El adversario al acecho

A propósito del sabotaje económico que padecemos y de sus complicidades en materia mediática basta releer la historia reciente de nuestro continente americano y caribeño para darse cuenta que el empleo de tácticas e instrumentos por parte de las fuerzas conservadoras no ha variado ni un ápice.

Al voleo encuentro una frase en un texto argentino de 1955: ”el déficit presupuestario contribuyó al desprestigio de Perón, pero este desprestigio no había alcanzado a las capas más bajas de la sociedad a pesar del desabastecimiento de productos de primera necesidad obra de los comerciantes” sintetiza la feroz campaña que los ultrareaccionarios argentinos emprendieron para derrocar a Juan Domingo Perón en 1955.

Este accionar fue calcado diez y siete años más tarde en el Chile de Allende por las fuerzas del mal encarnadas en Pinochet y Kissinger y repetida cuarenta y seis años más tarde contra Chávez en abril de 2002. Tanto Perón como Allende y, como Chávez, fueron elegidos de manera legítima en comicios electorales transparentes. Es decir habían utilizado las herramientas de la burguesía y habían vencido. Esto era imperdonable para el enemigo quien creía que las fuerzas progresistas nunca podrían llegar al poder por medio de las urnas. Cuando esto sucedió como buenos gorilas que son decidieron echar por la borda la legalidad y lanzar el zarpazo ilegítimo.

En el caso de Perón esta embestida de los cavernícolas le costó diez y ocho años d exilio, en Chile Allende corrió con la peor de las suertes y prefirió inmolarse antes que doblegarse; el caso más reciente del Gigante Chávez quien pudo recuperar el poder 48 horas más tarde, nos habla de las facilidades comunicacionales que unidas a un Pueblo organizado y a un Ejército con conciencia clara permitieron recobrar el poder para los humilde en un breve plazo.

Pero volviendo a las técnicas derechistas para desestabilizar los movimientos populares el tema y el diagnóstico para las elecciones municipales de diciembre es el mismo descrito arriba. Por eso no hay que alarmarse lo que vale ayer como hoy es la capacidad de organización y de movilización de los militantes y cuadros revolucionarios como única forma de echar un parao al enemigo.

Y siguiendo en este mismo año electoral está el caso de una talentosa cineasta criolla que obtuvo un merecido y valioso premio cinematográfico en el festival de San Sebastián, país vasco y en una entrevista desafortunada calificó al Comandante Chávez de intolerante, cuestión en la que no estamos de acuerdo entre otras cosas porque no corresponde a la verdad. En el caso específico del cine nacional el líder Supremo fue el Presidente que más ha aportado al desarrollo de la industria del celuloide siendo respetuoso de la pluralidad ideológica. La puesta en servicio de la Villa del Cine, la adquisición de equipos de última tecnología, subsidios a los laboratorios privados, más de 10 largometrajes por año, cine de arte en las barriadas y poblados son prueba de ello. Buena parte de los cineastas son adversos al gobierno revolucionario y sin embargo concursan y reciben sus créditos y subsidios cada año. Sino que lo diga el joven Castillo guionista y director de cine que recibió un jugoso crédito de opera prima por su película La Virgen Negra y que para más señas es hijo de Leopoldo Castillo ex embajador cuartorrepublicano en el Salvador y ex conductor de un programa en Globovisión. También la joven cineasta a la que nos referimos ha recibido aportes sustanciales del sector oficial cinematográfico por sus dos películas, Postales de Leningrado y ahora la premiada Pelo malo. Todo gracias a la intolerancia de Chávez.

Pienso que la derecha ha azuzado este trapo electoral y algunos compañeros han caído en la trampa exaltándose. Se me ocurre que el agradecimiento es una virtud pero que resulta difícil ejercerlo.



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Hector Agüero


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