La última caprilada

Con las capriladas nos entreteníamos; nos reíamos. Era algo así como las ocurrencias de un carajito. El mismo disfrutaba de sus cosas “agradables”. A mí en lo particular, me encantaba leer sus “declaraciones”. Canfinflas que quedó pendejo con su falta de ignorancia. Un “político” lleno de contradicciones. Hoy dice una cosa y mañana dice otra. Suerte para él que ni los medios, que han sido el brazo derecho de la oposición, le paran bola. Su mundo es un mundo al revés. La última caprilada me pareció una ridiculez, una burla. El tipo en verdad cree en la bolsería de los demás.

Su última aparición a la prensa me dejó patitieso. Ahora sí creo que el carajo está convencido de que en este país todo el mundo es pendejo. Que están dispuestos a creerle cuanta loquera se le venga a la mente. Lo peor es que dice las capriladas con mucha seriedad y serenidad. Como si estuviera diciendo una vaina de esas “tumba gobierno”.

“Todos los actos vandálicos son ordenados por Reverol”, refiriéndose al vandalismo en su propio estado. Siéntate ahí para que veas al flaco diciendo loqueras que matan. Si alguien lee este comentario y cree que lo de “capri” es en serio, que me escriba y me explique despacito para que me convenza.

Ahora resulta que los actos vandálicos en el país los ordena el mismo gobierno, los ordena Reverol. Esto es de película. A este panín hay que andarle rápido, porque si no está mal de la mente ya está medio tocao. En Miranda, su estado, donde gobierna, ha habido de todo. Guarimbas, saqueos, incendios de comercios, quema de vehículos, etc., etc. Pero todo eso en “protestas pacíficas” ordenadas por el gobierno.

Capri dice que hubo más de 15 saqueos pero que los saqueadores actuaban “resguardados” por la GNB. Fueron saqueadas panaderías, charcuterías, licorerías e incluso una fábrica de embutidos. Dijo Capri: “Estaban a pocos metros (…) Qué pasó, ¿no los vieron? ¿Estaba muy oscuro? Lo que es obvio no necesita explicación. Estaban en complicidad con el gobierno”. Quien crea esa pendejada, entonces es cierto que estamos magnetizados por los medios de comunicación.

En sus capriladas el carajito dice que “un centro de salud fue atacado para que los afectados por la violencia no tuvieran a dónde acudir”. Que Reverol actúa por órdenes del presidente Nicolás Maduro y que presentarán las denuncias por delitos de lesa humanidad ante instancias internacionales.

“Públicamente denuncio a Reverol, es él quien comanda la represión. Pasa por encima del comandante de la GNB y es quien respalda a los grupos civiles armados”. ¿Había usted, amigo lector, leído semejante barbaridad? ¿No cree usted, amigo opositor, que Capriles les está echando tremendo pajazo? En qué cerebro cabe que en unas protestas “pacíficas” realizadas por la oposición en todo el país, sólo en Miranda ocurra esto. En el único estado donde los violentos los manda el gobierno es a Miranda. Esas son “inocentadas políticas” que la oposición tiene que analizar urgentemente.

Ahora bien, el pana capri actúa como carajito. “Esto lo voy a denunciar a organismos internacionales”. Y el otro pendejo, allá en Guashington, que, a lo mejor lo cree. La mente de Almagro tampoco le da para pensar que “cómo puede ser posible que vengan a denunciar las protestas que ellos mismos realizan”.

Capri ya tiene compañía. Si le paran y analizan cuidadosamente lo que dicen Freddy Guevara, Delsa Solórzano, Tomás Guanipa, Julio Borges, María Corina, y otros, se darán cuenta en qué manos estamos. Hasta las urnas con los cadáveres las sacan de los cementerios y las utilizan como barricadas y guarimbeo, y la culpa de Reverol. Una próxima película.

 



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Pedro Alfonzo Rojas

Antiaco, columnista, premio regional de periodismo de opinión 2016, telegrafista, tipista, montador, diagramador, coordinador, gerente de producción, editor de noticias TV; y sobreviviente de las violaciones de derechos humanos y laborales en gobierno de AD.

 pedrorojas56@hotmail.eso

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