Documenta el Diccionario de la Lengua Española que “insolencia” es: 1. Atrevimiento, descaro. 2. Dicho o hecho ofensivo e insultante. 3. Acción desusada y temeraria. Y desde la curiosa e interesada subjetividad de los voceros de la MUD Barinas es probable que estas líneas sean consideradas como tal, porque van cargadas de verdad y objetividad. Pero con la verdad, como dice el dicho, ni ofendo ni temo.
A raíz de la captura por parte de los cuerpos de seguridad de Hernando Garzón y otros presuntamente involucrados en delitos violentos, ha operado la solidaridad automática, el juego de las complicidades, la desinformación y los intereses políticos y económicos más bajos y ruines. La finalidad: deslegitimar la acción de captura y desmantelamiento de células violentas que en lo concreto significó evitarle a Barinas, a sus padres y madres de familia, atentados terroristas llenos de sangre y dolor.
Pregunta primera: ¿Quién siembra a quién?
Con saña han acudido a los medios de comunicación algunos integrantes del parque jurásico del puntofijismo para denunciar la siembra de evidencia incriminatoria en los hogares de familias barinesas. No dicen que las informaciones recabadas por los cuerpos de seguridad corresponden a barineses opositores que realizaron la denuncia oportuna y por tanto merecen resguardo y confidencialidad. Tampoco explican, o mejor, obvian deliberadamente, que en nuestro ordenamiento jurídico las órdenes de allanamiento son libradas por tribunales legítimos previo el razonamiento de la Fiscalía del Ministerio Público acerca de indicios y elementos de convicción que permitan suponer la perpetración de delitos. Dichas diligencias son avaladas por testigos directos que presencian la acción y firman conforme a lo objetivamente observado. En el caso que nos atañe, dichos extremos legales fueron rigurosamente cumplidos.
Pregunta segunda: ¿Se consiguieron triquitraquis?
Las declaraciones y evidencias presentadas por los cuerpos de seguridad dan cuenta de la incautación en el lugar de los hechos de artefactos explosivos. Léase bien: ARTEFACTOS EXPLOSIVOS, no bombas molotov de fabricación casera ni estrellitas, ni triquitraquis. Los niples incautados (aparatos compuestos por tubos de metal rellenos de sustancias explosivas) matan gente y son elaborados por criminales que quieren causar muertes y amputaciones en la población inocente. Por otro lado, los morteros rellenos de metralla (partículas de metal que “vuelan” al explotar el artefacto) se incrustan en los órganos humanos causando colapso y muerte. Indudablemente, no son “protestantes pacíficos” quienes apelan a estos diabólicos instrumentos de matar y menos en el contexto de los atentados previos contra el Ministerio de Energía y Petróleo que pudieron haber arrojado muertos y heridos por cantidad sino hubiera dispuesto la Providencia que dicho lugar se encontrara vacío.
Pregunta tercera: ¿Todos son inocentes?
Sin aguardar el resultado del proceso judicial respectivo, en una declaración que los delata, voceros de la MUD Barinas exoneran a los involucrados con argumentos fútiles, inconexos y carentes de toda lógica penal y procesal.
Mientras, en acciones plenas de valentía e inteligencia, los cuerpos de seguridad capturan en Barinas al paramilitar colombiano de la banda Los Urabeños Hugo Alberto Nuncira Soto, quien tiene solicitud de difusión roja por Interpol y estaba al frente de guarimbas y barricadas; Adrison Fredire Mosquera, organizador de barricadas requerido por contrabando a quien se le incautó un fusil de guerra, cartuchos calibre 7.62 y máscaras guarimberas; y cae abatido en feroz enfrentamiento Miguel Antonio Villamizar, alias el Miguelito, implicado en 2 homicidios y vinculado al mismo grupo de Fredire Mosquera, la banda Los Sin Rostro.
Retamos a Machín, a Ronald Aguilar, a Bárbara Angulo y a sus felicitadores a que tengan las hormonas para decir la verdad. El juicio de la historia y de la Patria está sobre ustedes.
sentirbolivarianobarinas@gmail.com
