Hablando claro

El “cura” encapuchado

¡Dios mío! Yo creía que lo había visto todo y resulta que todavía no he visto nada. Ahora era que me faltaba o ahora es que me falta. Si seguimos así ahora sí es verdad que nos va a llevar el diablo con sotana y encapuchao. Había visto un alcalde encapuchado dirigiendo protestas, diputados dirigiendo encapuchados; alcaldes desfilando por una avenida rodeado de encapuchados; un gobernador marchando con niños casi de pecho encapuchados. Creía que eso no pasaba de ahí; una prueba de que, además de bruto e incapaz soy es un rolistranco de imbécil.

Había visto a opositores anunciando "marchas pacíficas" desde los "cinco puntos cardinales". También he visto a diputados embrujados que se sienten perseguidos o que ven la sombra de un guardia nacional por todas partes. Creí que Héctor Serpa Arcas había sido el fiscal general más incapaz, más hipócrita, más cínico, pero ahí sí me pelé, Luis Ortega se lo ganó de punta a punta, está fuera de lote.

Había visto mandar a "descargar la arrechera" con 12 muertos y más de 100 heridos; anunciar la salida con 43 fallecidos y 800 heridos; había visto cómo le pegaron candela a un autobús del transporte público en Maracay con el chofer adentro; había visto la jerarquía eclesiástica celebrando la instauración de una dictadura en Miraflores; curas haciendo llamados a la desestabilización; había visto una dictadura relámpago, criminales en acción, lincharon ministros, invadieron embajadas, derogaron desde la Constitución hasta el último cargo de mensajero.

Pero carajo, hasta Dios como que está equivocado. El Papa como que está encapuchado o vendado; sordo para no oír, ciego para no ver la realidad de lo que está pasando en Venezuela con sus subalternos que se han convertido en "líderes" políticos y no portadores del mensaje de paz, de reconciliación, de hermandad, de humildad.

Hasta la Divina Pastora la metieron en peo. Faltó poquito para colocarle una capucha. El Monseñor Antonio López Castillo puso la última cagada. Ese curita portador de la violencia y el terrorismo le echó tremendo pajazo al Papa, al mismo Dios Todopoderoso. Tuvo la desfachatez de utilizar la imagen de la Divina Pastora para echarle la bendición a los guarimberos y terroristas de Barquisimeto donde lincharon y golpearon hasta morir a un militar de la Fuerza Armada Bolivariana.

"Sigan luchando por el país, no desmayen que Dios y la Virgen están con ustedes y los protegen", le dijo este mensajero de la paz a los guarimberos, quienes portaban capucha y escudos con imágenes de santos; una vulgar falta de respeto que sólo este Monseñor se ha atrevido a echarles la bendición y mandarlos a que sigan guarimbeando y propagando el terror en la búsqueda de más muertos que ya son bastante.

La Divina Pastora debería de echarse una arrechá y jalar por una pata a este cura guarimbero y echarle una sacudía pa que se deje de pendejada. O que el Papa Francisco se quite la "capucha" y le quite esa careta que tiene la jerarquía eclesiástica y muchos de sus curillas apátridas y traidores de sus propios ideales.

Es una obsesión lo de los curas. Una obsesión o una brujería de los líderes opositores. Un diputado marcha "pacíficamente" y cayó en la profundidad de un hueco, y salió maldiciendo a un GN que lo había empujado: "Me empujó un guardia. Qué le pasa a ese guardia que me empujó, está loco o qué". Por allí no había ni la sombra de un Guardia Nacional. Ahora sí corrijo, no lo he visto todo, pronto veré a los curas encapuchados dirigiendo guarimbas, quemando gente viva y quemando edificios con niños adentro.



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Pedro Alfonzo Rojas

Antiaco, columnista, premio regional de periodismo de opinión 2016, telegrafista, tipista, montador, diagramador, coordinador, gerente de producción, editor de noticias TV; y sobreviviente de las violaciones de derechos humanos y laborales en gobierno de AD.

 pedrorojas56@hotmail.eso

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