En verdad que la capacidad de asombro del venezolano de a pie cada día es rebasado sin son ni ton, ahora resulta que el gobierno del camarada Nicolás Maduro, “intenta dividir la oposición con sus triquiñuelas y acusaciones a sus dirigentes”, según Ramos Allup; el tipo no se ha dado cuenta que la labor de Maduro -para conseguir la ruptura de la Mesa de la Ultra Derecha, MUD- no es necesaria, debido a que sus integrantes se encargan de enviar mensajes directo a sus afectos sobre la divergencia política, social, económica y partidista, en clara alusión a las mil contradicciones que allí existen.
Preguntémonos, será que Lilian Tintori hace lo que hace para que Ramos Allup sea presidente de Venezuela o para que su marido Leopoldo López, conocido como el monstruo de Ramo Verde sea el inquilino de Miraflores; será que Capriles Radonski hace lo que hace para dejar que los antes mencionados asuman la presidencia así como así; será que Smolasnki, Muchacho, Yongo, Guanipa, Florido, García -la lista es larga- no reclaman y defienden sus parcelas durante las reuniones de la MUD y la cosa es peor aguas abajo, es decir, en las regiones la pelea es brutal, ustedes ni se imaginan los dimes y diretes entre Primero Justicia y adecos o entre Vente Venezuela y Un Nuevo Tiempo, incluso entre dirigentes del pasado estatus quo, en otras palabras: masistas contra copeyanos, sin embargo para Ramos Allup es mucho más conveniente, fácil y mejor señalar que el régimen chavista quiere fracturar la unidad.
Cuando en Acarigua, Portuguesa -por nombrar un estado- hace presencia María Corina, por ejemplo, la convocatoria es poca o nula, ya que cada cual quiere llevarse los honores del acto de masa, aunado que a esa señora nadie -políticamente hablando- nadie le cree, su jornada es pírrica. En Barquisimeto -estado Lara- el Chúo Torrealba ofreció un mitin previo al 1S, la afluencia de afectos a la conspiración fue mínima por dos cosas: una, quien hacía el llamado era el alcalde de Iribarren, Alfredo Ramos y dos, el discurso de Torrealba es el mismo de hace 17 años cuando llegó la revolución, “osea” en Venezuela no hay libertad de expresión, los presos políticos sobrepasan las 120 personas, la inseguridad personal mantiene en jaque a los venezolanos, la corrupción es galopante, el gobierno de Maduro -como el Chávez- va en caída libre y vamos a revocar a este régimen castro-comunista.
La grandeza del comandante eterno Hugo Chávez, fue asumir su responsabilidad ante la historia, ante la sociedad, ante los desclasados y desposeídos y la grandeza de Nicolás Maduro es seguir fiel ese ejemplo, sí a Chávez le tocó lidiar contra la conspiración abierta y frontal, a Maduro le ha tocado luchar contra una guerra de baja intensidad, que causa mayor daño y perjuicio a la nación. Por eso cuando oímos a Ramos Allup y su combo decir que: “Nicolás está haciendo todo lo posible para quebrar a la unidad democrática”, debemos recordarle que él mimo “mandó a la mierda a la MUD”, que Capriles Radonski le importa un coño si lo botan de la Mesa y que a Ismael García “istín”, le sabe a coco si lo apoyan en sus aspiraciones de reelección.
Insisto, aguas abajo es peor, en los estados, el asunto es que la gran prensa como escenario ha sido el arma de doble filo para estos sesudos dirigente oposicionistas que no han entendido y eso que “de inteligencia no ha muerto nadie”, que el pela bola, el humilde, la ama de casa, el estudiante, el campesino, el obrero, el trabajador público, rechaza a gente como esa por que no asume su responsabilidad ante el país. Voy a voltear las palabras de un columnista guanariteño: “la impopularidad de la MUD y el rechazo de su dirigencia debe estar por el 90%.”
