"A veces las actitudes y acciones de algunas personas espantan, porque piden lo que no dan, reclaman lo que no van a recibir, luego dejan la lucha como si no importara lo que iniciaron"

Decía un compañero de bachillerato llamado Golchei Goitia cuando algo le llamaba poderosamente la atención como por ejemplo, la marcha de este loco llamado Hans Wuerich, expresaba, "Bicho feo y sin bigote" para referirse a un ser humano algo raro y que por lo menos el bigote le ayudaba a disimular alguna extravagancia en su humanidad

Este personaje cual loco de oposición decidió hacerse famoso a través de los medios de comunicación marchando desnudo con una biblia en sus manos por la avenida Francisco Fajardo en Caracas, queriendo semejarse al cristo de nazareno, pero desnudo en toda su procesión. En nada se parece Hans a Jesús, porque el cristo llevaba su túnica intima. Los niños, los jóvenes y la sociedad venezolana deberían hacer una verdadera protesta contra ese espanto. Hans marchó mostrando no se sabe si su desnudes famélica o su desacuerdo con el "régimen" de Maduro que lo dejó protestar desnudo cual espanto ante las cámaras de periodistas internacionales como si estuviera preparado como tantas otras odiseas de personajes de la oposición. Pero que interesante, no fue detenido como en un país desarrollado, no, aquí en esta nación de "dictadores" donde protesta Hans, donde según él, hay un demonio –no el demonio que a él se le incorporó para desnudarse-. Aquí en este paraíso llamado Venezuela, Wuerich pudo protestar sin tener que lamentar nada en absoluto. Hacer su parodia viviente contra una tanqueta que tampoco hizo nada contra su desnudez.

Este loco desfiló desnudo machetericamente –como dicen en el Zulia, bien, sin problemas- por la avenida Francisco Fajardo el 20 de abril pasado y se montó a una unidad antimotines para protestar contra el régimen de Maduro y hacerse famoso ¿Qué hubiese pasado si lo hubiese hecho en la 4ta república o en EE.UU.? y sin pena alguna, ahora el muérgano ha decidido irse al extranjero. No sé porque, pero cuando veo las diversas fotografías de Hans –sus gestos y su cara-, de esta su marcha sin retorno a Venezuela, este espanto se me parece a Jim Carrey, un payaso

Los abuelos de Hans huyeron de Alemania y luego su padre de la dictadura de Videla en Argentina y es aquí este país donde Hans dice que es la tierra donde existe un demonio llamado Maduro que hay que acabar, pero que misteriosamente el gobierno de ese demonio le da sin miramientos una pensión a su padre que Alemania no le da por haber nacido allá.

Ahora en este país con "dictadura", esas que si vivieron sus abuelos en Alemania y su padre en Argentina, el espanto de Hans quiere desaparecer como arte de magia para dejar el país que lo ha albergado y protegido de tantos asesinos que su generación ascendente tuvieron en el pasado. El espanto está alegando que se va de Venezuela por asuntos personales ¿Para qué entonces la "ridícula comedia? Semejante espanto deja ahora este personaje que hizo toda esa caricatura nazarena ofendiendo al mundo cristiano con la biblia en la mano, semejante locura.

Cuando a Hans lo entrevistó un medio norteamericano sobre el porqué de la biblia, el espanto respondió "Soy muy creyente, quería hacerle ver a la guardia que estábamos con Dios y con Él todo se puede". Según el, esta fue una acción premeditada y en la entrevista Wuerich afirmó que su protesta fue pensada y planeada, y dice: "Incluso investigué en internet varios casos y eso lo hice bien pensado, encontré varios ejemplos como inspiración" entonces debemos preguntarnos ¿Qué buscaba Hans de verdad? También dice la entrevista que: "Hans asegura que no es evangélico ni testigo de Jehová y explica que hace cuatro años algunas situaciones extremas en su vida lo llevaron a refugiarse en el estudio de la Biblia" ¿Extremas, cuáles?

Hans Wuerich es un espanto cobarde porque se lanzó despojado a las calles de Venezuela, alborotó los medios de comunicación, la nación y el ciberespacio, y ahora deja a una cuerda de crédulos consternados porque marchó desnudo y luego se marcha vestido al extranjero

Nuestro legado… también es sagrado