Devenires del we will come back romulero

En estos tiempos de crisis las amarras de la nostalgia de restauración se desatan y cunde la desesperación. El adeco que suponíamos sometido se libera y busca espacio en la tarima para tener su cuota de protagonismo en el espectáculo de la querella entre buenos y malos, entre morales e inmorales, entre puros e impuros. El radicalismo de cubículo siente que su tranquilidad está amenazada y echa mano de la retórica acomodaticia. No hace falta mucho esfuerzo intelectual para descubrir la coincidencia fundamental entre una izquierda que se cree pura y la derecha fascista. Ambos aspiran la restauración del puntofijismo con el argumento de la impureza chavista de Maduro. Pues ya es un lugar común en la derecha el intento de vender a un Chávez bueno frente a un Maduro malvado. Se fabricó, con los escombros de la cobardía servil, un chavismo antimadurista.

La izquierda pura criolla es extraordinaria para combatir a la izquierda desde la izquierda, pero es dócil y cobarde para asumir la lucha frontal contra el enemigo de la derecha. Habla de unidad revolucionaria desde la pureza y eso no es más que un eufemismo para dividir. Se presentan como paladines del antimperialismo pero coinciden con el imperialismo en la retórica de la democracia liberal. No tocan el cochino dinero como el hermano Cocó de Radio Rochela, pero aceptan las “colaboraciones” provenientes del narcotráfico. Combaten las concesiones del arco minero, pero guardan silencio cómplice con las pretensiones fascistas de la entrega de la industria petrolera a la Exxon. Maduro es dictador y asesino, pero Leopoldo es un perseguido político. Las guarimbas son la expresión más genuina de civismo, en consecuencia lo democrático es convocar elecciones generales. El plebiscito del 16 fue legalísimo, pero la constituyente es anticonstitucional. Su pureza es la mejor excusa para abonarle su granito de arena al intervencionismo. Se jactan de conocer los mecanismos de dominación de los medios de comunicación, pero aman ser cachorros del amo que les da espacio en las televisoras gringas. Denuncian el burocratismo cuando están fuera del gobierno y lo alaban cuando forman parte del él. Es mala la burocracia hasta que te ofrecen un cambur en la administración pública.

Chavismo crítico, plataforma ciudadana, apelación a títulos académicos, jerigonza leguleya, horror por el abuso de igualar a santa Maria de Caparo con las grandes capitales de la República, lagrimas por el abuso madurista de impedir que la democracia se traduzca el regreso de Ramos Allup y su combo fascista… son algunos de los malabarismos de esta gente para suplicar perdón por el pecado mortal de haberse retratado con el socialismo de Chavez.

Detrás de la fraseología hueca de esa izquierda pura se esconde la cobardía de la entrega. Han renunciado a que le confundan con la etiqueta de revolucionarios como un adelanto a la reservación de un acomodo en el “we will come back” romulero. Allí no hay nada que se parezca a posturas revolucionarias. Allí no encontraremos la menor expresión de resistencia frente a cualquier intervención extranjera. Su radicalismo se reduce a la salida de Maduro. Su única voluntad es la voluntad de la inercia que le proporciona la comodidad del cubículo. La voluntad del descanso. Para esa izquierda pura el único compromiso es con ellos mismos. Pegarán el grito al cielo por la ofensa recibida.

Calificarán como chantaje este tipo de posiciones. Interrogarán por los errores del gobierno. Multiplicaran las razones para seguir resistiendo, al lado de los fascistas democráticos, contra el régimen despótico de Maduro. Desempolvarán las tablas de la ley de la democracia gringa para condenar la democracia representativa. Ellos son especialistas en producir excusas para no hacer nada digno de apuntalar a una revolución. Una diarrea de excusas se confundirá con los puputov de la oposición; pero jamás esperéis de ese radicalismo puro y sus más genuinos representantes la menor intención de crear un frente revolucionario de liberación alguno.

vladimirgomez020@gmail.com


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