LA misma cuenta que dio el CNE el día 14 de abril de 2013 es la que salió y saldrá siempre cada vez que la cuenten y la recuenten; nada se puede hacer. Por eso a la señora Tibisay Lucena hay que darle un reconocimiento, como ejemplo de honradez y asepsia en su trabajo. Con la entereza que la caracteriza aceptó que esa MUD de la mier y Terán hiciera gastar una millonada de dinero en un reconteo que no iba a variar en nada la realidad ¿eso lo pagará Capriles o lo perderá el Estado?

Capriles es un sujeto jactancioso. Siempre pensó que jamás iría a salir derrotado de alguna elección, porque como ganó en la Alcaldía de Baruta y en el estado Miranda, expresó: “Soy el papi de los elaos” pero EL GIGANTE le clavó una por el pecho y el hijo del GIGANTE otra por la espalda. Capriles en alguna oportunidad llamó a Maduro bisoño; “No pierdo con ese bisoño”. Había expresado. Mas lo que nunca pudo hacer su cerebro dislocado fue producir otro sonido: “Maduro no es ningún bisoño, pasó veinte años con Chávez y seis y medio como CANCILLER de la república Bolivariana y chavista”

Se valió de esa expresión de invalidez para creer igualmente que sus años en la política, desde que su papá le compró una diputación en la 4ta, les valdrían para que al expresar ¡FRAUDE! Todos salieran a respaldarlo, porque en los últimos días de la campaña hizo correr una bola a través de grafitis y en la televisión que “CHÁVEZ es un líder, pero Maduro no es Chávez”. En algunas mentes débiles eso caló; vamos a estar claros. Empero en la mayoría no: el pueblo hoy es más chavista que nunca y sigue a Nicolás.

Hoy el llamado bisoño ¿cómo va ser bisoño alguien que tiene 52 años de edad y lleva treinta en la política? Eso no lo pensó Capriles ni sus AD láteres.

Le salió el tiro por la culata a Capriles Radonski. Pero hoy lo que más le hace ser recalcitrante al cuadrado es, que además de derrotarlo, de arrastrarlo, de SOMETERLO es que Nicolás Maduro trajo en su mente de rebelde, de hombre de pueblo, de obrero, toda la sabiduría que sólo se consigue en los barrios, en la ciudad, en las cuevas, en los ranchos, en las orillas de carreteras, entre el calor de los humildes, y no en las JAY SOCIETY, un caudal de ideas que comienzan a crecer positivamente entre los venezolanos.

Hizo como el pelotero Carlos González; se fue pala calle. Camina por todas partes con su tren ministerial. Escucha a la gente y cosa espectacular, es que Nicolás tiene otra particularidad, algo que produce hilaridad entre el pueblo; es deportista, músico a medias, baila salsa, se comporta como lo que es: uno de ese pueblo, algo que a Capriles nunca se le verá, porque no es lo mismo bailar en un piso de tierra que en uno de brillante madera de Australia,, que no es lo mismo saber tocar una tumbadora, una campana, que vivir entre música clásica( que es muy buena claro) pero que a la multitud que pone y quita gobierno no le hace mucha gracia, porque eso es de corte europea, de salones de hipocresías y chismes…(digo la gente, no la bella música)

Maduro le aplicó a Capriles algo que es un equívoco entre prepotentes; creer que existen enemigos pequeños. Por eso hoy Nicolás Maduro, el joven aquel de Metrobús, anda por ahí buscando darle seguridad y comida a su pueblo, viajando, pidiendo a sus ministros más trabajo, haciendo transacciones entre los pueblos Latinoamericanos y del Caribe para bien de la patria venezolana, empeñado en ELIMINAR LA INSEGURIDAD que ha bajado en un 40% el último mes y que aunque fue el legado de Chávez aquel triste 8 de diciembre cuando le pidió al pueblo votar por Nicolás, no es menos cierto que éste, Nicolás ha demostrado algo que es inequívoco; “Quien anda con gente buena se contagia más si posee talento”. Lo cierto del caso es que el desdeñado bisoño por Capriles le aplicó una bestial izquierda que lo mantendrá en el suelo per tutti la vita, hasta siempre, porque NO VOLVERÁN…