Los integrantes de la MUD no hallan qué hacer con sus vidas. Por un lado, los más radicales, se siguen amparando en los artículos 333 y 350 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y por el otro, los guabinosos, se pliegan a la participación en las venideras elecciones regionales del 10-D. Hoy más que nunca se asemejan al propio "saco de gatos", símil que siempre cita José Vicente Rangel en sus artículos y en su programa de opinión.
No conforme con esto, los guabinosos, a pesar de estar de acuerdo con la participación en las regionales, siguen haciendo convocatorias a manifestaciones callejeras violentas que ya no tienen acogida en la población opositora. Mientras tanto, la Asamblea Nacional Constituyente continúa con el desarrollo normal de sus actividades en pro del bienestar del pueblo, a pesar de la presión de gobiernos de derecha de diferentes países del mundo que se ha confabulado en contra de la Revolución Bolivariana.
En este sentido, es preciso señalar que la población en general, en más de un 80% sigue apostando por la paz y por el desarrollo normal y armónico de sus actividades diarias, laborales, comerciales y de diversa índole, lo cual le da al clima actual de la nación un ambiente de tranquilidad. Esto no parece percibirlo algunos de los "gatos" metidos en ese saco de bochinche y desorden que no los conduce a nada en positivo.
En conclusión, debemos decir -sin lugar a dudas- que las venezolanas y los venezolanos se las están jugando y están participando activamente para que el país normalice sus actividades. Ojalá que de este maremágnum nazca una oposición seria, adaptada a los parámetros de la Revolución, que respete y que se ciña al marco legal, aportando soluciones a los grandes problemas de Venezuela, que no son pocos, pero que necesitan de propuestas sensatas que deberán ser debatidas por todos los sectores a pesar de las diferencias.
