubo nadie al su alrededor que le parara el trote, al contrario, lo lanzaban a la candela.

En Estados Unidos botaron de su trabajo a una dama porque le sacó el dedo medio, o sea, el de la señal de costumbre, a la comitiva de Donad Trump. Imagínense qué le pasaría a cualquier pendejo en Estados Unidos si dijera a McDonald lo que Chacumbele le dice a Nicolás Maduro. En la tierra admirada por la oposición este carajito no saliera más nunca de la cárcel.

Además de fotografías y grabaciones desfilando con encapuchados, felicitándolos, dándoles la mano en señal de “muy bien hecho”, llamar a trancazos, secuestros colectivos, etc., Freddy Guevara, no se sabe si empericao o enmarihuanao, lanzó una perlita a una pregunta de una periodista sobre si él asumiría las consecuencias de la violencia que se estaba generando y le contestó: “Para qué me preguntas eso, si crees que me voy a cagar, yo no tengo miedo de nada de lo que haga este maldito gobierno, a mi me eligieron para sacar a esta gente y le voy a echar bola”.

“Yo si llamé a la protesta, si llamé a la calle y creo en la desobediencia civil. La convoqué y la volveré a convocar. Jamás van a poder hacer creer ni a mí, ni a los que estuvimos en la calle, ni a la comunidad internacional de que nosotros somos los culpables de que ustedes, asesinos, sean quienes nos maten”.

Ya ven ustedes que el hombrecito no tenía nada en las mochilas, era mentira. No se sabe para dónde se le fueron las bolas. Se cagó y ahí está, en territorio chileno, país donde hasta hace poco hizo estragos una dictadura criminal con miles y miles de muertos y desaparecidos. En estos momentos le están examinando las mochilas a ver qué es lo que tiene, porque por lo visto cuatriboliao no es.








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Pedro Alfonzo Rojas

Antiaco, columnista, premio regional de periodismo de opinión 2016, telegrafista, tipista, montador, diagramador, coordinador, gerente de producción, editor de noticias TV; y sobreviviente de las violaciones de derechos humanos y laborales en gobierno de AD.

 pedrorojas56@hotmail.eso

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