Si hay algo que alguna parte del pueblo venezolano aún no sabe es, quiénes son, cómo son y cuántos son los candidatos de la oposición.
No se trata de tan solo haberlos visto en televisión por los canales que ellos mismos dirigen, sino de conocer realmente el tipo de calaña que son estos personajes en los cuales algunos compatriotas creen que pueden depositar sus esperanzas.
Quiénes son es fácil saberlo, porque aunque se disfracen con nuestro tricolor bolivariano siguen siendo nuestro histórico enemigo de clase; es decir, la burguesía, la dueña de los medios de producción a los cuales le vendemos nuestra fuerza de trabajo a cambio de un injusto y empobrecedor salario, solo porque en un momento dado de la historia se apropiaron de manera indebida de un capital inicial, el cual fue la base material para sustentar su progresiva acumulación de riquezas en función a nuestra explotación.
Cómo son es todavía mucho más evidente, porque son idénticos a los "políticos" que "gobernaron" durante la época puntofijista, es decir, mentirosos, corruptos, fascistas, asesinos, entreguistas, lacayos, apátridas, explotadores, etc.; dicho en una sola palabra: capitalistas.
Estos seres, los cuales asesinaron un sinnúmero de luchadores sociales realmente comprometidos con la causa de los pueblos, como fue el caso de Fabricio Ojeda -que por cierto pronto estaremos conmemorando un año más de su siembra-, son de la misma casta de Cristóbal Colón, Francisco Pizarro, Hernán Cortés, entre otros. Es por eso que se exacerban tan frenéticamente al poder ver y tocar a algunos de esos grandes asesinos de la historia de la humanidad, como lo hicieron la semana pasada a propósito de la ridícula vista del hitleriano expresidente español Felipe González.
Ahora, decir cuántos son es un tanto complicado porque ni ellos mismos aún lo han definido. El egoísmo que los caracteriza no deja que logren ponerse de acuerdo. No obstante, lo que sí sabemos es, que son mucho menos que nosotros. Las urnas así lo han demostrado a lo largo de estas 18 (de 19) contiendas electorales plenamente democráticas que con nuestro Chávez le hemos ganado.
Es por ello que debemos seguir apostando por nuestro sueño emancipador: la Comuna productiva, la única arma que podrá liberarnos de su dominación económica.
Compatriota venezolano, ya que sabes quiénes son, cómo son y como cuántos son, no creas más en ellos. Tu eres pueblo al igual que nosotros los verdaderos chavistas, y ellos al pueblo lo detestan, hoy solo te utilizarán, pero mañana te despreciarán.
