La metamorfosis de JJ Caldera es decir del fascismo en Venezuela

Vamos a estar claro: a JJ Caldera lo pusimos en el ángulo de los ratoncitos universitarios el mismo día que junto a Henrique Capriles Radonski y la MUD, o sea, el Movimiento Ultra Derechista les jugaron kikirigüiki a William Ojeda y a Ecarri, despojándolos de lo que habían ganado en las elecciones aquellas de cuando un fósforo maligno quemó los libros azuzado por Teresa Albánez. El fascismo en su máxima expresión. El enfermo, el llamado flaquito que dio el gran tubazo al decir que en Venezuela las empanadas tienen la carne por fuera, se cree muy astuto. Como todo rico es un caso patológico, un enfermo saturado de complejos y traumas sociales.

Cuan diablo enviado desde el más allá, agarró a JJ Caldera y lo metió en la olla. No sabemos si Teresa Albánez encendió la cocina para que se sancochara, pero él, Radonski, es el único culpable de la marramuncia y JJ Caldera ardió, ardió y ardió, obligado a inmolarse entre el agua caliente para que el “Flaquito cerebral” apareciera como víctima y la gente dijera: ¡Ay, poechito el flaquito de los ojos diabólicos vamos a darle el voto”. Pero se quedó como capilla sin santo, porque el pueblo no es hoy aquel que llamaba a la estirpe del Flaquito que invadió la embajada cubana, “gente pudiente” y “gente de clase alta”, nojoda lo que son es enfermos y acomplejados.

Pero el caso de JJ Caldera es digno para escribir un guión de un infeliz que se hace el bobo después que comete el delito. El propio ladrón que al ser agarrado con las manos llenas de monedas alega “Conchále lo que pasa es que yo tengo imán en mis uñas arpías y ese dinero se me vino encima” ¿se acuerdan de Rosales en el golpe de Estado de 2002 y de Maríacorina que estampó porque su madre le dijo que si rubricaba la lista de Carmona se ganaba una “grincard” con dos millones de dólares para metérselo a la macabra siderúrgica de Antímano, no importa que los vecinos se sigan enfermando de las vías respiratorias?

Bueno JJ Caldera tiene cara de pirulí pero es el otro yo del Dr. Merengue, Obsérvelo en el video cuando echaba las munas en el saco. Aparece descolgado sobre una gran butaca, con desparpajo, igualito a esos jefes burócratas que se consiguen en algunas oficinas del gobierno. El propio vago echador de carro, se ve con sus piernas levantadas, tal un haragán, habla con desparpajo, casi a nivel de caló, un patán de la burguesía afincado en una silla de la aristocracia enfermiza.

Pero luego, el propio Gregorio Sansa de Kafka. En la AN agarró el micrófono en medio de sus compañeros de tolda, mientras los aguerridos y curtidos diputados del PSUV preparaban sus intervenciones y puso cara de pitoquito, de angelito, de pajarito, de cuchicuchi.

“Me separo del cargo” -dijo. JJCaldera… y ahí fue donde el pueblo expresó: “¿Cómo que te separas? ¿Acaso que esta es una carnicería, un bazar, una fábrica de bragas para mecánicos de canicas? ¡No JJ Caldera, es la AN y son los diputados los que te van a decir que va a pasar contigo, porque cometiste un delito debes pagarlo ¿Cárcel? ¿Por qué no? En esta nación no existe la impunidad y usted traicionó a quienes te dieron su voto”

hdiderot@gmail.com


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Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

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