Hablando claro

Ratas, ratones, alacranes y alacranas

Hay un decir en el argot popular que "cuando el barco se hunde las ratas y ratones son los primeros que salen huyendo"; el caso viene a lo que dijo el general Müller Rojas en una oportunidad: "El presidente Chávez está sentado en un nido de alacranes". El barco no se ha hundido y han huido muchas ratas, "hasta las ratas traicionan". Los alacranes y alacranas "picaron" y están saliendo del nido.

Las ratas huyen, nadan y quedan como sobrevivientes; los alacranes y alacranas se matan ellos mismos. Como decía CAP: "Se auto suicidan". Como decía el comandante, el que traiciona a la revolución y se larga, sino muere en el camino a la larga se seca. Políticamente es un futuro cadáver.

Hay unos cuantos personajillos que han abandonado el barco o el nido que se la dan de socialistas y ni siquiera marean. Estaban muy bien acomodados al lado del comandante Chávez. Fueron muy inteligentes en su momento. Engañaron al Presidente y hoy nos damos cuenta que, Chávez estaba rodeado de traidores, de desleales.

Unos y unas que fueron muy inteligentes hasta el punto que lograron están ahí sin que nadie se diera cuenta; otros que se le veía por encimita que eran rolistrancos y rolistrancas de traidores y traidoras. Unos hipócritas, cínicos, vividores de oficio que se aprovecharon de un Chávez que dio la vida por los más necesitados; con su humildad, sencillez; otros que se aprovecharon de su nobleza y exceso de confianza.

Que los hombres sean traicioneros eso es costumbre porque no aguantan dos pedías y en política mucho menos. Pero, que a las mujeres se les deposite la confianza y luego traicionen a quienes confiaron en ellas, es mucho más notorio y vergonzoso. Traicionan y brincan a la acera de enfrente donde hay alacranes con la ponzoña más venenosa. El traidor o traidora lo es aquí, en todo el planeta y "poquito más allá".

A la final fueron serpientes que se convirtieron en alacranes. Se arrastraron de la manera más sigilosa y lograron entrar al nido. Allí se sentaron, comieron y bebieron al lado de quienes ellos y ellas querían dándole rienda suelta a la hipocresía y al cinismo. Mostraban lealtad absoluta pero ese "otro yo" que estaba metido en ese esqueleto no pensaba más sino en eso: la traición.

Pero no todo es de serpientes que se arrastraron y alacranes que picaron y se fueron. También hubo casos donde se demostró intolerancia política en el chavismo y algunos dirigentes fueron execrados, echados, rechazados por criticar y decir algunas verdades; y aun así, muchos han muerto con el chavismo en lo más profundo del espíritu y el alma.

No vamos a decir nombres porque suena un poquitín odioso, pero de lo que sí estamos seguros es que todos saben quiénes son los traidores, desleales, infieles, hipócritas, cínicos que han pasado por el chavismo y que con la traición han dicho adiós hasta secarse más adelante y a corto plazo. Son muchos los que quedan en la revolución que en lugar de hacerle un favor lo que están es haciendo un daño terrible. En comandante Chávez enseñó tanto a su gente que, en el chavismo ya nadie se chupa el dedo.

Fue tan acertado Múller Rojas que el comandante Chávez a la larga tuvo que darle la razón y darle un abrazo grandísimo. Se dio cuenta de dónde y con quién estaba sentado. Lamentablemente murió sin sacudirse de tantos ratones, alacranes y alacranas, que en el último adiós desfilaron clavando el venenoso aguijón para despedirse de quien confió en ellos y que, de allí salieron bañados con el veneno de la traición.



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Pedro Alfonzo Rojas

Antiaco, columnista, premio regional de periodismo de opinión 2016, telegrafista, tipista, montador, diagramador, coordinador, gerente de producción, editor de noticias TV; y sobreviviente de las violaciones de derechos humanos y laborales en gobierno de AD.

 pedrorojas56@hotmail.eso

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