Los vicios del oposicionismo son como un cáncer que los carcome que no les permite la paz con la miseria humana, en vista de la inminente realización de la constituyente y de las elecciones a gobernadores en diciembre de este año, han retomado el palurdo discurso en cuanto a que están obligando a los funcionarios públicos, a los servidores públicos a que salgan a votar a favor de la propuesta del presidente obrero: Nicolás Maduro. Uno oye ese palabreo con ladilla y más ladilla y los motivos son varios, pero voy a nombrar dos, primero el voto es directo, universal y secreto, es decir estimados escuálidos, el ejercicio constitucional del sufragio se ejecuta sin que nadie lo pueda ver, cuando el CNE instala los paravanes con las máquinas de votación no permite tomar fotografía, bolsa sería el opositor que se autofotografíe con su celular enmarcando su rostro y pulsando la opción chavista; incluso los bombillos blancos esos -de la Misión Iluminación- que dicen que son hechos en Cuba y que traen cámaras fotográficas incorporadas para espiar a todo aquel, tampoco sirven porque cuando uno los abre para cambiarle la cinta, se explotan. Entienden. Por lo antes dicho, asumo que ninguno de los oposicionistas que le "trabaja" al Estado venezolano en el Ministerio de Educación, Gobernación, Inces, Pdvsa, CVG o cualquier otro organismo, subirá fotos a Instagram, Youtube, Facebook o Twitter sufragando por los candidatos bolivarianos, digo.
La otra razón tiene que ver con la conciencia, conciencia revolucionaria, trata de aquellos trabajadores de la administración pública que se colocaron una boina roja, se aprendieron al caletre las consignas: patria socialista o muerte; Chávez vive, la patria sigue; uh ah Chávez no se va y no se cuantas más, algunos de hecho asistieron a marchas contra el imperialismo o contra la amenaza inusual y extraordinaria que nos considera el gobierno de los Estados Unidos, pero ahora con la guerra económica, la arremetida de la canalla mediática y el apoyo económico a los partidos de derecha por parte de corporaciones militares y comerciales no pueden ocultar "toda esa arrechera" vociferando maldiciones contra el país y contra la revolución bolivariana; de nada sirvió que se graduaran de abogado, periodista, médico comunitario o licenciado en Gestión Ambiental, es más, la asignación de una casa de la Gran Misión Vivienda Venezuela, o que le entregaran un carro de la Venezuela móvil, o que recibieran productos Haier, no fue suficiente para que estos "servidores públicos" olvidaran las consignas o los beneficios de los que fueron objeto por parte de la revolución, ya que la grandeza de su apoyo incondicional al proceso bolivariano vale menos que un paquete de harina PAN, o un kilo de arroz Cristal, de espaguetis Millani o medio kilo de mayonesa Kraff.
Estoy seguro que la constituyente va, como estoy seguro que muchos de los que ganarán un espacio ese foro político no comulgan con el chavismo, sin embargo esa es la intención, que la gente se exprese, diga y haga propuestas para reforzar la Constitución Bolivariana, importando solo el bienestar de la ciudadanía, de la gente y tomando en cuenta que la obligación que tengo con el chavismo es mi devoción, ese cuento chino sobre la obligatoriedad que imponen a los funcionarios públicos para que vayan a votar en la constituyente, es pura paja.
