La desvergüenza, la traición, el fascismo y la vileza tienen muchos rostros y un solo nombre: MUD

La llamada mud, así con minúscula, muy desesperada, saturada de impaciencia, con los estribos perdidos, retadora a rabiar cual gallina cantando como gallo, en alarde del cinismo que engendra la impunidad y en evidente confesión de agenesia acentuada en cuanto a la calidad de viril, recurriendo a la disonancia en agudos griticos,..!help!,!help Donald!...llamados de garganta profunda a su preceptor norteño...derecho de pernada a solicitud de la víctima.

Pero no hay que negar que bien clara está la mud, como siempre en la consecución de los atajos como ejercicio militante de su inutilidad política e indiscutible efectividad en el "arte" del terrorismo y el desasosiego de toda una sociedad que cual estoicos contemporáneos se ha visto constreñida entre la psicopatología de los heraldos del terror y las "estrategias" lerdas de quienes se espera presta y oportuna efectividad en eso de protegernos, de garantizarnos la integridad, la convivencia en el marco de lo civilizatorio sin convertirnos en señuelos para atrapar orates.

El fascismo es una hidra para cuya desaparición se requiere mucha acción, ardua, laboriosa, transformadora del orden social profundo y mucho componente teórico de la totalidad dialéctica, lo único que proporcionará unidad, organización y dirección a los procesos históricos-sociales en los cuales estamos sumergidos, los que requieren desentrañarse a la luz de las realidades.

El fascismo nunca desaparecerá por la mera acción del verbo encendido, los decretos bien intencionados o las elaboraciones necesariamente actualizadoras del legislador constituyente. La contra del fascismo es la categoría pueblo, pueblo respetado, atendido en sus necesidades, las que convocan la "espiritualidad", como las materiales categóricamente determinantes, pueblo convocado por la verdad, querido, rebosante de dignidad conquistada en los terrenos de la decencia política, humanística.

Cuando un pueblo descubre, se asegura de esas virtudes entre sus adalides, se fusiona con los tales y hecho uno solo asume todos los retos, todos los peligros, se plantea el sacrificio y vuela en alas de la victoria. El pueblo requiere poder confiar, los pueblos se hartan de la retórica, de la política como oficioso arte de prestidigitadores, de ilusionistas.

Es imprescindible que se crea en el pueblo, que la confianza tenga su nombre y no se siga viendo como un púber que transita por las veredas entre el infantilismo y la ingenuidad, tan solo convocado para recibir directrices, tal arrogancia e irrespeto es propio de la atávica genética social de la sociedad patriarcal, de la esencia burguesa, mácula, engendro presente de la estratificación social en el alma ideológica de tanto "revolucionario".

Hay que edificar el poder popular desde la mínima expresión del conglomerado social, pero construyéndose a sí mismos sin el tutelaje mediatizador y atropellador de los dueños de la "verdad" y las "buenas" intenciones por mandato de la nomenclatura.

Hay que impregnar de poder popular a todas las instituciones del estado decadente como forma de apresurar el tránsito hacia la democracia socialista y acelerar la despedida de lo establecido, solo así el pueblo se sentirá verdaderamente protagónico y solo así lo será, dejará de ser letra muerta nuestra constitución respecto al tema.

Es el momento de hacer acopio de los mejores impulsos, de lo aprendido de las experiencias fallidas, de la realidad y de la utopía escurridiza para con audacia calculada, con modestia revolucionaria y miedo desterrado llevarnos por delante los muros del reformismo, la tentación a la preservación de las áreas de confort político, de poder por el poder y aventar todo eso al tremedal de las equivocaciones.

No se trata de perdernos en los laberintos epistemológicos, todo está dicho y no lo está, no hay tiempo para lo reiterativo y menos para la recreación narcisistica del hecho político; es necesario, entendiendo lo complejo de nuestro momento a su vez comprender que la audacia es una necesidad y la retórica desbocada una calamidad, la acción clama por la entrada en el escenario de variables nada complejas pero de seguro señaladoras de lo probable efectivo: La verdad como permanente y común denominador de la cotidianidad política, instalar, elaborar un nuevo discurso donde se hegemonice desde lo simbólico y lo práctico la verdad a todo trance..."la verdad por si sola es revolucionaria", luchar contra la impunidad, la justicia presente, sin sesgos, a lo largo del momento de la totalidad de las circunstancias que nos abruman, escarnio y condena a la corrupción en cualquier de sus expresiones, crear, dar cuerpo a la dirección colectiva del proceso, donde las bases y el ámbito comunal constituyan las fuerte primarias que alimenten ésa instancia colectiva de dirección, donde confluyan tanto venezolano capaz, ansioso de poner lo mejor de sí para ver hecha realidad los sueños de tanta gente buena, militante sin duda alguna del humanismo, pero al margen por las prácticas mezquinas, totalitarias y hegemónicas de padecedores de la enfermedad terminal del poder, sazonados en el temor a dejar de "protagonizar" aferrándose a todo trance en sus pequeñeces, en detrimento de lo transcendente, la vida de un proyecto, como si todos no fueran necesarios.

Llegó el momento de avanzar o lamentarlo por mucho tiempo, el fascismo es implacable y no desperdiciará grietas por pequeñas que sean, como lo ha echo...debemos ser implacables con la vacilación, la conciliación en sus infinitos trajes, es impostergable la firmeza materializada en el rescate económico como prioridad absoluta, so sentencia de zozobra del proyecto bolivariano, no se trata de proteger al gobierno, se trata de salvar un proyecto libertario continental y para ello no sirven los amagos, los gritos, las promesas, las proezas cantadas por adelantado cual juglares en su mejor momento y mayor descuido.

Estamos en el tiempo justo, en la encrucijada donde un solo camino es el verdadero para avanzar hacia el cambio social tan pregonado por unos desde el doblaje verbal y por otro lado el tan añorado por un pueblo sincero y luchador que aún cree en su salvación por la vía de éste proceso bolivariano a pesar de las "hecatombes" de errores, llegar a esta conclusión no es producto del devanarse los sesos o escrudiñar en los aljibes del conocimiento en procura del agua clara....tan solo es plantearse democracia y más democracia, democracia socialista, no la liberal burguesa...comunas, verdadera participación, sincera, honesta, decente, sin el desafino ponzoñoso y criminal de la demagogia.

No subestimemos ni un instante a la mud, ella sigue, seguirá en sus trece, las clarinadas, sus toques de diana apresurando, implorando a sus patronos el auxilio vil, para las intervenciones, las violaciones a nuestra soberanía y dignidad patria, los escucharemos por más tiempo del que queremos y precisa ésta patria mancillada por esas huestes de facinerosos arrendadores de la política. Vendrán más imploraciones y con ellas mayor desgaste de sus rodillas, nada proveniente de ellos podrá alarmarnos, por consiguiente es válido el lugar común de los juristas..."A confesión de partes relevo de pruebas".

Muy despreciables las bien conocidas posiciones de estos "señores" que con el mayor descaro y sin un ápice de vergüenza las lanzan a los cuatro vientos, y hasta hablan de patriotismo y de una supuesta ética en sus descargos y desvergüenza...sus ambiciones de poder malsanas, torcidas no tienen límites, cada día agregan un capitulo nefasto a la larga travesía apocalíptica que les caracteriza, la bajeza la ausencia de valores mínimos referenciales los lleva a no importarles que el grueso de la población venezolana sufra las consecuencias de ésta canallada, de éste crimen, con tal de lograr sus aviesos objetivos.

! El delirio por salir del Presidente Maduro a como dé lugar es para ellos lo importante!...? podrá algún sector lúcido de nuestros compatriotas depositar su confianza, sus esperanzas en estos abominables individuos, se seguirán permitiendo estos atropellos al marco jurídico que vela por el respeto de la patria, por la soberanía, su integridad, la libre determinación?

Indiscutiblemente necesarias y ejemplarizantes deben ser las respuestas jurídicas y políticas a ésta vergüenza.

Si el Dante viviera tendría un ejemplo palpable, de un realismo aplastante, de los moradores de sus famosos CIRCULOS DEL INFIERNO y en particular del NOVENO y último donde son enviados para el peor de los castigos, los peores seres LOS TRAIDORES A SU GENTILICIO, justo en la CUARTA ZONA, la más abismal y aislada, la llamada JUDECA en "honor" a JUDAS...! Las nauseas son inconmensurables!.


 



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